05/17/12

SEVILLA (1740)

El grabado pertenece al siglo XVIII,  denominado Siglo de las Luces o de la Ilustración. Sevilla se encuentra situada en la llanura aluvial del curso bajo del río Guadalquivir. El río recorre esta llanura con un curso lento y divergente y atraviesa la ciudad de Sevilla de norte a sur. Este emplazamiento otorga a Sevilla un trazado de plano irregular característico de la Edad Media. La ciudad esta situada en la margen izquierda del río a excepción del barrio de Triana, desde donde está tomada la vista, y el de Los Remedios.  En este siglo la ciudad quedó dividida en cinco barrios o distritos.

Tras el descubrimiento del Nuevo Mundo en 1492, el río tomo un papel muy relevante en la actividad económica de la ciudad. Allí estuvo el consulado marítimo, la Casa de Contratación del comercio con América y el puerto fluvial donde descargaban todas las mercancías que de allí llegaban. Para vigilar y tener constancia de todos los barcos que entraban, se construyó la Torre del Oro, que hoy es uno de los principales monumentos de la ciudad. Durante siglos el puerto de Sevilla tuvo una incesante actividad hasta que en el 1717 se trasladó el monopolio del comercio americano a Cádiz y la actividad mercantil decayó. Esto repercutió gravemente en la economía de la ciudad, que entró en recensión. A partir de entonces la economía dependió mucho más de la agricultura y de las reales fábricas, como la Real Fábrica de Tabacos, la Real Fundición de Artillería, la Real Fábrica de Salitre, el Real Almacén de Maderas y la Real Casa de la Moneda.

En el Siglo XVIII la ciudad se encontraba aún limitada por murallas que, además de tener una función defensiva, también tenía la finalidad de evitar las crecidas del río, dado que cuando su cauce aumentaba se producía serio riesgo de inundación. Más tarde fueron demolidas para favorecer el ensanche de la ciudad y dar cabida a las nuevas construcciones urbanísticas. La morfología del casco histórico es irregular y está caracterizada por tener calles muy estrechas como las del barrio de Santa Cruz. Eran de dimensiones reducidas para impedir la entrada del sol y combatir las altas temperaturas.

Los edificios más emblemáticos y de mayor importancia se encuentran en el centro de la ciudad. Allí se encuentra la Catedral, en la que destaca la torre de la Giralda, de origen almohade, el ayuntamiento de estilo plateresco, la Casa de la Contratación, que se utilizaba como registro de todo lo que entraba desde América, la Casa de la Moneda, y otros monumentos como el Palacio Arzobispal.  Con esto se deduce que la mayor actividad económica y religiosa se desarrollaba en esta parte de la ciudad.

Ana Belén Casero Ruedas
 

05/16/12

BILBAO (Franz Hogenberg, 1575)

La imagen expuesta es un dibujo de la ciudad de Bilbao, publicada en 1575 en el atlas Civitates Orbis Terrarum. Bilbao fue fundada por Lope Díaz de Haro en 1300. Fue construida al lado de un río, en la villa de la ría del Nervión. Esto es dado por sus funciones comerciales. El río supuso el aumento de la actividad comercial, con las rutas comerciales de las cuales uno de los productos que se transportaba era lana castellana hacia las ciudad de Flandes. Por esta razón la ciudad se convirtió en uno de los puertos más importantes de la Península Ibérica. Además, el río supuso una gran fuente de recursos naturales, por ser fuente de abastecimiento para los ciudadanos y para el ganado, por lo que podemos decir que Bilbao posee una muy buen emplazamiento.

Aparte de la función comercial, que es la principal por la actividad del río, por la agricultura y la ganadería, la ciudad posee otras funciones como por ejemplo la función residencial, por el poblamiento. En cuanto a la agricultura, podemos decir que les era útil como forma de abastecimiento o de mercado, y para alimentar al ganado que aparece al principio de la imagen. También, el río era una forma de defensa natural, aunque la ciudad estaba rodeada por una muralla como otra forma de protección.

Como elementos urbanos, podemos destacar la iglesia de San Antón y la de Santiago. La catedral de Santiago es el edificio más antiguo de la ciudad. Se trata de una iglesia gótica y está construida sobre la antigua ermita dedicado al mismo apóstol.

En cuanto a la morfología de la ciudad, podemos observar que predomina el trazado irregular sobre el regular. Consta de una trama cerrada de calles estrechas. El poblamiento es apiñado o concentrado. Por eso podemos decir que Bilbao presenta las características típicas de una ciudad medieval, como son una población compacta, una estructura compleja y una ciudad que todavía entonces estaba amurallada.

La población de esta ciudad comenzó a crecer notablemente al final de la Edad media. Se construyeron nuevos edificios, como por ejemplo el ayuntamiento al lado de San Antón y empezó a haber problemas con el hacinamiento y la suciedad. Esta situación se mantuvo durante toda la Edad Moderna hasta que, con la industrialización, surgió  la necesidad de construir un ensanche. La imagen que analizamos aquí se corresponde con el casco antiguo de Bilbao, formado por siete calles: Somera, Artecalle, Tendería, Belosticalle, Carnicería Vieja, Barrencalle y Barrencalle Barrena.

 Carla Adán Gutiérrez

05/16/12

ROMA (Giambattista Piranesi, 1800)

La imagen escogida pertenece a la plaza de San Pedro de Roma. Fue dibujada en 1800 por Giovanni Battista Piranesi, arquitecto, investigador y grabador italiano que quedó cautivado por el esplendor de la Ciudad Eterna.

Esta parte de la ciudad está situada en la colina Vaticana, al noroeste de Roma, justo al otro lado del río Tíber. Estaba rodeada por murallas medievales y renacentistas y por seis puertas. Respecto a su morfología, en 1800 todavía conservaba áreas de cierta irregularidad, pero la zona en torno a la basílica papal había sido reformada en los siglos XVI y XVII dando cabida a grandes y espaciosas avenidas que proyectaban largas perspectivas hacia la monumental plaza de San Pedro. Los bloques de viviendas fueron edificándose alrededor de este núcleo, donde se localizaban los edificios más importantes, como la basílica y el palacio papal.

La plaza de San Pedro fue realizada por Gian Lorenzo Bernini en los años 1656-1667, durante el reinado del papa Alejandro VII. Está formada por dos partes: la primera, un espacio trapezoidal, delimitado por dos brazos rectilíneos cerrados y convergentes, y la segunda, otro espacio de forma elíptica limitado por cuatro hileras de columnas, que proporcionan un total de 269 columnas sobre las que descansa un entablamento, encima del cual hay 140 estatuas de santos. El conjunto tiene unas medidas excepcionales: 320 metros de profundidad y un diámetro central de 240 metros. La morfología de la plaza tiene la intención de brindar una acogida maternal, con los brazos abiertos a los católicos de todo el mundo para confirmarlos en la fe, a los heréticos para reunirlos en la iglesia, y a los infieles para iluminarlos con la fe verdadera.

En el centro de la plaza oval se encuentra el obelisco de 25 metros de altura y 327 toneladas de peso. El emperador romano Calígula lo mando traer de Egipto para su circo. Luego el papa Sixto V decidió colocarlo frente a la basílica, en memoria del martirio de San Pedro en el Circo de Nerón. A los lados del obelisco se encuentran dos grandes fuentes, una de Bernini y otra de Maderno, colocadas simétricamente; miden 8 metros de altura. Por último, en la parte baja de la plaza, a los pies de la escalinata, se encuentran las estatuas de San Pedro y San Pablo, que dan la bienvenida a los fieles.

Pero la construcción más importante de la plaza es la basílica de San Pedro del Vaticano, que es uno de los edificios religiosos más grandes del mundo. En su construcción intervinieron importantes arquitectos como Bramante, Rafael o Miguel Ángel. Al lado de la basílica se encuentra el Palacio Papal, ordenado construir por Pío X con la pretensión de facilitar una amplia residencia, próxima a la basílica, para todas las familias de funcionarios superiores del papado, algunos científicos y funcionarios administrativos.

 Tania Gómez Yebra 
 

05/15/12

MADRID (José Morán Vázquez, siglo XX)

 

El casco antiguo de Madrid, con origen en la medina musulmana, surgió de un emplazamiento estratégico determinadas por una serie de limitaciones topográficas: la disposición del caserío original en las zonas elevadas sobre el río y el barranco de la calle de Segovia, donde se establecerán al lado norte la alcazaba y al sur los barrios mozárabe y judío.

Cuando Felipe II hizo de Madrid la capital de España, acordó con las autoridades de la villa establecer una llamada Carga de Aposento que las autoridades madrileñas pactaron con el rey, a cambio de que éste estableciese la capitalidad en Madrid. Los madrileños, no especialmente contentos, empezaron a construir las que fueron llamadas casas a la malicia, de una sola planta, para no sufrir las incomodidades de la Carga. Como resultado de esto el casco urbano se extendió rápidamente y en unos cuarenta años, a principios del siglo XVII, llegó hasta la cerca que más tarde se construiría y que perduraría prácticamente hasta el siglo XIX. De esta manera, mientras la ciudad volvía a crecer en altura, se había extendido con un trazado muy irregular y desorganizado.

Más allá de los bulevares que se abrieron cuando se derribó de la cerca del siglo XVII, se construyó el ensanche de la segunda mitad del siglo XIX, proyectado con un trazado ortogonal por Carlos María de Castro, y llegando la zona urbana hasta el entonces denominado Paseo de Ronda. A comienzos del siglo XX se planificó en su zona noreste la Ciudad Lineal de Arturo Soria. El ensanche  se extendió hacia el este de lo que pasaría a ser el eje central de la ciudad, el Paseo de la Castellana. Estos cambios hicieron que el plano irregular de la ciudad fuera cambiando poco a poco, combinándose con zonas de morfología ortogonal y otras de plano lineal, a las afueras.

Desde finales del siglo XIX el centro histórico sufrió alteraciones puntuales de alguna importancia, siendo la intervención más significativa la apertura de la Gran Vía, que junto con otras partes en torno a la Castellana formaron unos ejes «pantalla» que aislaron a sus lados las zonas de menor altura de edificación y menor anchura del viario.

En resumen, el plano de Madrid ha ido cambiando a lo largo de su historia. Empezó con una ordenación desigual, y a medida que creció la ciudad, durante la Edad Moderna, se mezcló con un plano radial, haciendo que las calles mas importantes partieran del centro hacia las afueras. En el siglo XIX se construyó el ensanche y la Ciudad Lineal, haciendo de una parte del mapa urbano de Madrid una zona más moderna y ortogonal.

Alberto Pérez Martínez

 

05/15/12

EL CAIRO (Louis Haghe, 1842-1849)

El autor de esta imagen es Louis Haghe (1806-1885), litógrafo y acuarelista británico que en esta ocasión representó una panorámica de la ciudad de El Cairo, tal como la percibían los viajeros románticos en el siglo XIX.

El significado del nombre que se le da a la ciudad es: “la fuerte”, “la vencedora”, “la triunfadora”, “la victoriosa”. Es una ciudad que posee una historia milenaria, debida a sus variadas y continuas conquistas. Esta ha sido reconstruida varias veces a lo largo de su historia y conserva monumentos de todas las civilizaciones que pasaron por ella, desde los antiguos egipcios hasta los romanos, los árabes y otros de sus conquistadores.

El Cairo se sitúa a orillas del río Nilo y se caracteriza por poseer amplias zonas fértiles. Las construcciones más antiguas se situaban siguiendo el curso del río, mientras que los asentamientos más modernos se localizan a varios kilómetros del centro antiguo de la época faraónica. La metrópoli posee gran cantidad de sendas que atraviesan y comunican la ciudad, así como hitos urbanos significativos. Sus habitantes se distribuyen por barrios diferenciados en su mayoría por su clase social, de tal forma que las actividades económicas también son diferentes en cada zona de la ciudad.

Respecto al clima, posee un clima árido. Son muy características en la zona las crecidas del río Nilo en las estaciones señaladas. Los antiguos egipcios lo relacionaban con la “voluntad de los dioses” que les traían buenas o malas épocas de cosechas. Las principales producciones se basaban en su mayoría en el cultivo de cereal y en la ganadería, que con el tiempo iran evolucionando y se abrirán a nuevos mercados a través las rutas de comercio por el propio río Nilo y por el Mar Mediterráneo.

Beatriz Bonís González
 

05/15/12

PRAGA (José Luis Suárez, siglo XX)

La ciudad de Praga es la protagonista de este óleo sobre lienzo del pintor malagueño José Luis Suarez. Esta ciudad se encuentra emplazada a la orilla del río Moldava y separa el casco urbano en dos mitades. En uno de sus lados está la Ciudad Vieja y en el otro lado, que es la parte que podemos ver nosotros, se encuentra la Ciudad Pequeña, también llamada Malá Strana.

Praga es un claro ejemplo de ciudad que con el paso del tiempo ha tenido que ir extendiéndose en ambas orillas del río por falta de espacio. En la imagen podemos ver el río Moldava, que ha  jugado un papel muy importante a lo largo de su historia, fundamentalmente en relación al comercio, pues un río navegable es una fuente de riqueza para una ciudad. Desde antiguo, las ciudades se solían asentar cerca de los ríos, igual que sucede en este caso. Por este motivo y por la riqueza que se encuentra asociada al agua, en la Edad Media se utilizó el río Moldava para transportar madera de los bosques del sur. 

El nexo de unión entre ambas ciudades es el puente, conocido como Puente Carlos, ya que fue el rey Carlos IV quien lo mandó construir en 1357. Su obra finalizó en el siglo XV. Este puente mide 516 m de largo y 10 m de ancho y fue realizado con grandes bloques de piedra, que descansan sobre 16 arcos. Sobre sus pilares descansan grandes esculturas que lo decoran durante todo su recorrido. Esta decoración escultórica, y las farolas intercaladas, otorgan al puente un carácter muy monumental. Las esculturas son un total de 30, de temática religiosa. La primera que se colocó fue la de San Juan Nepomuceno, en 1683. Se trata de un puente muy sólido, ya que el río Moldava tiene un importante caudal y sus crecidas son numerosas durante los meses de invierno.            

En la pintura podemos ver cómo la ciudad pequeña de Malá Strana fue emplazada sobre una pequeña colina, posiblemente buscando una situación estratégica, tanto para su defensa como para resaltar en el punto más alto el Castillo de Praga. En este lugar tiene un especial protagonismo la Catedral de San Vito, la mayor muestra de arte gótico de la ciudad, cuya primera piedra fue colocada el 21 de noviembre de 1344. Dentro del complejo del Castillo se aprecian otros edificios significativos, como el Convento de San Jorge, la Basílica de San Jorge y el Palacio Real, todos ellos conectados por diferentes patios y pequeñas calles. Con respecto a la situación privilegiada del castillo podemos deducir el peso y la importancia que tanto la Iglesia como la familia real tuvieron en aquellos momentos, no solo por los edificios, sino por su situación dominante en el punto más alto, desde donde se podía divisar toda la ciudad.  

Contemplando la imgen podemos deducir que el plano urbano es  irregular, rasgo típico medieval. En torno al recinto del castillo fueron creciendo calles asimétricas, que dieron cabida a edificios civiles y otras iglesias de menor tamaño. También destaca la vegetación que se intercala entre las diferentes construcciones.     

Como conclusión, tras analizar la obra, podemos destacar la importancia que ha tenido la ciudad de Praga a lo largo de la historia. Esta pintura es un fiel reflejo es la monumentalidad de sus edificios.

Ramón Quindós Sánchez
 

05/15/12

POITIERS (Thomas Allom,1845)

Esta imagen es un grabado del año 1845, realizado por Thomas Allom, en el que aparece principalmente la iglesia de Notre-Dame de Poitiers, en Francia. Allom era un arquitecto artista e ilustrador topográfico nacido en Inglaterra el año 1804.

Fundada por los celtas, Poitiers es la principal ciudad de la región de Poitou, y alcanzó notoriedad bajo la dominación romana. Históricamente tuvo un papel muy importante porque fue allí donde los francos lograron detener el avance de los árabes en el año 732. Se halla entre el Macizo Armoricano y el Macizo Central, en un punto de fácil comunicación entre la Cuenca parisina y la Cuenca Aquitana. Es un lugar privilegiado tanto en el ámbito comercial como militar. En la Edad Media se vio muy beneficiada por su  relativa lejanía del poder real, lo que permitió a sus habitantes una cierta autonomía. Durante este periodo muchas aldeas se asentaron alrededor de la villa a modo de arrabales. Socialmente se diferenciaron los burgueses, ciudadanos habitantes de la ciudad fortificada, de los aldeanos y campesinos, que eran los vivían extramuros.

La imagen muestra cómo era la ciudad en el siglo XIX, cuando apenas había cambiado respecto a la época medieval. La iglesia es uno de los mayores ejemplos del arte románico, construida en el año 1140, siguiendo el modelo de la vecina catedral de Angulema. Es de una belleza extraordinaria. Su portada recoge representaciones en piedra de varias escenas bíblicas. Delante de la fachada de la iglesia, ocasionalmente se escuchaban sermones al aire libre en vez de escucharlos en el interior iglesia y también se veían pasar procesiones.

Lo más representativo de la imagen es el mercado que rodea la fachada de la iglesia, ya que el verdadero motivo que dio curso al desarollo de la ciudad medieval es el comercio, porque tenía una gran importancia tanto económica como social. Esto despertó en la sociedad una auténtica energía y un gran optimismo en todos los campos. Hay dos tipos de mercado que son muy comunes. El primero, es aquel en que el mercado ocupa una plaza destinada a este único fin, situada normalmente en el centro urbano o en sus inmediaciones, y el segundo, el que se sitúa en una ampliación de las calles principales. El mercado era muy valorado en esta época, ya que gracias al mismo comenzó el surgimiento de nuevas clases sociales.

Esta ciudad, como casi todas las ciudades medievales, por necesidades de defensa y abastecimiento se sitúa en las inmediaciones de un río. Las partes de las que se compone esta ciudad medieval es de una muralla con sus torres y sus puertas, las calles y los espacios afines destinados a la circulación de toda la ciudad. Respecto a las calles, son irregulares por la topografía de la ciudad y el trazado de las calles tenía que acomodarse a las dificultades del terreno. Las calles más importantes partían del centro, donde está la catedral, y se extendían radialmente, siendo cortadas por calles secundarias que forman una especie de círculo en torno al centro. Por lo tanto el perímetro de esta ciudad era sensiblemente elíptico. La ciudad no fue el producto de ningún proyecto previo, sino que su estructura es el resultado de un crecimiento natural y orgánico.

Diana Banach 

 

05/15/12

AMERSFOORT (Joris Hoefnagel, 1588)

 

El nombre de Amersfoort, que apareció en el siglo XI, podría proceder de una fortificación (foort) y del río Eem, que antes se llamaba Amer. Amersfoort es una ciudad medieval, ya que está amurallada y el trazado de sus calles es irregular. La ciudad se desarrolla alrededor de la plaza central, el Hof, donde el Obispo de Utrecht instaló su residencia con el fin de controlar mejor toda la zona, convirtiéndose, por ello, en una de las ciudades más importantes de la época.

En la imagen vemos una ciudad dentro de otra, ya que en 1300 finalizó la construcción de la primera muralla defensiva, pero en poco tiempo tuvieron que destruirla, porque la ciudad creció mucho y se había quedado pequeña. En su lugar encontramos lo que es actualmente la calle Muurhuizen («casas del muro»), que se construyeron sobre la propia muralla. En 1380, al ampliar la ciudad, emprendieron la construcción de un nuevo muro que finalizaron en 1450. Lo más destacable de este nuevo muro defensivo lo encontramos en la puerta Koppelpoort, el más importante acceso a la ciudad medieval, ya que por ella podía pasarse vía terrestre y fluvial.

Entre los monumentos más importantes de Amersfoort, que se distinguen en el perfil de la zona inferior de la imagen, destaca la iglesia de Nuestra Señora, cuya construcción comenzó en 1444.  Tres siglos después, una explosión provocó su derrumbe completo, a excepción de la torre, conocida como Torre de Nuestra Señora o también Onze-Lieve-Vrouwentoren, una de las más altas del país (98 metros), de estilo gótico tardío. En el centro de la ciudad, en la misma plaza de Hof, se levanta la iglesia catedral de Saint Joris (San Jorge).

Durante la Edad Media, la población de Amersfoort vivía del cultivo y labranza de las tierras. También en esa época cobró cierta importancia el comercio, como lo demuestra la canalización de la ciudad y la entrada de barcos desde fuera de ella. La ciudad era  además conocida por su destacada industria textil y, durante los siglos venideros, también por sus numerosas fábricas de cerveza y tabaco.

Keistad («ciudad de la piedra») ha sido durante siglos el sobrenombre de Amersfoort. La explicación está en la Amersfoort Kei, una roca que fue arrastrada hasta la ciudad en 1661 por nada menos que 400 personas, a causa de una apuesta. Esta historia llegó a avergonzar a los habitantes de esta ciudad, que optaron por enterrar la roca. En el siglo XX la roca fue de nuevo descubierta y llevada a un lugar destacado de la ciudad.

César Saiz Calvo 
 

05/14/12

MADRID (Antonio López, 1981)

 

La Gran Vía es una de las principales calles de Madrid. Comienza en la calle de Alcalá y termina en la Plaza de España. Su construcción  comenzó el 10 de Abril de 1910 y  terminó a mediados del siglo XX. Desde entontes esta calle es una de las principales atenciones históricas, turísticas y comerciales de Madrid. En España se la conoce popularmente como el Broadway Madrileño, aunque ha tenido varias denominaciones a lo largo de los años. Empezó con tres nombres, uno para cada uno de sus tramos: Conde de Peñalver, Pi i Margal y Eduardo Dato. Durante la Guerra Civil se llamó sucesivamente Avenida de Rusia, Avenida de la Unión Soviética y Avenida de la CNT. Luego Franco la cambió a Avenida de José Antonio. Finalmente, fue el alcalde Enrique Tierno Galván quienn la bautizó oficialmente como Gran Vía en 1982.

La longitud de esta calle es de 1,3 km y tiene una anchura de unos 25 metros, salvo en la parte del bulevar, donde alcanza 35 metros. Los edificios que componen esta calle son característicos de la arquitectura de los siglos XIX y XX. La parte superior de los mismos se destina a viviendas mientras que en la parte inferior se encuentran zonas comerciales, las cuales son en su mayoría de lujo o de marcas muy conocidas. Las fachadas buscan la monumentalidad y dan una elegancia y modernidad muy característica a esta parte de la ciudad, dando a entender que se trata de un lugar emblemático. Este tipo de arquitectura se conoce como ecléctica, y su característica principal es la de combinar dos o más estilos arquitectónicos en una nueva estructura, que a su vez, resulte algo nuevo, con características de las corrientes que toma, pero con otras nuevas.

La calle tiene tres tramos perfectamente diferenciados: el que va de la calle de Alcalá a la Red de San Luis (dónde son numerosos los edificios de estilo francés); el que abarca La Red de San Luis y la Plaza del Callao; y el que va desde la Plaza del Callao hasta la Plaza de España (con mayor presencia de edificios de estilo neoyorquino). La Gran Vía es conocida mundialmente por sus tiendas y por sus edificios emblemáticos, algunos de los cuales son el edificio de Telefónica, que fue el primer rascacielos de Europa y ahora es el edificio más alto de esta calle, el edificio Capitol, construido en 1933 con aires arquitectónicos alemanes y neoyorquinos, y el edificio Grassi (mostrado en la imagen), que fue construido en 1952.

La construcción de la Gran Vía y de toda esta ampliación urbanística se debió a varios motivos. Uno de ellos fue la necesidad de facilitar el tránsito por el entramado de callejuelas que conformaban el centro histórico de la ciudad, abriéndolas de esta manera hacia el ensanche desarrollado en la segunda mitad del siglo XIX. De esta forma, la calle actuó como vía de comunicación que enlazaba los barrios del centro con los del oeste de la ciudad, evitando así los desplazamientos periféricos. La otra razón el deseo de descongestionar el casco histórico, a causa del creciente tráfico y con ese fin fue planificada como punto de encuentro de los ciudadanos y como área recreativa y comercial.

Teniendo en cuenta lo comentado anteriormente, se puede concluir que la morfología de esta zona pretendía ser ortogonal o en cuadricula, cortando las calles más pequeñas en ángulo recto, con algunas plazas intermedias, aunque la trama urbana preexistente dificultó esta pretensión en algunos puntos, donde continuó habiendo ángulos irregulares. A simple vista la pintura parece sugerir que existe una trama amplia y abierta, pero si se observa con detenimiento se puede advertir cómo se empieza a densificar y la edificación desarrolla en sentidovertical.

Otro aspecto destacable es la función comercial ligada al sector de servicios, como se aprecia claramente en el edificio Grassy, conocido por todos como una joyería de lujo. Las características que ofrece la calle en relación a su alumbrado público, su pavimentación, sus respectivas señales o las buenas comunicaciones que ofrece, son factores clave que potencian las actividades económicas. La Gran Vía albergó los primeros grandes almacenes de Madrid, además de cines, teatros, bares, cafés y escaparates de lujo que han sido muy frecuentados desde sus primeros años de existencia. La calle es extraordinariamente activa, tanto de día como de noche, pues es habitualmente utilizada como lugar de ocio y entretenimiento.

A pesar de ello, el pintor Antonio López ha representado la calle totalmente vacía, sin rastro de vida ni de actividad, y ningún viandante, queriendo transmitir la belleza y majestuosidad de la calle por sí misma, sin su ajetreo habitual. En todo caso, el tema de la soledad, el vacío y el silencio son recurrentes en la obra de Antonio López.

Jesús Hernández Villahermosa y Noelia Tejero San José

 

05/14/12

LONDRES (Stephen Wiltshire, 2009)

El centro histórico de Londres, formado por los núcleos de la City y Westminster, se sitúa en la orilla norte del rio Támesis. La orilla sur fue ocupada por arrabales dedicados a actividades perseguidas por la ley, como el juego, la prostitución o el teatro. Durante muchos siglos, sólo había un puente que cruzaba el rio y conectaba las dos partes de la ciudad. La imagen presentada aquí es un dibujo de la céntrica plaza de Trafalgar, realizado por el artista Stephen Wiltshire el 9 de mayo de 2009.

En el año 1666 Londres fue arrasada por un gran incendio, que obligó a reconstruir la mayor parte de sus calles y edificios. A raíz de esta reconstrucción la ciudad adquirió una forma ortogonal, con largas avenidas y plazas donde se situaron edificios emblemáticos como palacios, iglesias, monumentos, museos, etc. Las calles fueron orientadas de forma más o menos ordenada hacia el rio Támesis, aunque el plano general siguió siendo irregular, sobre todo en algunos barrios donde el trazado chocaba con barreras de fijación.

Con la industrialización la ciudad creció hasta convertirse en la mayor aglomeración urbana del mundo. En el aspecto urbanístico se construyeron más puentes, se crearon nuevos ensanches y periferias industriales y se hicieron reformas ornamentales en el interior de la ciudad, abriendo plazas y parques. Una consecuencia importante fue la segregación social, plasmada en la diferencia económica y arquitectónica de cada distrito (como ocurre entre el West End y el East End).

Por otra parte, los edificios fueron homogeneizados en altura, de manera que prácticamente no se diferencian entre sí, excepto en el caso de los monumentos más emblemáticos. A nivel artístico, la arquitectura de Londres no se caracteriza por ningún estilo en particular, habiendo acumulado edificios de diversos periodos. Se conservan pocas estructuras anteriores al incendio de 1666, a excepción de la Torre de Londres y algunas iglesias y restos de época medieval. Después del incendio, la ciudad se construyó siguiendo un estilo neoclásico en su mayoría, pero también ecléctico y neogótico.

Londres se divide en la City de Londres y en 32 London Boroughs (municipios londinenses). Estos municipios son la principal forma de administración local y desarrollan muchos servicios cívicos. Por ejemplo, Trafalgar Square pertenece a la City of Westminster. La ciudad en su totalidad acoge una variada serie funciones de producción industrial, comercial, política, administrativa y turística. Históricamente ha sido la capital del Imperio Británico y uno de los puertos más grandes de Europa. Además, es uno de los principales centros de negocios internacionales, y es considerado uno de los puntos neurálgicos de la economía mundial junto con Nueva York, Tokio y París. En Trafalgar Square las funciones más importantes son la turística, por la presencia de monumentos como la National Gallery o la Columna de Nelson, administrativa por la existencia de varias embajadas en sus proximidades, y de circulación de transportes entre el centro y la periferia de Londres.

Javier Mosquera Prieto

 

05/14/12

PARÍS (Ernest Descals, 1984)

El cuadro escogido es un óleo pintado en 1984 por Ernest Descals, que muestra el edificio del Moulin Rouge en el barrio de Montmartre. Este barrio, cuyo nombre significa “El monte de los mártires”, tiene su origen en la dominación romana, ya que el primer obispo de Lutetia (París) fue martirizado allí. El lugar fue invadido por los rusos durante las guerras napoleónicas, y lo utilizaron en 1814 para bombardear la ciudad, aprovechando su posición estratégica en altura. 

A finales del siglo XIX, el barrio se usó como un área de entretenimiento y de libre circulación, por estar situado fuera de los límites de la ciudad, y se convirtió en la zona más famosa de París hasta fechas bien recientes. Por sus calles rondaban todo tipo de personas, desde mujeres y hombres de mala vida y dudosa reputación, a grandes artistas bohemios y aristócratas que buscaban entretenimiento. Comenzó  a tener fama desde que se construyeron edificios destinados al ocio y a la diversión, como fue este cabaret del Moulin Rouge, de la mano de Joseph Oller y Charles Zidler.

En el siglo XIX, Napoleón III decidió reformar toda la plana urbanística de la ciudad de París, conservándose aún hoy en día. Puso como responsable de este cometido al barón Haussmann. Así se reconstruyeron nuevas fachadas, se creó un sistema de alcantarillado o se sustituyeron los estrechos callejones por grandes bulevares y plazas. Con esta modernización, la urbanística de la ciudad pasó a ser centro de atención para las obras de los impresionistas. Esta remodelación, fue también criticada, ya que tenía un objetivo principal el hecho de hacer calles más anchas para que pudiesen pasar las tropas del ejército.

Se mejoraron y expandieron las estaciones de ferrocarril, convirtiéndose en un elemento fundamental de la iconografía impresionista. Los edificios se modificaron o construyeron basándose en un sistema de alturas, dependiendo de la clase social de cada barrio. Por otra parte, cobraron importancia los espacios verdes. Se diseñaron avenidas, arboladas, paseos y grandes parques, distribuidos por la gran metrópolis. Como dato a destacar, en esta época se puso alumbrado público, convirtiéndose París en la primera ciudad de Europa del momento en tenerlo.

El plano urbano de París, después de todas estas remodelaciones llevadas a cabo durante el siglo XIX y en la actualidad, es radial, conservando la mayoría de las modificaciones hechas hoy en día y Montmartre, se considera hoy en día lugar histórico y turístico. Gran parte de la plana urbanística y morfología y estructura de la ciudad que se llevó a cabo con las reformas de Napoleón y posteriores, se mantiene hoy en día, aunque también ha habido bastantes edificios que han sido restaurados o demolidos a causa del creciente deterioro que han adquirido con los años.

En relación a las funciones de la ciudad, existía una mezcla entre distintas actividades y personas de distinto nivel económico y social, lo cual era visto como un factor positivo para el equilibrio de la ciudad evitando así que se formasen ghettos. Entre 1890 y 1910, la función del barrio de Montmartre, estaba destinada al entretenimiento de la población, mayormente de los hombres, debido a los cabarets que había en la zona. Durante la Segunda Guerra Mundial perdió su esplendor y alegría pero en 1947 se recuperó, a consecuencia de la aparición de Mistinguett al escenario del Moulin Rouge y de esta forma el barrio se volvió a recuperar hasta 1985.

Desde 1984 a la actualidad, la principal función del barrio, ha sido la de destino turístico ya que ha sido declarado distrito histórico y en él frecuentan los extranjeros para visitar, entre otras cosas, la basílica de Sacré Coeur, el Castillo de las Nieblas o el Cementerio de Montmartre. También hay numerosos bares con terrazas y tiendas de souvenirs destinadas, sobre todo, a los turistas. Por otra parte, fue y es lugar de inspiración para grandes artistas como Modigliani y Picasso, donde crearon grandes obras.

Es uno de los grandes destinos turísticos debido a su historia y grandeza de la ciudad, por haber sido el centro artístico y cultural más importante del mundo, mezclando obras de varios tipos de arte como el arte Galorromano, el Románico, Renacentista, Clásico, el Art Nouveau, el Art Déco y la contemporánea,  y por poseer tantas obras arquitectónicas y de arte de gran relevancia.

Laura Álvarez Blanco

05/13/12

VALENCIA (Alfred Guedson, siglo XIX)

La ciudad de Valencia, fundada por los romanos, está emplazada justo a la orilla del río Turia para el aprovechamiento del agua del mismo. Aunque se conservan algunos aspectos de su trazado original romano, su morfología es irregular, con calles estrechas características de una ciudad medieval árabe, y está rodeada por una muralla. Todo ello puede apreciarse en este dibujo de Alfred Guesdon, realizado a mediados del siglo XIX a partir de una fotografía aérea tomada por Clifford desde un globo aerostático.

La estructura de la ciudad giraba alrededor de dos plazas, que solo esaban separadas por una pequeña calle. En una de ellas se encuentra la Catedral de Valencia con su famosa torre, llamada el Miquelet. La otra plaza, donde se encuentra el otro gran monumento histórico, es la que alberga la Basílica de la Nuestra Señora de los Desamparados, patrona de la ciudad. Cabe destacar que la estructura de Valencia gira en torno a estos dos edificios religiosos, lo que al igual que en muchas otras ciudades destaca el carácter religioso de la sociedad en el pasado.

Podemos observar que al otro lado de la muralla y en la misma linde del río en la cual se encuentra emplazada Valencia, existen unas extensas tierras que anteriormente servían para la labranza y el cultivo. En 1858 esta zona sirvió de emplazamiento al ensanche de Valencia. El Proyecto General del Ensanche de la Ciudad de Valencia fue realizado por los arquitectos Sebastián Monleón Estellés, Antonino Sancho y Timoteo Calvo.

En la esquina inferior derecha de la imagen podemos encontrar una fábrica, que constituye un símbolo de la industrialización de Valencia, tardía al igual que en el resto del país. El avance de la economía fabril y el crecimiento de la población llevó al derrumbe de gran parte de las murallas para facilitar la ampliación de la misma. Esta industrialización estuvo ligada inicialmente al sector del textil y continuó hasta la década de los setenta del siglo XX, diversificándose en otras áreas como la alimentación, el calzado, la automoción y los servicios portuarios, entre otras.

Comparando esta imagen de la ciudad con la imagen actual, podríamos visualizar grandes e importantes cambios, como la construcción de un nuevo puerto marítimo, la desviación del cauce del Turia para la ampliación de la ciudad, y la construcción de nuevos espacios urbanizados como la Ciudad de las Artes y las Ciencias, erigida precisamente sobre el antiguo cauce del río. 

Juan Pedro Bernal Melenchón
 

05/13/12

ALICANTE (Pere Oromig, 1609)


La imagen data de principios del siglo XVII, cuando el rey Felipe III decretó la expulsión de los moriscos de España. El decreto se puso en práctica primeramente en el reino de Valencia, del que formaba parte el actual Alicante. Fue en 1609 cuando salieron de este puerto los moriscos, al igual que de otros como Denia, Valencia o Vinaroz. Este hecho justamente es el que plasman con exactitud los pintores Pere Oromig y Francisco Peralta en la obra titulada Expulsión de los moriscos del puerto de Alicante, encargada por el Marqués de Caracena, en aquel momento Virrey de Valencia.

Según la orden de Felipe III, los musulmanes que aún vivían en España fueron obligados a convertirse sinceramente al cristianismo, o de lo contrario ser expulsados. Como consecuencia de ello, unas 300.000 personas fueron embarcadas rumbo al norte de África y las tierras de Levante quedaron despobladas. En el caso concreto de Alicante se estima que se marcharon casi la mitad de la población del momento. El ritmo de la producción agrícola descendió y se perdieron una gran cantidad de oficios, saberes tradicionales y técnicas agrarias y de regadío.

La ciudad de Medina Laqant está situada en la costa levantina de la Península Ibérica y se emplaza a los pies del monte Benacantil, a orillas del mar Mediterráneo. Este emplazamiento se debe tanto a motivos defensivos como comerciales. Algunos de los elementos que representan en la imagen este motivo defensivo son la muralla, que cuenta con una sola puerta de entrada y salida a la ciudad (puerta Ferrisa) y cuatro torres de vigilancia, y también la alcazaba, erigida en lo alto del monte Benacantil para una mejor visibilidad de la ciudad y sus al rededores. Estos dos elementos se encontraban unidos entre sí para garantizar un mejor defensa de la ciudad.

La proximidad al mar proporcionó a Alicante, desde época medieval, una importante fuente de ingresos económicos, derivados del comercio de especias y alimentos (frutas, legumbres y vino). Pero ésta no era la única fuente de subsistencia, puesto que también contaba con un activo comercio interno mantenido por los moriscos, que se asentaban a las afueras de la ciudad.

En cuanto a la morfología urbana, cabe destacar el plano irregular que caracteriza a la ciudad, dotada de una trama urbana cerrada y compacta, exceptuando la calle principal (Vila Vella). Esta morfología tiene también una explicación defensiva, ya que los potenciales invasores, al encontrar tal número de recovecos, tardarían más en llegar a la alcazaba y concederían a los habitantes más tiempo para preparar la defensa.

Medina Laqant era una ciudad islámica, por lo que la función religiosa se encontraba también presente y así aparece representado en la imagen. La actual iglesia de Santa María se erige sobre la anterior mezquita mayor, que servía de lugar de culto para los seguidores Islám. Se encontraba próxima a la puerta Ferrisa para que tanto los habitantes que residían tras la muralla como los que no, tuvieran fácil acceso a los rezos. Pero con la llegada de los Reyes Católicos la mezquita pasó a ser un templo cristiano y fue radicalmente trasnformada.

Por último, y como curiosidad a destacar, en la imagen se observa una cara impresa en el monte Benacantil, que siempre se ha considerado icono de la ciudad y es conocida como la «cara del moro».

Nuria Egea Pérez

 

05/13/12

LONDRES (Franz Hogenberg, 1572)

 Este es un grabado de la City de Londres realizado en el año 1572 por los geógrafos Braun y Hogenberg para el libro Civitates Orbis Terrarum. Esta obra es un gran atlas que recopila más de 500 grabados y descripciones de distintas ciudades europeas, de tal forma que nos permite saber cómo era el mundo en los siglos XVI y XVII.

La City de Londres se asienta a orillas del río Támesis, en el sureste de la isla de Gran Bretaña. Fundada por los romanos como Londinium, en el año 43, siempre ha ejercido un papel dominante a nivel político. En la fecha en que fue realizado este grabado, ya era la capital de la monarquía inglesa y actualmente aquí se encuentra el corazón financiero del Reino Unido. 

La ciudad estaba delimitada por una muralla conocida como London Wall (el muro de Londres), que tenía seis puertas principales: Aldersgate, Aldgate, Bishopgate, Cripplegate, Ludgate y Newgate, las cuales daban acceso a las calles principales de la ciudad. A partir de 1761, debido a las nuevas construcciones de una ciudad emergente, muchas partes de esta murallas fueron destruidas.

Dentro de esta muralla se desarrollaba una ciudad de trazado irregular típicamente medieval, como se puede apreciar en la imagen. En ella predominaban las edificaciones religiosas como iglesias y conventos, de las que sobresalían sus torres y campanarios: la antigua Catedral de San Pablo, St Botolph´s Aldgate, St. Helen Bishopgate, St. Mary Abchurch, Temple Church etc.  En el Gran Incendio de 1666 más de 89 iglesias quedaron destruidas, al igual que cuatro quintas partes de la ciudad. Muchas de ellas fueron reconstruidas posteriormente, como la Catedral de San Pablo, que era originalmente de estilo gótico y tras su reedificación (1676-1710) se convirtió en el emblema del Barroco inglés.

Antes del famoso incendio de 1666 se computaban más de 15.000 casas de habitación dentro de las murallas. Estas casas por lo común eran de madera y por eso se consumieron rápidamente entre las llamas. Después de aquello, los nuevos planes urbanísticos tuvieron en cuenta las necesidades de la población, las viviendas comenzaron a hacerse de ladrillo y cubiertas de pizarra o teja, y los nuevos monumentos embellecieron Londres, convirtiéndola en el centro de la vida social inglesa con sus palacios, sus salones, sus teatros, sus sociedades culturales y sus museos. El crecimiento del nuevo Londres fue en gran parte impulsado con la fundación, en 1694, del Banco de Inglaterra.

Gran parte del Londres actual pertenece a las épocas georgiana y victoriana (siglos XVIII y XIX). Hasta principios del siglo XIX, la capital estaba reducida a los límites de la ciudad romana original, más Westminster y Mayfair, y estaba rodeada de campos, como se aprecia en la imagen de Hogenberg. La industrialización atrajo un creciente número de personas que llenaron estos espacios verdes. Esta rápida expansión causó graves problemas sociales y sanitarios, como la epidemia de cólera de 1932 o la «gran pestilencia» de 1858, causada por el hedor que desprendía el Támesis.

Algunas edificaciones destacadas que se distinguen en la imagen son la Torre de Londres y el Puente de Londres. La Torre de Londres fue construida en 1078 por Guillermo el Conquistador como fortaleza defensiva aunque también desarrolló otras funciones a lo largo de su historia, como palacio real, arsenal, tesorería de las joyas y ornamentos de la Corona, archivo etc. En la época del grabado de Hogenberg su función principal era la de prisión y patíbulo para la ejecución de nobles y religiosos que hubieran traicionado a la monarquía. 

Por su parte, el Puente de Londres es de origen romano y fue el primer puente que se construyó para unir la ciudad con el Southwark. En 1013 el rey Ethelred quemó el puente para evitar la entrada de las fuerzas invasoras del danés Svein Haraldsson. Después de ser reconstruido, fue nuevamente destruido por una tormenta en 1091, y otra vez en 1136 por un incendio. En 1572 el puente ya era de piedra y sostenía un buen número de viviendas, comercios e incluso una capilla, que discurrían a lo largo de el mismo. En la parte sur del puente fue tradición, desde 1305 hasta 1660, colocar las cabezas empaladas de los traidores.

Desde las invasiones escandinavas de la Edad Media, se fomentó el espíritu de empresa y el afán por el comercio. Como resultado de ello, las principales actividades de la ciudad fueron industriales y comerciales. El puerto de Londres fue uno de los enclaves más importantes para la distribución de mercancías y el comercio entre Europa y las Islas Británicas, lo que supuso un progresivo incremento de la población: 100.000 habitantes durante el reinado de Enrique VIII y 500.000 a mediados del siglo XVII. A finales del siglo XIV, no obstante, sirvió de entrada a la terrible peste bubónica. 

En el siglo XVI esta dinámica económica fue reforzada por un poderosa industria textil, a la que se añadió una progresiva centralización política y la expansión del comercio marítimo, establecida bajo el reinado de los Tudor y continuada por los Estuardo. Por esto es importante señalar en este grabado el doble papel que ejercía el río Támesis para la City de Londres: la riqueza de la producción la proporcionaba el asentamiento de la ciudad en la ribera del río, que al mismo tiempo servía de vía de transporte para la comercialización.

Fuera del emplazamiento amurallado de la City se encontraba Westminster. Mientras la zona amurallada era la zona comercial, la zona oeste era el centro administrativo donde se realizaban las funciones de poder. Westminster era usado por las dos cámaras del Parlamento y también era sede de los tribunales de Justicia. Y anteriormente el Palacio de Westminster era la residencia de los monarcas británicos, aunque a partir de 1530 la principal residencia real sería el Palacio de Whitehall.

Actualmente, Londres es una de las ciudades más importantes del mundo y forma una inmensa conurbación. La capital inglesa sigue creciendo, lo que la convierte en una de las áreas metropolitanas más grandes de Europa. A este crecimiento ha ayudado el constante desarrollo de las industrias y las nuevas tecnologías, así como el avance de los medios de transporte. En cuanto a sus funciones, sigue siendo una ciudad comercial y de finanzas, a la que se le añade el factor del turismo como fuente de ingresos.

Gloria Madrigal Aparicio y Marta Serrano Jiménez

 

05/13/12

SALAMANCA (Siglo XIX)

Esta pintura anónima muestra la ciudad de Salamanca a principios del siglo XIX, cuando contaba con unos 15.000 habitantes. Aparece representada como una ciudad medieval cristiana caracterizada por su carácter defensivo, por erigirse sobre un promontorio con el río Tormes de línea de fijación. La ciudad tiene una morfología irregular con calles muy estrechas, debido a un crecimiento sin una planificación previa. Esto puede advertirse en las diferentes alturas de las viviendas y edificios. El centro de este progresivo crecimiento es la plaza de la catedral, que es el elemento arquitectónico más representativo de la imagen.

La actividad principal de los salmantinos era la ganadería y la agricultura, acompañada de talleres artesanos y pequeñas industrias relacionadas de estos sectores. Además de eso, el comercio se convirtió en una importante fuente de ingresos y fue facilitando el crecimiento paulatino de la población.

En la imagen podemos observar el tipo de material utilizado en la mayor parte del patrimonio arquitectónico de Salamanca y sus alrededores, que es la piedra de Villamayor, muy adecuada por su facilidad para ser cortarda y labrada. Esta piedra es extraída de la cantera y, con el paso del tiempo, adquiere una dureza y aspecto muy característicos por su color blanco-amarillento con tonalidades pardo-rojizas, según la proporción de óxidos de hierro que presente. Dicho material se puede apreciar en multitud de edificios emblemáticos de la ciudad, como la Universidad y la Catedral.

La Universidad es seguramente el símbolo de la ciudad de Salamanca. Fundada en 1218, es una de las más antiguas de España y la cuarta de Europa. Está compuesta de varios edificios que se sitúan alrededor de una plaza llamada Patio de Escuelas, que incluye las Escuelas Menores y las Escuelas Mayores, de estilo plateresco. En cuanto a la Catedral, en realidad está compuesta por dos iglesias diferentes, la vieja del siglo XII en estilo románico, y la nueva de los siglos XVI y XVIII en estilo gótico. El lugar donde se juntan la catedral vieja y la nueva, llamado Patio Chico, es un rincón muy conocido de Salamanca, en el que se mezclan los estilos románico, gótico y barroco.

Otro hito urbano que destaca en la imagen es el Puente Romano, que actúa como la vía más importante de acceso a la ciudad. Este puente era parte de la antigua calzada romana denominada Vía de la Plata, que unía Emerita Augusta (Mérida) con Asturica (Astorga). Su construcción tuvo lugar en el siglo I y consta de 26 arcos de medio punto con grandes dovelas almohadilladas, ofreciendo una excelente vista sobre el río Tormes.

Por último, merece la pena citar el Colegio Real de la Compañía de Jesús o Clerecía, que comenzó a construirse en 1617. Fue colegio y residencia de jesuitas durante más un siglo, hasta que fueron expulsados de España. El edificio es de estilo barroco y está dividido en tres partes: el colegio, la residencia y la iglesia, siendo esta última la más conocida. Finalmente, otro elemento arquitectónico que percibimos es la cúpula de la iglesia de la Purísima, que es una iglesia barroca del siglo XVII, con una planta de cruz latina con dos capillas.

Por lo que podemos concluir que estamos ante una ciudad histórica con un legado monumental, histórico y artístico muy rico, con diferentes estilos como el románico, gótico, plateresco y barroco, que hacen de la ciudad de Salamanca un conjunto de saber y belleza arquitectónica.

María Nieves Pedroviejo Tortuero
 

05/13/12

FLORENCIA (Giuseppe Zocchi, siglo XVIII)

 

Esta pintura al óleo fue realizada en la primera mitad del siglo XVIII por Giuseppe Zocchi (1711-1767). Representa la Piazza de la Signoría, que tiene forma de “L” y se sitúa en la parte central de la Florencia romana y medieval. En este lugar se encuentra el Palacio Viejo, a la izquierda de la imagen, que era la sede del poder civil florentino. Fue construido entre los años 1299 y 1314 con una estructura fortificada de carácter medieval, que supuso un modelo para los palacios públicos toscanos construidos posteriormente. El espacio de la plaza es además el corazón de la vida social de la ciudad, como podemos apreciar a través de la incesante actividad humana reflejada en la pintura.

Al fondo, en el centro, encontramos la Logia de la Señoría o dei Lanzi, llamada así porque allí acamparon los Lanzichenecchi en el año 1517. Fue construida entre los años 1379 y 1381 y desde el punto de vista arquitectónico une elementos góticos, como los  pilares de la fachada,  con elementos clásicos  como los arcos. La logia dei Lanzi es un verdadero museo al aire libre, en el que se encuentran varias esculturas de la colección de los Médicis.

En esta plaza también se ubica el Tribunal de las Mercancías, aunque en la pintura no aparece. Se halla más a la izquierda del Palacio Viejo. Esta institución fue erigida en 1359, en el terreno donde estaba el Teatro Romano, para albergar la sede del tribunal mercantil. Por otro lado, podemos visualizar varias estatuas monumentales, como el Marzocco que es un león, símbolo de la ciudad y la Giuditta e Oloferne, una alegoría de la autonomía política de la República Florentina, ambas obras de Donatello. Las dos están situadas frente del Palacio Viejo. También se distingue la Fuente de Neptuno,  diseñada por Bartolomeo Ammannati, cuyo tema principal es mitológico. Delante de esta fuente se situa la Estatua ecuestre de Cosme I de Médici, obra de Giambologna en 1594.

Analizando la morfología y la estructura de la ciudad podemos señalar claramente varias ideas. La ciudad fue fundada por los romanos, y una prueba de ello son las calles rectas que se cruzan perpendicularmente entre sí, rasgo característico de un urbanismo ortogonal o en cuadricula. Las edificaciones son bajas por lo que podemos pensar que las construcciones se desarrollaron en sentido horizontal. Por otra parte, se puede observar que en la plaza se desarrolla un intercambio comercial, lo que le alude al poder económico de la ciudad. Esto era debido a  que se encontraba entre las rutas más importantes de comercio, tanto marítimo como terrestre. Pero también está relacionado con la prosperidad de la banca y las finanzas sucedido desde finales de la Edad Media. Además, se puede percibir en el centro de la imagen  lo que parece una  representación pública destinada al ocio de los habitantes.

Gracias a los descubrimientos arqueológicos practicados a partir de 1974, se ha podido establecer que las primeras actividades de esta plaza se remontan al Neolítico y, que además, la plaza componía una zona importante de la ciudad romana. En el siglo X comenzó un proceso de reconstrucción urbanística que, más tarde, sería demolida para construir la plaza definitiva. Esta plaza comenzó a asumir la forma actual cerca del año 1268,  tras la victoria de los güelfos en la batalla de Benevento, a consecuencia de lo cual demolieron las casas de los gibelinos, derrotados de la batalla. El Palacio de la Signoría fue una construcción contemporánea a esa reforma, transformándose así la plaza en el centro de la vida política ciudadana, en antítesis con el centro religioso de la Piazza del Duomo. 

Posteriormente, en el siglo XIV se creó la Logia de la Señoría para las ceremonias públicas, y el Tribunal de las Mercancías para solucionar las discusiones de tipo civil y comercial. Esta plaza se convertiría en sede del poder civil y fue escenario, además, de ejecuciones públicas. La más importante de ellas fue la del 23 de mayo de 1498, cuando el predicador Girolamo Savonarola fue colgado y quemado por herejía (hay una placa frente a la Fuente de Neptuno que recuerda este hecho). Actualmente, es un espacio urbano con importantes funciones turísticas, comerciales y de ocio, en el que se celebran ceremonias y juegos como la Fiesta de San Juan, el 24 de Junio.

Álvaro Piñonosa Morales

 

05/13/12

LÉRIDA (Anton van der Wyngaerde, 1563)

Lérida se encuentra situada en lo alto del Cerro Turó y está parcialmente rodeada por el rio Segre. El estudio de este rio es clave para entender el desarrollo de la ciudad, ya que ha supuesto una barrera histórica que le ha impedido un mayor crecimiento en la orilla opuesta al cerro y que ha forzado, debido a varios desbordamientos, a la reconstrucción de algunas de sus zonas lo largo de su historia. En el siglo XVIII, para evitar estos destrozos, se decidió construir La Banqueta, que es un muro colindante al rio que evita los desbordamientos.

Del casco urbano, la zona más antigua es el barrio de la Suda, en torno al cual parece haber crecido el resto del centro de la ciudad de una forma radio-céntrica, e irregular al mismo tiempo, como es típico de todas las ciudades medievales. Las zonas más nuevas, como el ensanche, y las que han sido rehabilitadas recientemente, como el Cappont, están formadas por un conjunto de calles perpendiculares que se cruzan entre sí, formando planos de distribución rectangular.

En el Cerro Turó, se asentaba la zona noble de Lérida como bien indican las edificaciones más emblemáticas de la ciudad, que son la Catedral de la Seu Vella y el Palacio de la Suda. En las estancias del palacio se alojaba el rey y en la catedral tenían lugar los oficios religiosos, sin embargo, debido a la situación estratégica del cerro, ambos fueron utilizados con fines militares desde 1707 hasta 1942, año en el que se inician sus rehabilitaciones.

En el año 1300, se fundó el Estudi General de Lérida que se encargaba de la formación del clero y que es el germen de lo que son las universidades en la actualidad. Cerca del Estudi General, estaba la iglesia de Sant Martín, donde se celebraban los actos académicos y con la que formaba, junto con el resto de alrededores de la zona, un barrio universitario al que llegaban estudiantes de toda la Corona de Aragón.

En el siglo XIII, llegó una gran afluencia de inmigrantes provenientes muy especialmente de Francia, que impulsaron la industria y el comercio. Los oficios de estos eran tales como tejedores, curtidores y cerrajeros aunque por encima de todos destacaban los de la industria textil. De esta forma, se gesta el Mercadal, que estaba en el antiguo barrio de Santa Magdalena y que supone el origen de lo que es actualmente conocido como el eje comercial de Lérida.

Entre el río y los famosos huertos de Lérida se encuentra el arrabal del Cappont, que nació cuando el puente que cruza el río fue construido. Este arrabal estaba poblado por los sarracenos que se quedaron después de la reconquista de los cristianos.

Por último en la meseta de Gardeny, se alza el Castillo de Gardeny que debido a su situación estratégica ha albergado entre sus muros a brillantes estrategas, tales como Julio Cesar. Posteriormente, tras la reconquista, es entregado a los templarios a modo de compensación por su participación activa en la reconquista de la ciudad. De esta forma,  el castillo se convirtió en uno de los principales centros de operaciones de la Orden de los Templarios.

Miguel Ángel Álvarez Carmona

05/13/12

VISBY (Franz Hogenberg, 1598)

Este dibujo forma parte de la colección de 363 láminas a color de los estudios de planos urbanos, panorámicos de ciudades y mapas de Europa, Asia y Centroamérica, realizados por los geógrafos Braun y Hogenberg. Esta colección fue llamada Civitates Orbis Terrarum y se publicó entre los años 1572 y 1617. La imagen representa la ciudad sueca de Visby, que fue fundada alrededor del año 897 en la isla de Gotland, en el Mar Báltico. 

Su situación era privilegiada y, tras su vinculación a la  Liga Hanseática, actuó como un enlace estratégico que permitía unir comercialmente Alemania con Rusia. Durante el período vikingo, Visby empezó a asumir el carácter de zona urbanizada, y al final del siglo XI prosperó gracias a un lucrativo comercio con productos rusos, dirigidos hacia la Europa Occidental. En 1361 la ciudad fue conquistada por el Rey Veldemar Atterdag de Dinamarca, y mas adelante fue saqueada por los Hermanos Victual, piratas que navegaron por el Báltico. En 1411, el Rey Eric de Pomerania construyó un castillo y se estableció allí por un período de doce años. Durante esa época Visby fue un nido de piratas y el comercio se interrumpió. Fue entonces cuando la ciudad sufrió los incendios de su catedral y otras iglesias, exceptuando la de Santa María. No fue hasta 1645 cuando la ciudad fue nuevamente conquistada por los suecos, después de 300 años de ocupación danesa. A mediados del siglo XVIII se hicieron algunos intentos por mejorar el nivel de vida de la población, y que Visby recuperara su apogeo comercial. Pero esto no sucedió hasta el siglo XIX, gracias al desarrollo de su industria portuaria.

La estructura de la ciudad se distingue con claridad. Las edificaciones se concentran junto al puerto, donde se desarrollaba la actividad comercial. El trazado de las calles es rectilíneo en algunos puntos y más irregular en otros. Visby posee una de las murallas mas largas de Europa, llamada ringmuren. En el siglo XIII, los ciudadanos comenzaron a construir un muro de 6 m de alto, con 29 torres de defensa de entre 4 y 6 pisos, que finalizaron alrededor del 1300. La parte más antigua, llamada Kruttornet (la torre de la pólvora) es algo anterior, del año 1166. Del resto de las torres, se conservan todavía 9 en optimas condiciones. Lo más curioso de esta muralla es que las partes más fuertes del muro fueron construidas para protegerse de los ataques de los campesinos y no de los ataques del lado del mar.

Dentro de la ciudad podemos observar una gran variedad de iglesias de diferentes formas arquitectónicas, por la diversidad religiosa y cultural que una ciudad comercial como Visby favoreció. La mayoría, no obstante, son de estilo barroco. La iglesia que mejor se conserva es la de Santa María, construida en el siglo XII. Constituye una de las estructuras mejores conservadas y con mayor valor artístico de la ciudad, originalmente románica y luego reformada en el barroco. Sus torres coronadas con cúpulas de madera son muy llamativas y todavía se conservan en buen estado.

Sergio Raez Sánchez

05/13/12

GUADIX (Juan Sanz Ferre, 2011)

 

La ciudad representada en esta pintura es Guadix, en la provincia de Granada. Su población actual es de 20.375 habitantes y su superficie de 325 km cuadrados. Tiene un alto valor paisajístico, debido a que está situada en un valle de tierras arcillosas cercanas a  las cumbres de la parte norte de Sierra Nevada.

Su estructura contiene un casco antiguo con casas de la época árabe y medieval, que se extienden en torno a la Alcazaba, la Catedral y la Plaza Mayor porticada. Está formado por un conjunto de calles estrechas y laberínticas, que recuerdan a los trazados musulmanes medievales. Fuera de este núcleo está la zona nueva de Guadix, que se extiende a lo largo de los ejes de las carreteras que van con dirección a las capitales de Granada, Almería, Jaén y Murcia. Con esto se comprende que Guadix está en un importante cruce de caminos que unen el Levante con Andalucía. La zona alta del municipio, cuna del escritor Pedro Antonio de Alarcón, está ocupada por el Barrio de las Cuevas, horadadas en terrenos arcillosos, donde viven más de un tercio de los vecinos. 

Guadix es uno de los asentamientos humanos más antiguos de la Península, pues data del año 45 d. C. Su fundador fue Julio Cesar, quien la llamó Julia Gemella Acci. De ahí procede el actual gentilicio de sus habitantes, accitanos. Luego fue conquistada por los musulmanes, que la denominaron Guad-Haix, y finalmente por los Reyes Católicos en 1489.

La pintura escogida es de la época actual, y en ella se observan algunos de sus más destacados monumentos, que muestran diferentes estilos arquitectónicos así como el paso de las distintas civilizaciones, especialmente la romana y la árabe. Destaca su Catedral, que se construyó sobre una antigua mezquita, como sucede con la catedral de Córdoba, y está rodeada de 17 iglesias. Se empezó a edificar en el siglo XVI por el mismo arquitecto que levantó las catedrales de Jaén y Granada, Diego de Siloé. La obra se terminó a mediados del siglo XVIII y reúne tres estilos arquitectónicos: gótico, renacentista y barroco.

Otro elemento destacado es la Alcazaba, que está declarada monumento histórico nacional. Se creó en el siglo XI como una fortaleza con un palacio adyacente que servía de morada para los califas. Se compone de tres torres rectangulares unidas por una muralla. Una de estas torres, la más elevada, fue rematada con una escultura del Sagrado Corazón. Predomina su color rojizo porque está hecho de un material denominado tapial.

También se observa en la pintura la iglesia de Santiago, del siglo XVI, cuya fachada es de estilo plateresco. Finalmente, los barrios de la Ermita y de las Cuevas. Se llaman así por acoger cerros arcillosos con casas-cuevas excavadas hace muchos años con la única ayuda de picos y palas. Todas ellas tienen chimeneas encaladas que además sirven de ventilación. Existe una cueva museo para los turistas, con enseres que recuerdan las costumbres populares y el modo de vida de sus habitantes.

El valle de Guadix es rico en agricultura. Son muy valorados sus melocotoneros y su ganadería, de la que viven sus habitantes junto con el sector servicios y el comercio, ya que es el núcleo de una comarca formada por casi 50 pequeños municipios. Es una tierra rica en arcilla y mineral de hierro, por lo que hay muchos alfareros, y tiene abundante agua procedente de Sierra Nevada.

Una de las fiestas tradicionales más famosas de Guadix es el Cascamorras. Se celebra el 9 de Septiembre. Es un evento de interés turístico nacional. Consiste en que un vecino de Guadix, ataviado de una vestimenta muy llamativa, es perseguido por las calles de la ciudad por miles de vecinos, que le arrojan pintura y lo zarandean tras haber intentado recuperar una Virgen sin éxito en la ciudad cercana y rival de Baza.

Irene Hernández Martínez
 

05/13/12

SEGOVIA (Ángel González, 1850)

Este grabado, realizado por Ángel González, muestra la ciudad de Segovia en el año 1850. Esta ciudad se encuentra situada al sur de la comunidad de Castilla y León, al pie de la Sierra de Guadarrama. Su morfología es irregular, de origen medieval, herencia de su pasado musulmán y cristiano. En cuanto a su estructura, cuenta con dos áreas diferenciadas: una parte romana en la zona en torno a la que se encuentra el acueducto, y otra medieval rodeada por una muralla para proteger a la población.

En el interior del núcleo aparecen entrelazadas calles estrechas y tortuosas, y plazuelas recogidas en sí mismas. Predomina el carácter medieval, encontrándose la mayoría de los monumentos dentro de la muralla. En el punto central de la ciudad se encuentra el acueducto, que sirve de puerta de entrada al casco histórico a través de la plaza del Azoguejo, que desde antiguo tenía la función de mercado. Ya en el siglo XIX, la ciudad empezó a agrandarse traspasando los límites de las murallas, aunque los ensanches son propios del siglo XX.

La imagen muestra la decadencia de Segovia en el siglo XIX, como consecuencia de la Guerra de la Independencia, las Guerras Carlistas y la inestabilidad social característica del siglo XIX. La Desamortización y el auge de la burguesía llevaron a que tanto el clero como la nobleza perdieran importancia y abandonasen la ciudad. Las actividades económicas más relevantes entonces eran, por un lado, la agricultura, la ganadería y la explotación forestal desarrollada la vecina Sierra de Guadarrama, y por otro, una incipiente industria ligada a estos sectores, quetenía lugar en la llanura más próxima a la ciudad. En cualquier caso, la economía de este siglo estuvo bastante desolada y gran parte de la población vivían en pésimas condiciones, sin poder acceder apenas a puestos de trabajo.

Los monumentos más representativos de Segovia, que aparecen en la imagen, son los siguientes. Primero, el Acueducto, que es un símbolo emblemático de la ciudad, edificado en el siglo I d. C con la función la de transportar agua para la población. Segundo, el Alcázar, que es un castillo-palacio cuya construcción se inició en el siglo XI, y en el que han vivido muchos reyes españoles; doce años después de ser pintada esta imagen, este monumento fue devastado por el fuego. Y finalmente la catedral de Santa María, conocida como la Dama de las Catedrales, construida en estilo gótico tardío a partir del año 1525, bajo el reinado de Carlos V. Además de estos tres monumentos se distingue también la Plaza Mayor, y un gran número de iglesias románicas y monasterios, que justifican la declaración de Patrimonio de la Humanidad que le fue otorgada por la UNESCO en 1985.

Lorena García Calderón
 

05/13/12

MADRID (Pedro del Toro, Siglo XX)

Este es un cuadro del pintor hiperrealista Pedro del Toro. Tiene como título “Loewe” por la tienda que aparece en él, y se centra exclusivamente en el paisaje urbano. Esta imagen de ciudad contemporánea (siglo XX), corresponde a una de las principales calles de Madrid, concretamente a Gran Vía que comprende desde la Calle Alcalá hasta la Plaza de España y se encuentra en el centro de Madrid y está en el centro de la Península Ibérica. Fue la única calle nueva que se realizó sobre trama urbana ya construida. Consistió en la prolongación de la Calle Preciados, enlace con la Plaza de Callao y alineamiento con la Calle Alcalá.

La Gran Vía, por tanto, se encuentra en el casco histórico de Madrid. Se construyó a principios del siglo XX y su principal fin para construirla, fue mejorar la comunicación de la capital de este a oeste. Se hizo como lugar de encuentro entre ciudadanos, con visión comercial, de ocio y turístico, ya que en ella se encuentran gran cantidad de comercios y lugares de ocio, como grandes cines, cafeterías y famosos teatros donde también se realizan musicales de gran prestigio en la actualidad. También es un gran reclamo turístico por los museos existentes y principalmente por la historia de sus fachadas y la historia que alberga la ciudad en sí misma. Su morfología es lineal, es decir, que las construcciones de carácter urbano se desarrollan entorno a una arteria principal de tráfico, en este caso la calle Gran Vía. Esto sirve para regular en parte el trazado irregular de esta zona de la ciudad de Madrid.

Los elementos que configuran el espacio urbano en esta imagen son una gran vía de comunicación, que permite un tránsito de vehículos, transporte urbano fluido y permite enlazar distintos puntos de la ciudad. No se aprecian espacios abiertos como plazas, parques o jardines, y solo hay árboles aislados, como presencia del medio natural. Las construcciones que se pueden apreciar son principalmente viviendas de desarrollo vertical con una fachada de carácter histórico y con valor monumental.

Las edificaciones son de gran altura y siguen diseños específicos de la arquitectura ecléctica de principios del siglo XX. Se aprecia también algún edificio en construcción, lo que se puede deducir que están rehabilitando o mejorando las fachadas, ya que tienen un gran valor histórico. Al final de la imagen se encuentra el edificio Telefónica, que pertenece a la generación del 25, construido en 1929 y fue de los primeros rascacielos construidos en Europa y el primero en España. A pesar de su modernidad, estilísticamente tiene rasgos del Barroco Madrileño del siglo XVIII.

En la imagen se pueden apreciar otros elementos como pequeños comercios del sector terciario, en el que destaca la tienda le “Loewe” que lleva fundada en la vida real desde 1939 y es un indicador de clase social alta, ya que es una tienda de artículos de lujo. Efectivamente, el sector económico predominante en Madrid es el terciario, ya que no produce bienes, sino diferentes tipos de servicios, como por ejemplo transporte, comercio, turismo, ocio, etc. La clase social que reside en este lugar este lugar debe ser de clase alta o media-alta, ya que esté situada en el centro de la capital Española y la tienda de artículos de lujo “Loewe” es un indicador de que esta clase social consume aquí.

José María Bayona Moreno

05/13/12

SALAMANCA (Ramón López, siglo XIX)

En este cuadro podemos observar la cuidad de Salamanca representada por el pintor costumbrista Ramón López. La podemos contextualizar a principios del siglo XIX, época en la cual se transforman barrios enteros y se destruyen numerosos edificios de la zona suroeste de la ciudad, con el fin de realizar obras de fortificación.

Salamanca presenta una morfología escalonada combinada de callejuelas irregulares con trazado ortogonal y está rodeado por una ronda de avenidas, fruto de la expansión de la ciudad hacia el norte y el este, que ocupan el lugar de las antiguas murallas. La mayor parte de la trama urbana mantiene los trazados de la red viaria medieval. Las áreas y edificios monumentales existentes han configurado una imagen característica de la ciudad, con espacios de gran calidad visual, que combinan el valor arquitectónico de los edificios y el interesante trazado de la trama. En cuanto a su estructura, podemos decir, que el núcleo urbano original está situado en la orilla derecha del río Tormes, mientras que la orilla izquierda no ha sido ocupada hasta fechas mucho más recientes.

El principal elemento urbano que destaca en la imagen es la Catedral Vieja, que se levanta sobre la Peña Celestina, al sur del viejo recinto fortificado medieval, dominando el margen derecho del Tormes y frente al barrio de la Puerta del Río que daba acceso a la Vía de la Plata. Era una zona de propiedad episcopal. Junto a esta catedral, está adosada la Catedral Nueva. La idea de construirla surgió porque el auge de la ciudad, gracias a la actividad universitaria, a comienzos del siglo XVI, hizo que la anterior catedral se quedase pequeña. La función que podemos atribuir a ambos edificios es de carácter religioso.

Otro elemento destacable es el Puente Romano, que constituye una de los elementos arquitectónicos más importantes de la ciudad, ya que forma parte de la Vía de la Plata. Fue construido por los romanos, con la función de poder acceder a la ciudad ya que la consideraban de gran importancia, debido a su posición estratégica. Gracias a este puente Salamanca fue un importante dentro comercial, debido a sus características de accesibilidad y defensa. El río Tormes fue siempre de vital importancia para abastecer a la propia ciudad de agua, a la vez que era considerado un punto estratégico para franquear la entrada o defenderse de los enemigos. Como podemos observar en la imagen, el río Tormes, también tenía una función económica, ya que en sus orillas se desarrollaban  diversas actividades artesanales, como el trabajo de los curtidores, las lavanderas, los mataderos, y las ferias ganaderas celebradas en los arrabales del Puente Romano.

Podemos divisar en el fondo de la imagen la iglesia del Espíritu Santo, o también denominada Clerecía, que se construyó como un acto de desagravio a la Compañía de Jesús, por la presión sufrida por su fundador, San Ignacio de Loyola. Actualmente es la sede de la Universidad Pontificia de Salamanca. También se observa el campanario del edificio histórico de la Universidad. Estos dos monumentos tienen una función religiosa, ya que las dos están vinculados a ese ámbito, aunque ahora también desarrollan una función académica y cultural.

Además de su función religiosa, en la ciudad de Salamanca podemos destacar también sus actividades culturales y turísticas, ya que cuenta con grandes monumentos artísticos como pueden ser las dos catedrales, la universidad, el puente romano, la plaza mayor, etc. Como conclusión, podemos decir que Salamanca es una ciudad con una función cultural muy relevante, ya que tiene un importante patrimonio arquitectónico, y por ello fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, en el año 1988.

Blanca Fernández Brihuega

 

05/13/12

LISBOA (Franz Hogenberg, 1572)

La imagen que hemos escogido data de 1572 fecha en la que se llevó a cabo el proyecto Civitates Orbis Terrarum. Este proyecto fue concebido como un complemento a los atlas que había en esa época tratando de dar una visión más completa a través de vistas panorámicas, planos y comentarios sobre las ciudades más importantes de la Edad Moderna. En este caso, nuestra obra fue realizada por el grabador Franz Hogenberg (1535-1590) y coordinada por el cartógrafo Georg Braun (1541-1622). 

A primera vista, vemos que la ciudad está situada en lo alto de una de las colinas extendiéndose junto a la orilla del Río Tajo. Fijándonos más en la ciudad, podemos deducir que es medieval debido a que tiene un castillo en el punto más alto de la ciudad. Este castillo fue construido por los musulmanes procedentes del norte de África que ocuparon la zona oeste de la península ibérica en 711 DC. Este castillo cumplía una función defensiva con el fin de proteger la ciudad pero en el año 1147,   Alfonso Henriques le arrebató la ciudad los musulmanes quedando así en manos cristianas. Además, también podemos encontrar una muralla que rodea toda la ciudad también con fines defensivos. Esta muralla se reformó construyendo partes nueva entre 1373 y 1375 ya que la antigua muralla árabe dejaba algunas de las partes de la ciudad desprotegidas. 

En cuanto al plan urbanístico, vemos que todas las viviendas están muy agrupadas y de poca altura, haciendo que se creen estrechas calles y que en conjunto formen un trazado irregular. A su vez, vemos como la ciudad parece estar dividida en dos grandes focos, esto es debido a que la ciudad estaba creciendo  y se fueron creando arrabales a las afueras de la muralla. Podemos ver a las afueras de nuestra ciudad algunas parcelas que poseen terrenos para cultivar, esto también es típico de las ciudades medievales puesto que eran en estas casas en las que vivían los señores feudales. Además, podemos ver una construcción de gran altura, lo que nos indica que podría ser una catedral, símbolo de la victoria de la religión cristiana. A su vez,  vemos que la gran mayoría de las calles desembocan a una gran plaza muy cercana al río y al muelle en el que atracan los barcos. Esto nos hace suponer que en esa plaza se practicaban actividades de intercambio de productos que llegaban desde los barcos o productos que se exportaban hacia el destino de cada uno de ellos.

Lo que más nos llama la atención nada más ver la imagen es la cantidad de barcos que hay sobre el río. Esto nos da indicios de que en Lisboa por esta época se llevaban a cabo actividades de intercambio de productos. Por lo que nos hemos podido documentar, Portugal fue un reino clave para llevar a cabo las primeras expediciones marítimas fuera de Europa con el fin de encontrar rutas diferentes a las terrestres que les llevaran menos tiempo de viaje y además con fines económicos, tratando de encontrar mejores tierras con materias primas y esclavos. Es por esto que Lisboa jugó un papel fundamental para esta expansión, al encontrarse tan cerca de la desembocadura del Río Tajo en el océano Atlántico. Los conquistadores portugueses junto con los conquistadores de Castilla, fueron pioneros en la construcción de barcos y la elaboración de rutas de navegación. Entre los marineros más famosos de esta época podemos destacar a Vasco de Gama que inició una salida a la India en 1497 y a Pedro Álvares Cabral que en abril de 1500 llegó a las costas de lo que Brasil.

Los productos que en su mayoría se importaban desde estos lugares eran azúcar, oro y esclavos de Brasil y especias desde la India. Los esclavos que llegaban a las costas portuguesas eran vendidos por toda Europa.

Todo este conjunto de elementos hizo que durante el siglo XVI, Portugal se convirtiera en una de las mayores potencias del mundo  y más en concreto, Lisboa como punto de referencia en cuanto a expediciones marítimas y a mercado europeo con el resto del mundo conocido.

Carlota Moreno Marcos de León 
 

05/13/12

MADRID (Antonio Van der Wyngaerde, 1562)

La imagen que elegida es una de las 62 vistas de ciudades españolas realizadas por el dibujante flamenco Anton van den Wyngaerde en la segunda mitad del siglo XVI, por encargo de Felipe II. Los dibujos tienen un gran nivel de detalle y meticulosidad, como puede apreciarse en este de la ciudad de Madrid. La imagen permite ver con claridad tanto el ámbito geográfico como los principales monumentos y aspectos urbanísticos de Madrid en el año 1562, desde su extremo occidental.

Podemos observar en primer lugar el paisaje en el que se asienta la ciudad, sobre un promontorio a cuyos pies se abren varios barrancos. Este emplazamiento, de origen musulmán, le concede un carácter estratégico y defensivo, aunque también le ocasionará una serie de limitaciones topográficas, como que las futuras ampliaciones de la ciudad necesariamente tuvieran que hacerse hacia el noreste, y que el caserío estuviera dispuesto en las zonas elevadas, sobre el río. El emplazamiento junto al río añadiría al interés militar otros valores muy importantes, pues era un territorio rico en aguas gracias a las acequias construidas por los árabes, que posibilitaron el desarrollo agrario. En el dibujo se ve en primer término la ribera del Manzanares y las tierras de cultivo en torno suyo, que actualmente coinciden con el barrio de Carabanchel.

La estructura de la ciudad presentaba un núcleo central condicionado por los sucesivos recintos amurallados árabes y cristianos, y un campo circundante que se fue incorporando a la trama urbana debido al aumento de la población. Este incremento tuvo como consecuencia la ocupación de los espacios que había en las cavas de la muralla y extramuros. La morfología es irregular, como resultado de un crecimiento no planificado, con calles estrechas, cortas y retorcidas, al que se fue añadiendo un trazado radiocéntrico que vino determinado por los caminos que llegaban a las puertas de las murallas, y que con el crecimiento de la población terminarían siendo sustituidos por calles o plazas. Esta estructuración dio lugar a una serie de medidas como la erradicación de fraguas, herrerías y mataderos de la villa y su nuevo emplazamiento en el arrabal.

El elemento más visible en la imagen es quizás la muralla medieval, que sería reforzada poco después, en 1566. La historia de la muralla comienza con el dominio islámico y la propia fundación de la ciudad, que fue construida al mismo tiempo que la fortaleza de Mayrit (850-866), con el objetivo de vigilar el camino fluvial del río Manzanares. Con la conquista cristiana de Mayrit, en siglo XI, el primitivo recinto amurallado fue ampliado, levantándose una de mayor perímetro conocida como la muralla cristiana de Madrid. Esta muralla, a diferencia de la árabe que estaba estructurada en torres cuadrangulares, se articuló a partir de torreones semicirculares. Existían cinco puertas de acceso a la ciudad: la Puerta de la Vega en la muralla árabe, la Puerta de Moros, la Puerta Cerrada, la Puerta de Guadalajara y la Puerta de Balnadú, de las que hoy en día no se conserva ninguna.

La muralla acabó utilizándose para adosar casas a ambos lados y servir de medianería. La villa madrileña no perdería su función defensiva en ningún momento aunque a partir de 1463, cuando le fue concedido su primer mercado, fue desarrollando una creciente actividad comercial que se celebraba en la plaza junto al Alcázar árabe. Posteriormente se abrieron otros dos mercados extramuros de la ciudad.

En 1561 Felipe II trasladó la corte a Madrid, instalándola en el Alcázar, que es otro de los elementos destacados de la imagen, en su extremo izquierdo. El Alcázar se fue ampliando durante los siglos XVI y XVII hasta convertirse en la residencia principal de la monarquía española. Ya había ejercido como tal en determinados momentos durante el reinado de la dinastía Trastámara, y continuó haciéndolo hasta su destrucción en1734, a causa de un incendio. Además, era sede de muchos tesoros artísticos que se perdieron en el incendio, entre ellos mas de 500 cuadros, aunque otros pudieron rescatarse, como por ejemplo Las Meninas de Velazquez. Sobre las ruinas del Alcázar se contruyó a lo largo de todo el siglo XVIII el llamado Palacio Real Nuevo, que es el que subsiste en la actualidad en esta localización.

Gracias a la llegada de la corte, la villa pasó de tener casi 13.000 habitantes a casi 30.000 al final del siglo XVI. Los motivos por los cuales Felipe II decidió situar en Madrid su capital fueron varios. Por un lado, el deseo de separar la corte de la influencia del arzobispo de Toledo, y por otro, la incomodidad de la reina, que se asfixiaba entre los muros del Alcazar toledano. La situación geográfica de Madrid, en el centro de la Península Ibérica, su clima suave y su magnifico entorno natural, rodeado de bosques propicios para la caza, terminaron de convencer del cambio. El caso es que a partir de entonces Madrid se convirtió en centro político del Imperio Español.

A consecuencia de su capitalidad, la población de Madrid experimentó un crecimiento demográfico vertiginoso y un desarrollo urbanístico muy desordenado. A la ciudad llegaban gentes de todas partes para cubrir las necesidades de la corte (secretarios, escribanos, funcionarios, letrados), así como aventureros, pícaros y aspirantes a cargos en la administración del Estado. Por este motivo, la economía de la época también se vio transformada, pues lo que era un simple pueblo centrado en actividades agrícolas, se transformó en una gran ciudad de funciones político-administrativas y nuevas actividades económicas centradas en el sector de servicios.

En 1562 Felipe II adquirió a la familia Vargas los campos y huertas de la actual Casa de Campo para convertirlas en coto de caza. Esta zona viene representada a la izquierda de la imagen. A los pies del Alcázar se distingue el Campo del Moro, que pretendía ser un jardín privado para uso real, con el objetivo de salvar eldesnivel existente entre el Alcázar y la hondonada del río Manzanares. La iniciativa también surgió en la época de Felipe II pero no tuvo éxito y más tarde no pudo llevarse a cabo por las dificultades del terreno. Por fin, en 1810 el arquitecto Juan de Villanueva inició sus obras diseñando una gruta artificial para conectar los jardines del Palacio Real con los de la Casade Campo, al otro lado del Manzanares.

Otros elementos que aparecen en el dibujo son la Cuesta de San Vicente, el Puente de Segovia y el Puente de Toledo. La Cuesta de San Vicente era antiguamente un camino que comunicaba la Montaña del Príncipe Pío y el Campo del Moro, y que ganó mportancia en el siglo XIX, cuando se construyó la Estación del Norte, puesto que convirtió a la calle en una de las principales entradas a la capital. 

El Puente de Segovia es el puente más antiguo de Madrid, construido por el arquitecto Juan de Herrera entre los años 1582 y 1584 por orden de Felipe II. Consta de nueve arcos desiguales de medio punto, que desde el central decrecen simétricamente hacia ambos lados. En la imagen ya se observa el puente, pero no el de Herrera, sino uno anterior que se destruyó para construirle. El puente fue volado en la Guerra Civily posteriormente reconstruido, introduciendo algunas variaciones con respecto al diseño original.

Más a la derecha encontramos el Puente de Toledo o, como se denominó antiguamente, Puente de la Toledana. Fue proyectado por Juan Gómez de Mora entre 1649 y 1660, pero una crecida del río Manzanares lo destruyó. En 1671 se construyó otro que fue arrastrado otra vez por una riada y de nuevo volvió a levantarse en 1684. Finalmente, en 1715 se encargó una nueva reconstrucción a Pedro de Rivera, resultando una estructura de nueve arcos de medio punto construidos con sillares de granito.

Entre medias del caserío urbano destacan las construcciones religiosas, que conforman un paisaje urbano caracterizado por el gran número de torres y cúpulas. Sobresalen las de las iglesias de San Gil, San Juan, Santiago, San Salvador, San Miguel de Octoes, San Nicolás, Santa María, San Justo, San Pedro,la Capilladel Obispo, San Andrés y extramuros San Francisco. De entre todas mencionar la de San Nicolás porque es la más antigua de Madrid, con una torre campanario de estilo mudéjar y que aun conserva la estructura original.

Finalmente, otros edificios religiosos que ocupan un espacio importante son los conventos, como el convento de Santa Clara, que fue el primero de este tipo que se ubicó dentro del perímetro amurallado, el de la Concepción Jerónima, el de la Concepción Francisca y otras fundaciones como San Jerónimo el Real y el Hospital de la Latina.

Gema García García y Pablo Martínez Rebollo

 

05/13/12

FLORENCIA (Franz Hogenberg, 1572)

 

La ciudad de Florencia se encuentra en Italia, en la región de la Toscana, en la confluencia de los ríos Arno y Mugnone. Su origen es etrusco aunque alcanzó su primer desarrollo urbano importante bajo la dominación romana. La imagen de Florencia que exponemos aquí está enclavada en el siglo XVI, en el Renacimiento, un movimiento cultural que nació en Italia y que en contraposición a la Edad Media, dio un mayor protagonismo al ser humano, a las ciencias, a las artes y a la política. El hombre pasó a ser el centro del universo, naciendo así una nueva concepción del mundo. Esta época simboliza la reactivación del conocimiento y del progreso, así como el ascenso de la burguesía con la disolución del feudalismo.

Como se puede observar en la imagen, Florencia estaba rodeada por una muralla que era muy característica de las ciudades medievales para protegerse de los ataques. Sus puertas servían para controlar el acceso y cobrar un impuesto de entrada en la ciudad. En la imagen podemos ver cómo los caminos acaban en las puertas de las murallas.

Al estar partida en dos por el rio Arno, en Florencia tenían un fuerte protagonismo sus puentes, que comunicaban las dos partes de la ciudad. Tal era su importancia que en uno de ellos, el Ponte Vecchio, se instalaron comercios y talleres, sobre todo de joyeros. Este puente, además, unía el casco antiguo de Florencia, donde residía el poder local, con la otra parte de la ciudad, por lo que recibía una gran afluencia de gente. En la imagen podemos observar cómo la gran mayoría del casco urbano está en el margen izquierdo del río y la zona menos densa en el margen derecho. El carácter emblemático de estos puentes llevó a que grandes artistas de la época  se involucraran en su reconstrucción. Así sucedió con el puente de la Santa Trinidad, en el que Miguel Ángel implantó una nueva técnica de construcción utilizando arcos elípticos. En su origen, la mayoría de ellos estaban hechos de madera y fueron reconstruidos en piedra a partir de la Edad Moderna, para darles mayor consistencia.

La arquitectura urbana de Florencia tiene una fuerte influencia renacentista, que se manifiesta en la creación plazas y espacios abiertos para favorecer las actividades públicas de los ciudadanos. Los edificios más importantes en la ciudad, aparte de las viviendas, eran los religiosos y los palacios de las grandes familias de Florencia. Entre los religiosos cabe destacar el Duomo o Catedral de Santa María del Fiore, acabada en 1434. Otras iglesias importantes son la iglesia de Santa María Novella, terminada a mediados del siglo XIII, la iglesia del Santo Espíritu, terminada a finales del siglo XV, y la iglesia de San Miniato al Monte, que lleva el nombre del primer mártir de la ciudad y fue terminada igualmente a finales del siglo XV. Esta iglesia, situada en el alto de una colina, se distingue en la imagen al fondo a la derecha. Fue utilizada como puesto de defensa y artillería contra el asedio que sufrió la ciudad por las tropas de Carlos V.

En cuanto a los palacios, los más representativos son el Palacio Vecchio (1299), llamado así porque la familia Medici, que residía en él, se trasladó al palacio Pitti y este se quedó con el nombre de “viejo”. En él residía el poder de la ciudad y su torre así lo manifestaba. También estaban el Palacio Bargello o del Podestá (1320), construido para albergar el consistorio pero que más tarde se convirtió en prisión; y el Palacio Pitti, construido a mediados del siglo XV como residencia del banquero Luca Pitti, y más tarde de la familia Medici. Otra edificación que sobresale en la imagen es la Fortaleza de Basso (1535), a la izquierda de la imagen, construida por orden de Alessandro de Medicis,  por miedo a una posible revuelta del pueblo de Florencia.

Después de analizar el paisaje y los hitos más importantes de Florencia, se puede advertir la importancia de esta ciudad en el siglo XV, en el que aglutinó a mercaderes, comerciantes, banqueros y artistas, bajo el extraordianario mecenazgo de la familia Medici, favoreciendo su florecimiento. Además de eso, en la imagen podemos observar cómo en la ciudad confluyen muchos caminos, lo que nos da idea de que era lugar de destino desde muchos lugares, donde se mezclaban intereses culturales, comerciales y religiosos.

Miguel Marián Jiménez
 

05/12/12

SEGOVIA (Alfred Guesdon, siglo XIX)

Alfred Guesdon, arquitecto, dibujante y grabador francés, realizó esta litografía  de la ciudad de Segovia a mediados del siglo XIX.

Segovia nació como un asentamiento celta que fue posteriormente ocupado por romanos, visigodos, musulmanes y cristianos. La ciudad está situada en la meseta castellana, junto a la Sierra de Guadarrama, emplazada en una roca en torno al cauce de dos ríos, el Eresma y el Clamores. Esto establece las fronteras naturales en la ciudad y dificulta los posibles ataques.

El plano de la ciudad presenta un trazado irregular compuesto por calles estrechas y sin empedrar, muy habitual en las ciudades medievales. Entre sus principales elementos urbanos se encuentra un acueducto romano formado por 128 arcos, un castillo o Alcázar y la catedral de estilo gótico. También cuenta con iglesias románicas, edificios mudéjares y una muralla.

En primer lugar se encuentra el Alcázar, edificio que aparece documentado por primera vez en el año 1122. Fue residencia de varios monarcas, como los Reyes Católicos, Alfonso X el Sabio y Enrique IV. Se construye en la transición del románico al gótico, y muestra una decoración mudéjar predominante en los techos. El edificio se compone de dos patios y cuenta con dos torres, la de Juan II y la del Homenaje. Sufrió grandes daños durante un incendio producido en el año 1862. El Alcázar, además de residencia real, sirvió como prisión, y posteriormente como Academia de Artillería.

La muralla se construyó en el reinado de Alfonso VI, tras la conquista de la ciudad por parte de los cristianos para expulsar a los musulmanes. Contaba con cinco puertas, aunque en la actualidad se conservan sólo dos de ellas, una situada al sur y otra al norte de la ciudad. Dicha muralla comienza y termina en el Alcázar, rodeando la ciudad para defenderla y evitar posibles ataques. También delimita la ciudad, dejando fuera de ella los arrabales, destinados principalmente al cultivo de huertas y agricultura.

Otro elemento representativo de la ciudad es la Catedral de Santa María. Es característica por ser la última catedral gótica que se construyó en España, y cuenta con algunos detalles renacentistas. Esta catedral se empezó a construir en el año 1525 por orden del monarca Carlos I. La estructura de este edifico cuenta con una planta de cruz latina con tres naves.

Por último, aunque no aparece en la imagen, cabe destacar el acueducto romano del siglo I, que aún se conserva en la actualidad. Además se conservan dos calzadas. A partir de estos elementos se puede deducir que fue una ciudad importante. Sus principales funciones históricas fueron comerciales y artesanales, dando lugar a una importante industria de paños desde finales de la Edad Media, y también política, por ser residencia de los monarcas de Castilla.

En conclusión, Segovia es una ciudad que toma contacto con varias culturas, como la romana y la musulmana. A pesar de ello, es la ciudad cristiana medieval la que tiene más protagonismo, y de la que se conservan más elementos en la actualidad, ya que conserva el plano irregular, así como muchos ítems que la componían. Esta ciudad alcanzó su esplendor en siglo XVI, convirtiéndose en la tercera ciudad de Castilla, tras Salamanca y Valladolid. Aunque no siempre fue así, ya que con la llegada del siglo XVII este esplendor se ve ensombrecido por la peste, que hizo disminuir la población y provocó una caída en la industria textil de la ciudad.

Beatriz Barrientos González
 

05/12/12

TOLEDO (El Greco, 1608)

Toledo

Nos encontramos ante uno de los lienzos más importantes de Doménikos Theotokópulos, más conocido como “El Greco” (1541-1614). En él se describe una imagen ideal de la ciudad de Toledo, con algunos cambios sustanciales con respecto a la realidad. A comienzos del siglo XVII, Toledo era todavía una ciudad muy poblada y rica, con una gran actividad artesanal (principalmente textil y espadera), pero desde hacía décadas había dejado de ser la sede de la corte y se encontraba en proceso de cambio. La obra se puede visitar en la Casa-Museo de El Greco de Toledo.

Toledo aparece ubicada sobre un promontorio rocoso, semirrodeada por el río Tajo, que abraza y protege la ciudad haciendo difícil su acceso desde época antigua. La morfología de Toledo es de origen medieval, con viviendas apiñadas, edificios de escasa altura y un trazado irregular de calles estrechas, plazas que se intercalan y callejones sin salida, como si se tratase de un laberinto. Al llegar la Edad Moderna, abandona en parte sus funciones cortesanas y desarrolla las religiosas, tomando gran importancia las congregaciones religiosas financiadas, en su gran mayoría, por la monarquía y la nobleza. 

Ello trajo como consecuencia la construcción de numerosos conventos e iglesias renacentistas y barrocas. Pero a nivel urbanístico, el intento de pasar del medievalismo al clasicismo no se termina de llevar a cabo por las peculiares condiciones topográficas de la ciudad. Algunos espacios arquitectónicos característicos de esta época, que aparecen en la imagen de El Greco, son el Alcázar, la Puerta de Bisagra y el Hospital Tavera. El artista enfatizó además su característico estilo místico e incluyó en el cuadro una representación de la Virgen María con San Ildefonso, patrón de la ciudad. Por otro lado, el Río Tajo fue representado a la manera clásica, como la personificación de un Dios fluvial junto al plano urbano de la ciudad, que se muestra a la derecha del cuadro.

Estefanía Martín Raimundo

05/12/12

SANTANDER (Joris Hoefnagel, 1575)

Esta imagen de la ciudad de Santander, dibujada por Joris Hoefnagel, pertenece al atlas Civitates Orbis Terrarum, publicado a finales del siglo XVI. La concesión del fuero en 1187, y la construcción del edificio catedralicio, así como el castillo de la villa, consolidaron lo que más tarde se llamó la Puebla Vieja de Santander. Durante el siglo XVI el crecimiento de la villa hacia el norte, con el apoyo directo de la Iglesia, permitió que en muy poco tiempo la ciudad triplicara su espacio. La construcción de un puente y la creación de un buen número de nuevas calles y edificios permitió el progresivo asentamiento de nuevos habitantes.

 

Se formaron de esta manera dos espacios perfectamente diferenciados: la Puebla Nueva, ocupada por la nueva población que fue llegando, y la Puebla Vieja, de origen medieval. Con esta ampliación, la ciudad comenzó a envolver al puerto, resguardándolo, y pasando a ocupar éste una situación central en torno al que se asienta de forma equidistante toda la ciudad. Para que proteger a la población se llevó a cabo  la construcción de una muralla que diferenciase claramente el espacio interior, privilegiado gracias al fuero, con respecto al exterior, que al depender de la propia villa tenía menos privilegios.

 

La disposición de la nueva población es totalmente regular, con calles rectas que siguen la línea de la ría. Se organizaba en torno a una gran calle, continuación del puente que hay sobre la ría. Esta gran vía cortaba todas las calles transversales, con las que se comunicaba. La llegada a la  villa de numerosos vecinos que antes habitaban en el medio rural supuso una traslación de los tipos de construcciones y su posterior adaptación a las necesidades urbanas. Por ello casi todas las casas comunes eran prácticamente iguales. Se repetió así un modelo de vivienda funcional y adaptado a las condiciones climáticas: casas unifamiliares con un máximo de dos alturas, la primera a nivel de la calle y, sobre ella, un primer y único piso.

 

Desde la Edad Media también se fueron realizando obras en los puertos. Una de las más importantes fue la construcción del muelle Cay, para facilitar la carga y descarga de mercancías. Arrancaba de las inmediaciones del castillo, existiendo una puerta en la muralla que permitía el acceso directo hasta este punto. Su objetivo era facilitar la tarea a los barcos, pues era el único suelo firme al que podían acercarse sin peligro de encallar; de esta forma se agilizaban las labores de descarga al efectuarse directamente desde la nave sin tener que emplear pequeñas barcas para acercar el producto hasta la costa.

 

A finales del siglo XVI, una sucesión de plagas de peste, que  se cebó sobre una población debilitada por crisis de subsistencias, provocó en Santander un largo declive económico y demográfico, que causó la perdida de prácticamente tres cuartas partes de los habitantes. El abandono de las viviendas provocó que numerosas casas fueran destruidas mientras que otras quedaron muy deterioradas.

 

Desde la concesión del fuero, los vecinos de Santander muestran una clara orientación hacia la pesca y alcanzan fama en esta actividad fuera de nuestras fronteras. Gracias al dominio de sus embarcaciones, a las características específicas de éstas y a la destreza en la navegación, fueron capaces de navegar por cualquier mar hasta entonces conocido. Por encima de la pesca,  no obstante, la actividad más importante por la que el puerto de Santander se convirtió en uno de los más relevantes de Castilla fue el comercio de ultramar. Además, éste ha sido un lugar especialmente elegido por comerciantes y monarcas para la reunión de las grandes flotas y armadas para acudir hacia los grandes puertos y mercados.

 
Alba Navarro Carreras
 

05/12/12

PARÍS (Miguel Vivo, 2011)

El cuadro es un paisaje de la Torre Eiffel y sus proximidades pintada con las siguientes técnicas: gouache, acuarela, acrílico, tinta y óleo sobre tabla. Es una pintura de Miguel Vivo, un autor contemporáneo que refleja parte del 7º y 16º distrito de Paris. 

En un primer plano, al pie de la pintura podemos diferenciar al lado izquierdo la sede de la Unesco. Se trata de un excepcional ejemplo de arquitectura moderna, inaugurado en 1958 y renovado recientemente, cuya función es orientar a los países para una gestión más eficaz de sus recursos naturales y sus valores culturales. Detrás de la Unesco se encuentra la Escuela Militar o Escuela de Guerra, diseñada por Jacques-Ange Gabriel en 1878 con una característica forma semi-eliptíca. A partir de 1919 y hasta ahora, dicha institución se encarga de la educación de los altos cargos militares. Aquí también se encuentran la capilla de Saint-Louis, la rotonda Gabriel y el centro ecuestre.

Tras estos dos edificios podemos ver el Campo de Marte y la Torre Eiffel, como elemento protagonista del paisaje. El Campo de Marte que se encuentra delante de la Torre Eiffel fue utilizado en el pasado como un campo de maniobras de la Escuela Militar. Al norte del mismo se construyó la noble fachada que hoy cierra este “campo”. Más tarde se niveló el suelo, se rodeó con una fosa y se construyó una avenida decorada con olmos. Este campo mide 780 m de largo y 220 de ancho y hoy acoge a numerosos turistas y diversas actividades de ocio.

Detrás de él, está la Torre Eiffel que fue diseñada por Gustave Eiffel e inaugurada para la Exposición Universal de 1889. Fue muy criticada por los parisinos e incluso se pensó en derruirla una vez acabada la exposición. Sin embargo, el ejército la utilizó para hacer pruebas con antenas de comunicación, lo que permitió su conservación. Hoy en día es uno de los símbolos representativos de la ciudad y sirve de centro turístico y emisora de radiotelevisón. Mide 324 m de altura y está estructurada en tres niveles, siendo la base de hormigón, grava, hierro pudelado y acero. Además es iluminada una vez al día durante 10 minutos, simulando el color del oro apagado.

Aquí terminaría el 7º distrito de París. En un segundo plano podemos ver el Palacio de Chaillot y el barrio financiero del 16º distrito. El palacio está detrás de la Torre Eiffel y se construyó para sustituir al Palacio de Trocadero por los arquitectos Léon Azéma, Jacques Carlu y Louis-Hippolyte Boileau, con motivo de la Exposición Universal de 1937. En él se encuentran diferentes museos como el de la Marina, el del Cine, el de los Monumentos, el del Hombre y una sala perteneciente al Teatro Nacional de Chaillot. Es un lugar turístico y de recreo, que está abrazado por los jardines del Trocadero. Estos jardines están situados a ambos lados del Palacio de Chaillot y también fueron construidos para la Exposición Universal de 1937. Como podemos imaginar su función es la de descanso, paseo y ocio.

Justo detrás del Palacio de Chaillot podemos ver un gran distrito cuya construcción data del siglo XIX, a raíz del plan Haussmann. Bajo las órdenes de Napoleón III, entre 1852 y 1870, el barón Haussmann comenzó a transformar París en una metrópolis moderna. Para ello se sirvió de la expropiación forzosa de la propiedad privada por “causa de utilidad pública”. Con ello quiso higienizar la ciudad, que sufría gran cantidad de enfermedades. Mediante la construcción de grandes avenidas que dejaran pasar la luz, sustituyó las estrechas calles del París medieval y pretendió evitar la formación de barricadas en tiempos revolucionarios. Este distrito está formado por los barrios de Auteuil, Muette, Porte-Dauphine y Chaillot y en él se encuentra el cementerio de Passy. Los nuevos edificios haussmannianos poseen un piso bajo y entresuelo con pared a profundos redans; un segundo piso reservado a celebridades con uno o dos balcones; un tercer y cuarto piso más austeros; un quinto piso sin decoración en la fachada, un balcón fluente y un techo a 45 grados.

En el mismo distrito, al fondo, podemos distinguir La Défense, que se encuentra en la prolongación del “axe historique” que comienza en el Louvre y prosigue por la avenida de los Campos Elíseos, el Arco de Triunfo, hasta el puente de Neuilly y el Grande Arche. Empezó su construcción en 1958 como un distrito financiero y es considerado el principal centro de negocios y empresarial de toda Francia.  

Poco queda de la ciudad medieval de París, debido a las variaciones haussmannianas, que dejaron una ciudad con una estructura de grandes bulevares y avenidas que van a terminar en plazas, aumentándose la iluminación y ganándose el nombre de la “ciudad de las luces”. París está distribuida en 20 distritos, que sustituyen a los 12 antiguos, y en 21 circunscripciones territoriales. Esta división es además social, con distritos pobres y ricos.  Estos planes de edificación se denominan «alignement» y continúan utilizándose hoy en día. Hay una ley que define la posición de la edificación dejando un determinado ancho de la calle y la altura de un edificio se determina en función de la anchura de la calle.

Sergio López Medrano
 

05/12/12

SEVILLA (Alfred Guesdon, siglo XIX)

 

La imagen es una vista aérea de Sevilla, litografiada por Alfred Guesdon a partir de una fotografía realizada por Clifford desde un globo aerostático, a mediados del siglo XIX. A continuación analizaremos las características más representativas de la ciudad, que pueden distinguirse en la imagen.

Sevilla se encuentra emplazada en la gran llanura aluvial del curso bajo del río Guadalquivir, junto a la cornisa del Aljarafe y al pie de las terrazas fluviales escalonadas que descienden desde los Alcores. El río Guadalquivir recorre esta llanura de norte a sur con un curso lento y divergente. La ciudad se desarrolló en el lado Este del río, dando lugar una estructura compleja. El casco antiguo es de origen musulmán y se caracteriza por tener calles estrechas y casas apiñadas, formando una trama laberíntica propia de los planos irregulares. En la imagen se aprecian calles curvas y largas que bordean el casco antiguo, siguiendo los límites de la antigua muralla.

Durante los siglos XVI y XVII fueron reformados algunos espacios interiores, que dieron lugar a plazas de perfil rectangular como las del Ayuntamiento, que se distingue a la derecha de la imagen. Del mismo modo fueron construidos grandes edificios religiosos, como la catedral, sobre la antigua mezquita árabe, y otras iglesias, monasterios y palacios de estilo renacentista y barroco. En el paisaje urbano de Sevilla destacan numerosas torres, campanarios y cúpulas de esta época.

Respecto a los hitos urbanos más representativos destacan la Giralda y la Torre del Oro. La primera se encuentra adosada a la catedral y sirvió como almínar primero y campanario después, además de puesto vigía. Por su parte, la Torre del Oro, se encuentra a orillas del Guadalquivir y también tenía funciones de vigilancia, en este caso de las entradas de navíos mercantes procedentes de América. El puerto fué muy importante desde época medieval, pero sobre todo a raíz del descubrimiento del Nuevo Mundo, porque el Guadalquivir se convirtió en el principal punto de entrada de productos de ultramar.

En resumen, Sevilla es un claro ejemplo de la evolución que han seguido las ciudades españolas desde sus orígenes árabes en la Edad Media hasta nuestros días. Está cargada de profundas renovaciones artísticas y urbanas, sobre todo Renacentistas y Barrocas, que nos han legado un inmenso patrimonio histórico.

Gloria Fernández Muñoz
 

05/12/12

BURGOS (Abraham Saur, 1610)

 
La imagen es una xilografía de Burgos, perteneciente a un atlas de ciudades de Europa titulado Theatrum Urbium, que fue publicado en el año 1610 por Abraham Saur.  

Burgos debe su origen a la decisión del rey Alfonso III de construir una fortaleza a orillas del río Arlanzón, con el fin de detener el avance musulmán sobre Castilla. El conde Diego Rodríguez Porcelos cumplió esta orden en el año 884 y, convirtiendo la fortaleza en un sitio de gran importancia estratégica. Tal es así que en 1038 Fernando I hizo de Burgos la capital del reino de Castilla y la otorgó el rango de sede episcopal.

Burgos pasó de ser una ciudad meramente militar a comienzos de la Reconquista a ser un importante foco de mercado, debido a su situación en un punto que une la meseta castellana con los puertos marítimos del Cantábrico y con las tierras reconquista del sur. Además es paso obligado de la Ruta Jacobea, por el que pasaban miles de peregrinos de toda Europa en dirección a Santiago de Compostela. Por esta razón, la ciudad fue transformando su función defensiva original por la de centro comercial con un fuerte carácter religioso, manifestado en la proliferación de iglesias, monasterios y hospitales de las principales órdenes de la época.

En cuanto a su estructura, la ciudad de Burgos creció a los pies del castillo emplazado en el cerro de San Miguel, y estaba rodeada por una muralla de 12 m de altura. Para poder acceder al interior había que cruzar una serie de puertas fortificadas, que eran diferentes según los estamentos y funciones sociales. Por ejemplo, por la Puerta de San Martín cruzaban los reyes y monarcas que visitaban la ciudad; por la Puerta de San Esteban y la de San Pablo, los comerciantes que venían al mercado; por la Puerta de la Judería, que era un postigo pequeño, se daba acceso directo a la judería; y por la Puerta de San Juan entraban los peregrinos que recorrían el Camino de Santiago. La Puerta de Santa María era la más grande, estaba especialmente fortificada y daba cabida la sala de juntas de los ediles de la ciudad; la Puerta de San Gil ejercía la doble función de torre defensiva y de prisión; y por último, la Puerta de Santa Gadea daba lugar la zona de la ciudad ocupada por la burguesía. Dentro de las murallas la ciudad estaba divida en barrios, entre los que encontramos la judería, el barrio mudéjar, la zona de los artesanos y el distrito comercial. El trazado urbano era irregular y poco planificado, característico de la época medieval.

Extramuros se formaron diversos arrabales, como el de San Pedro, el de San Juan, el de San Esteban y la Villa de Gamonal. Además se fundaron varios monasterios, como el de las Huelgas, que servía de panteón real, el de San Pedro de Cardeña, también llamado del Cid, y la Cartuja de Miraflores. El hospital del Rey, situado cerca del monasterio de Las Huelgas, fue fundado por Alfonso VIII con el fin de hospedar a los peregrinos jacobeos.

Sergio Pernía Fernández

 

05/12/12

MADRID (Antonio López, 1976-1982)

 

Este oleo hiperrealista fue pintado por Antonio López durante varias fechas a lo largo de 1976 y 1982. Viendo el cuadro observamos la hora que marca el reloj del edificio de la izquierda, las 21.40 horas, mostrando así uno de los mejores atardeceres de Madrid. La ausencia de tráfico en este tramo de la carretera de Barcelona parece indicar que Antonio López lo pintó el cuadro en los meses de verano. Pero por otra parte también es un rasgo característico de su obra, que profundiza en el tema de la soledad y la calma como algo muy significativo.

Madrid desde las Torres Blancas es una de las piezas más importantes del autor. La vista que podemos apreciar es familiar a todos aquellos que entran a la ciudad en dirección Avenida de América. El edificio desde la que se pintó fue obra del arquitecto Sáenz de Oíza, y es uno de los mejores ejemplos de la arquitectura vanguardista de los años 60 y 70.

La ciudad de Madrid tiene en un plano irregular en el casco histórico, con calles estrechas y retorcidas, para aprovechar el espacio. Pero a partir del siglo XIX, y como observamos en el cuadro, se empieza a crear un ensanche con grandes avenidas, calles rectas y anchas para que el tráfico sea más fluido. En esta época se empieza a construir y se asienta todo lo que hoy conocemos como
la ciudad de Madrid.

La población se triplicó entre las fechas en las que se realizó el cuadro, lo que produjo un aumento considerable de la construcción. La actividad económica siempre está en pleno desarrollo, pero desde los años 60 hasta nuestros días hemos podido observar cómo, por ejemplo, el sector de la construcción ha ido decayendo debido a la crisis de la burbuja inmobiliaria. Pero es verdaderamente el sector de servicios y la gran cantidad de empresas que hay en esta ciudad lo que hacen posible que Madrid no pare de crecer.

Mónica Ricart Arandilla 
 

05/12/12

ROMA (Canaletto, 1754)

Esta famosa plaza de la ciudad de Roma conserva el trazado del antiguo circo romano sobre el que se asentó, el Circo de Domiciano, que fue construido en el año 86 d. C. Infraestructuras como ésta fueron muy comunes en el mundo romano, y servían para acoger competiciones atléticas y carreras hípicas, sobre todo de cuádrigas, que se denominaban agones. Con el tiempo, el vocablo fue evolucionando, cambiando de in agone a navone, y de ahí a la actual Piazza Navona.

Poco a poco, lo que se correspondería con las gradas del circo comenzó a ser ocupado por familias que construyeron allí sus casas, además de un pequeño santuario en el lugar donde Santa Inés fue martirizada. Posteriormente, la noble familia Pamphili erigió su palacio junto al santuario. Fue entonces cuando el espacio quedó configurado como una plaza completamente rodeada de edificaciones, que  tomó la función de mercado después de que en 1477 el Papa Sixto IV trasladase allí el mercado central del Campidoglio. Desde 1869 el mercado se reubicó en la Piazza Campo de Fiori y la Piazza Navona desarrolla hoy funciones esencialmente turísticas y de restauración.

Durante el mandato del Papa Inocencio X, perteneciente a los Pamphili, la plaza fue remodelada con el fin de embellecer el entorno de su residencia familiar. El Papa costeó la construcción de la nueva iglesia de Sant’Agnese in Agone, así como la edificación de las tres fuentes monumentales que se pueden apreciar en esta pintura de Canaletto, realizada en 1754: son la Fontana dei Quatrro Fiume, la Fontana di Nettuno y la Fontana del Moro, las cuales sirvieron para mejorar la dotación de agua en esta zona de la ciudad.

La más importante de todas es la Fontana dei Quattro Fiume (Fuente de los Cuatro Ríos), diseñada por Gian Lorenzo Bernini en 1651 y situada en el centro de la Plaza. Representa los principales ríos de los cuatro continentes conocidos en aquel momento histórico: el Nilo (África), el Danubio (Europa), el Ganges (Asia) y el Río de la Plata (América). Entre 1652 y 1866 la Piazza Navona adquirió, además, una singular tradición. La plaza se inundaba todos los fines de semana de agosto, convirtiéndose en un lago artificial en honor a la familia Pamphili.

Entre los elementos urbanos hay que destacar también el obelisco, que a pesar de haber sido tallado en Aswan, no tiene su origen en la civilización egipcia, sino en la Antigua Roma. Se erigió en el siglo I d. C. por encargo del emperador Domiciano, cuyo nombre aparece grabado en el obelisco en escritura jeroglífica. Además, contiene una escena en la que una diosa presenta la Doble Corona de Egipto al emperador. Gracias a esta imagen, se concluye que el motivo de esta construcción fue una alegoría del acceso al poder de Domiciano. Erigido en granito rojo con una altura de 16’54 metros, el obelisco fue levantado definitivamente en la Plaza Navona por decisión de Inocencio X, en conmemoración de su elección como pontífice, esculpiéndose posteriormente la Fuente de los Cuatro Ríos de Bernini, sobre la que se encuentra.

La Plaza Navona de Roma es un ejemplo muy interesante de la evolución del espacio urbano. De sus orígenes como estadio romano, pasó a convertirse en un mercado medieval, hasta culminar, como uno de los mejores ejemplos del barroco romano, en una plaza pública. Sin embargo, nunca ha perdido ni su carácter lúdico ni su poder de congregar a la gente a su alrededor, llegando a celebrarse en ella representaciones teatrales o carreras de caballos, como antiguamente. La Plaza Navona no es sólo es una de las plazas más bellas y famosas de Italia, sino que, como parte del centro histórico de Roma, fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Lidia Vázquez Sánchez

 

05/12/12

MADRID (Antonio Joli, 1750)

La vista de la calle Alcalá de Madrid, pintada por el italiano Antonio Joli en el año 1750 aproximadamente, nos muestra una clásica visión de lo que significó esta calle en la historia de la capital española de los últimos siglos. Madrid, ciudad central de España desde 1561, es uno de los puntos más importantes de la península por su situación geográfica céntrica. La calle Alcalá fue durante muchos años uno de los puntos principales de entrada y salida de la ciudad, de manera que por ella pasaban multitud de viajeros, comerciantes y mercancías.

Es muy notable la presencia del movimiento del Barroco en la ciudad de Madrid. Con la llegada de esta corriente la arquitectura adquiere nuevas características muy importantes que han perdurado en la ciudad hasta nuestros días. La grandeza es uno de los aspectos del Barroco: calles amplias y largas, con cabida para multitud de personas y carruajes; grandes edificios adornados con cúpulas y tejados altos y torreones; extensas fachadas que ocupan toda la cara de los edificios con grandes puertas; etc.

Por ejemplo, la Casa de Postas (abajo a la izquierda en la imagen) albergaba una infraestructura capaz de recibir multitud de carruajes. En ella se depositaban mientras los itinerantes hacían negocios, comerciaban en la ciudad, o simplemente mientras hacían noche en alguna de las posadas de la calle para continuar al día siguiente con su viaje.

Abundan en la calle Alcalá los edificios de carácter religioso como el antiguo Convento de las Baronesas, comunidad de carmelitas recoletas desde el año 1651. La iglesia fue diseñada por el arquitecto Juan de Lobera en 1675 y terminada de construir 25 años mas tarde. Fue demolido en la Desamortización de Mendizábal (1836). En su emplazamiento se encuentra actualmente el Palacio de Bellas Artes de Madrid. Así mismo el antiguo Convento de la Concepción Real, de la comunidad de las monjas de la orden de Calatrava, se halla en dicha calle, casi en frente del anteriormente citado. Construido en 1623, fue destruido casi en su totalidad en la Desamortización del 1836. Hoy en día sólo se conserva la Iglesia principal del complejo arquitectónico bajo el nombre de Iglesia de las calatravas en honor al antiguo convento. El último de una larga lista de ejemplos es el Convento de San Hermenegildo construido en 1605 por la comunidad de carmelitas descalzos. El convento fue demolido en la Desamortización y se construyó en su lugar el teatro Apolo. La Iglesia se conservó y hoy en día figura bajo la advocación de San José.

Son muy numerosos los edificios de los que podríamos hacer mención. Muchos de ellos aportan hoy en día un rico patrimonio histórico a la ciudad madrileña. A mediados del siglo XVIII la calle Alcalá estaba cortada por el arroyo conocido como Canal de las Pascualas que cruzaba gran parte del centro de Madrid para desembocar en el río Manzanares. Un siglo más tarde el arroyo fue canalizado por debajo del suelo para la comodidad de la ciudad. Hoy en día prosigue su camino hasta la Plaza de Cibeles, cuya fuente bebe de las aguas de este canal.

Manuel Menéndez Piñar

05/12/12

VENECIA (Canaletto, 1740-1745)

La obra El gran Canal y el puente de Rialto fue pintada por Canaletto entre los años 1740-1745. Actualmente se encuentra en el Museo Thyssen-Bomemisza en Madrid. Se trata de un oleo sobre lienzo y pertenece al género artístico de veduta, que consistía en representaciones muy reales de vistas urbanas. Estas vedutas se usaban sobre todo para venderlas como recuerdo a la personas extranjeras que visitaban la ciudad.

La ciudad de Venecia surgió en el siglo V como consecuencia de la huida de los habitantes de tierra firme a las islas próximas, para escapar de las invasiones. Una vez constituida la población y conseguida su independencia, la República Serenísima, que era como se llamaba antiguamente, fue creciendo hasta convertirse en dueña y señora de las rutas comerciales a través del mar. Fue en el siglo XV cuando se dio su mayor apogeo, tras su expansión por Italia y por el Mar Adriático. Con la toma de Constantinopla por los turcos y el descubrimiento de América, empezó el declive de Venecia, hasta que en el siglo XVIII decayó política y económicamente, superada por las potencias europeas. A finales de este siglo fue conquistada por Napoleón Bonaparte y luego anexionada por Austria. Ya en el siglo XIX pasó a  formar parte de la recién creada nación de Italia.

Venecia se encuentra situada en el nordeste del país, asentada entre  las desembocaduras de los ríos Po y Piave. Cuenta con un Gran Canal que divide a la ciudad en dos, pasando por los seis barrios constituidos en la ciudad (Cannaregio, San Polo, Dorsoduro, Santa Croce, San Marco y Castello). Su  función era la de facilitar el transporte hacia el continente. El primer puente que se construyó sobre el Gran Canal fué el Ponte Rialto para unificar las dos divisiones de la ciudad. El puente fue modificandose en función del tráfico fluvial y el crecimiento del Mercado de Rialto.

La morfología de la ciudad fue  irregular desde su origen, ya que tuvieron que adaptarse a un problema añadido de difícil solución, el agua y los canales. El trazado fue desarrollándose  en torno a éstos, que funcionaban como línea de fijación. Como consecuencia de ello, los propios canales se convirtieron en las calles de la ciudad y se utilizaron como conexiones,  vías de transporte y  comunicación con los demás espacios urbanos. Igualmente, las construcciones se elevaron de forma apiñada y desordenada en el poco suelo disponible. La mayoría de las viviendas estaban construidas sobre una estructura de madera y ladrillo, a la que se ponía una capa de roca muy resistente. Esta técnica daba ligereza a las construcciones, protegiendo la base del peso excesivo, y permitía un notable desarrollo vertical a pesar de la dificultad que entrañaba la cimentación. En la evolución de la arquitectura veneciana  destaca el estilo véneto-bizantino, que fue  sustituido en el siglo XIII por el estilo oriental, por el gótico en los siglos XIV-XV, por el barroco en los siglos XVII-XVIII, y finalmente por el Neoclasicismo en el siglo XIX.

La república de Venecia se constituyó durante su evolución como una ciudad totalmente comercial debido a sus características  topográficas, que supieron aprovecharlas al máximo. Cuando decayó de forma notable su comercio exterior, tuvieron que buscar soluciones economicas alternativas, ya que su sistema social estaba basado en el sustento de la aristocracia por las arcas de la república. Por si fuera poco, una trágica epidemia de peste provocó que la población de Venecia cayera en picado, perdiendo más de un tercio de su población. La crisis afectó a todas las clases sociales menos al patriciado, y aumentó considerablemente el pauperismo y la mendicidad.

Las medidas que se adoptaron a partir de entonces para reflotar la economía se basaron en el sector de servicios, donde destacaron ampliamente la artesanía especializada de cristal y el coleccionismo artístico, pero también los juegos de azar, la prostitución, las regatas y los carnavales. De este modo la función de la ciudad, que en 1760 rondaba los 150.000 habitantes, paso a ser de carácter turístico y recreativo. En la actualidad Venecia sigue siendo una de las capitales del arte y de la cultura.

Los problemas que se daban entonces y que hoy continúan son consecuencia de su localización, del agua y del turismo de masas, que están acelerando el hundimiento de la ciudad. Al estar construida sobre una laguna, se producen continuas filtraciones de agua, inundaciones, malos olores y plagas de ratas y palomas. Otro de los mayores problemas por los que está pasando Venecia es el éxodo de sus habitantes debido a la especulación, condicionada por el alto precio de la vivienda y la invasión del turismo que provoca una saturación de servicios.

Roberto Ramos Martín

05/12/12

AMSTERDAM (J. Frederik Hulk, siglo XIX)

Esta obra de arte pertenece a Johannes Frederik Hulk, pintor del siglo XIX. En ella se describe una escena cotidiana en la ciudad de Ámsterdam, a finales del siglo XIX. Se pueden distinguir las labores propias de esta zona de la ciudad y un reflejo de lo que podría ser la vida diaria de este barrio de la capital de Holanda. El canal domina la escena y, alrededor de él, edificios majestuosos y construcciones típicas se levantan junto a grupos de personas realizando actividades diversas.

Una zona de puerto, en la que algunos barcos se encuentran atracados, ocupa una parte importante de la pintura. Un hombre descargando un barril, un funcionario vigilando la operación, algunas personas que interrumpen su paseo por los bordes del canal para observar la operación, un señor con bastón y un perro, y un niño, son personajes que tratan de reflejar la cotidianeidad, que mezcla la parte comercial y laboral con la parte lúdica del paseo. Mientras tanto, un grupo de mujeres lavan la ropa en el muelle, completando la serie de personajes que se reúne en la zona de desembarque.

Buhardillas, chimeneas, áticos. En uno de los edificios, en el piso bajo, una tienda. En otro más cercano, posiblemente un edificio religioso, con una hornacina y una estatua. Las construcciones guardan una estructura similar: grandes ventanales, tres o cuatro pisos en altura, luminosos, con muchas vistas sobre el acontecimiento más importante de la zona, el agua.

Al fondo, en el centro del cuadro, velada por la lejanía, la otra referencia importante de la ciudad, la catedral de St. Bavo, de la que se divisa la torre con los ornamentos propios del estilo gótico que la define. En la línea del horizonte, dando una sensación de profundidad a lo largo del canal, algunos edificios del mismo estilo que los descritos, y alguna otra iglesia muy lejana, que ayudan a plasmar la idea de una gran ciudad.

La ciudad de Ámsterdam tiene una estructura formada por el casco antiguo y un ensanche periférico. El casco antiguo tiene una morfología irregular, típica de las antiguas ciudades, debido a que tenían que crecer dentro del recinto amurallado. Sin embargo, en el ensanche podemos distinguir zonas más planificadas y regulares.

En el medio del cuadro, un puente, probablemente de madera, une los dos márgenes del Canal. Algunas personas paseando por el puente, otras observando el agua, o discutiendo de negocios. Un padre y un niño cruzando la pasarela, y un hombre montado a caballo a punto de cruzarla, le dan a la escena un aire costumbrista. Un puente similar más lejano orienta la perspectiva y permite la visión de una ciudad ordenada y bien estructurada, con zonas de paso regulares a ambos lados de la gran vía de agua, que cruza majestuosa.

Laura García Calvo

 

05/11/12

BELLPUIG (Ernest Descals, siglo XX)

 

Esta obra de Ernest Descals, pintor reconocido con diversos premios entre el siglo XX y XXI, es un oleo de una panorámica de Bellpuig, en la que se muestran edificios muy importantes en la historia de la ciudad, como la iglesia o el castillo, además de la agrupación de casas.

El castillo es tan importante en la historia de Belluig, porque en el cerro donde se encuentra, uno de los más altos, es donde nació este emplazamiento. Allí comenzó a construirse en el siglo XI un emplazamiento primitivo, rodeado por una muralla, que, según fue ampliándose este poblamiento, se fue extendiendo, hasta que en los siglos XVIII y XIX, se fueron derribando. Posteriormente, el castillo fue adaptado en el siglo XII para que los barones de Bellpuig lo usaran de residencia y, por último, se renovó en 1472.

La ciudad ha sufrido en momentos concretos crecimientos de población tales, que se ha tenido que ampliar varias veces. Estas ampliaciones de la ciudad perdieron sus características defensivas a partir del siglo XII. El siglo XVI, fue el de mayor prosperidad, construyéndose el segundo edificio de más importancia para el lugar, la iglesia parroquial de San Nicolás, además de un hospital y el mausoleo. En esa época, los barones llevaron acabo un nuevo ensanche y, además, ampliaron la muralla. El último ensanche en Bellpuig, se llevó a cabo en el siglo XX y fue el barrio de la Estación del ferrocarril.

La economía de este asentamiento siempre se ha basado en la tierra, siendo primero una economía de subsistencia, por la ausencia de un mercado importante; y, más tarde, a mitad del siglo XX, al aumentar el nivel de vida se afianza el sector industrial y el sector primario. En cambio, el sector terciario no fue relevante en la zona hasta 1969, con la creación de la Lonja Avícola Ganadera. Lo más destacable en su economía es la agricultura, teniendo sus manzanas la etiqueta de denominación de origen Manzana Plana de l’Urgell.

En cuanto a su morfología, Bellpuig se comunica con el resto de poblaciones por una red radial de caminos, ahora convertidos en carreteras. A pesar de esto, su trazado urbano es irregular y apiñado. En conclusión, dividiríamos la estructura en: casco histórico, formado por las edificaciones alrededor del Castillo de los Barones y la iglesia parroquial de San Nicolás; el ensanche del siglo XX y la línea de fijación, que sería el río Urgell, pero no se aprecia en la imagen.

María Rosa Eleno Elvira

05/11/12

VIENA (Bernardo Bellotto, 1760)

Esta obra, que en la actualidad se encuentra en el Kunsthistorisches Museum de Viena, se titula Vista de Viena desde el Belvedere y fue realizado hacia 1760 por Bernardo Bellotto para la emperatriz María Teresa. Es un óleo sobre lienzo de 135 x 213 cm que se enmarca dentro del género denominado vedutismo (del vocablo italiano “veduta”, que significa “vista”). Se trata de imágenes de carácter paisajístico urbano que reproducen con gran minuciosidad los detalles y hacen un uso cuidado de la luz y los colores. Este género es típico del Settecento italiano (siglo XVIII), aunque se dió por toda Europa. El cuadro fue un encargo de Eugenio de Saboya para la emperatriz Maria Teresa.

El autor, Bernardo Bellotto (Venecia 1721- Varsovia 1780), aprendió el oficio de pintor con su tío -a la sazón, uno de los mayores exponentes del vedutismo– Giovanni Antonio Canal “Canaletto” (1697-1768). Tras residir y trabajar en diversas ciudades italianas, hacia 1750 comenzó a ser considerado como uno de los mejores paisajistas del siglo XVIII. Las vistas de capitales europeas que realizó, entre las que se encuentra la obra analizada, constituyen una importante fuente de información histórica, debido sobre todo a la fidelidad y minuciosidad con que Bellotto retrataba los paisajes y edificios.

La perspectiva  que nos proporciona el cuadro, cercana a la horizontal del suelo, nos permite comprobar cómo la ciudad se asienta en una zona sin grandes desniveles. En este caso, la imagen parece haber sido realizada desde el palacio Alto Belvedere. La construcción del barroco conjunto del Belvedere entre los años 1714 y 1723, así como otras obras arquitectónicas de la importancia de la iglesia de San Carlos Borromeo, o la de las monjas Salesas -también llamadas Visitandinas-, cambiaron parcialmente la fisionomía de la ciudad, gracias al impulso que Eugenio de Saboya proporcionó a la misma. En aquella época, se encontraba allí la residencia del emperador, y eso se tradujo en un florecimiento artístico de Viena.

En 1781, el palacio Alto Belvedere sufrió un cambio de uso. Gracias al interés de la emperatriz María Teresa por el Absolutismo Ilustrado, que buscaba poner el arte a disposición del público para incrementar su nivel cultural, el palacio pasó a convertirse en uno de los primeros museos de libre acceso en del mundo, albergando lo que se vino a llamar la Colección Imperial.

La perspectiva no permite contemplar las murallas de la ciudad, que fueron construidas en 1237 y permanecieron en pie hasta 1857. Los constantes refuerzos de las mismas permitieron a la capital austriaca salir airosa de numerosos asedios a lo largo de los siglos. Las pequeñas poblaciones que se situaban alrededor de la muralla, en cambio, sí cayeron ante los ataques enemigos. Tras la destrucción de estas poblaciones, a finales del siglo XVII comenzaron a construirse palacios con jardines en los terrenos extramuros que habían quedado desocupados, y fue precisamente allí donde se construyó el Belvedere, que ha permanecido en perfectas condiciones hasta nuestros días, y que constituye hoy una de las principales atracciones turísticas de Viena.

En sus orígenes, Viena fue una villa romana que se estableció a orillas del río Danubio. El desarrollo de la ciudad viene marcado por dicho río, que se encuentra al Este de la misma, y por las murallas, que propiciaron que existan dos zonas diferenciadas. En el interior, nos encontramos con  avenidas barrocas de trazado regular y gran cantidad de edificios importantes, mientras que en la parte exterior de lo que fueron las murallas, ahora una gran avenida denominada Ringstrasse, la ciudad parece desarrollarse en forma radial con respecto a dicha avenida.

Loli Casco Bris

 

05/11/12

CÁCERES (Vicente J. Macine, 1845)

 

Esta imagen corresponde a un plano geométrico de la ciudad de Cáceres, realizado en 1845 por Vicente J. Macine. Este tipo de planos, muy habituales en el siglo XIX, fueron denominados “geométricos” porque representaban de manera muy sencilla las manzanas de construcciones y las vías principales de un núcleo urbano, sin expresar el nombre de las calles ni ninguna otra información superflua. Normalmente mostraban toda la ciudad y su entorno circundante, por lo que constituían un buen punto de partida para planificar reformas interiores, mejoras de salubridad, planes de alineamiento y futuros ensanches.

El casco antiguo de Cáceres fue fundado por los romanos entre los siglos 18 y 10 a. C. De ellos aún encontramos numerosos restos arqueológicos, como fragmentos de calzada construidas con grandes losas de piedra. Posteriormente la ciudad pasó a manos de los musulmanes, que situaron el Alcázar y la Mezquita en el punto más elevado, por razones fundamentalmente defensivas. En este espacio actualmente se encuentran las iglesias de Santa María y San Mateo, construidas a partir de la reconquista cristiana. Como restos de la ciudad musulmana aún podemos ver el Aljibe, que servía para la recogida de agua en los días de lluvia, y la Judería Vieja.

Pero lo que más caracteriza al casco antiguo de Cáceres es su trazado urbano medieval, de carácter laberíntico e irregular. De esta época es también el recinto amurallado, del que se conservan abundantes restos. La muralla servía para proteger la ciudad y con el paso de los siglos terminó por dividir a la misma en dos áreas diferenciadas. La interior, más elevada y noble, en la que se localizan  casas palacio, iglesias y edificios ricos; y la exterior, formada por suburbios pobres que se extendieron por la parte baja de la ciudad durante la Edad Moderna. Entre medias de estos dos niveles se organizó lo que se conoce como Plaza Mayor, que fue utilizado como punto de reunión y centro de la vida social y comercial de la ciudad.

Tras la inestabilidad social, las guerras y una fuerte recesión económica, en la segunda mitad del siglo XIX Cáceres se estancó en una población de 15.000 habitantes. A partir de 1842 se produjo una revolución en el negocio inmobiliario gracias a la Ley de Libertad de alquileres, que trajo consigo una demanda creciente de viviendas y la construcción de barrios nuevos más allá del límite de las murallas. En unos casos se hizo siguiendo ejes lineales que conectaban el centro con la periferia, y en otros un tipo de plano ortogonal, como en los ensanches. Posteriormente aparecerieron edificios de funciones culturales y hospitalarias hasta el siglo XX, donde Cáceres comenzó a actuar como punto proveedor de bienes y servicios.

Actualmente Cáceres constituye el centro comercial y administrativo de una comarca eminentemente agrícola y ganadera. Su industria, todavía poco desarrollada, se centra en el sector alimentario. Las actividades turísticas y de ocio están generando un impacto económico cada vez mayor, gracias a que la Ciudad Vieja de Cáceres posee un excepcional conjunto monumental que fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1986.

Lourdes Galán González
 

05/11/12

BERGA (Ernest Descals, siglo XX)

La ciudad analizada es Berga, en la provincia de Barcelona. Esta ciudad se encuentra entre  la Depresión Catalana y el Pirineo, muy bien protegida de los vientos por la montaña de Queralt y ciudad cercana al río de Llobregat. Hay que destacar que se ha convertido en un centro de interés cultural y en una importante red de comunicación.

Berga presenta un plano radial, es decir a partir de un monumento importante, en este caso la iglesia de San Juan de Berga, nos encontramos la mayoría de las calles más importantes de esta ciudad. En esta imagen podemos ver una de las calles más transitadas de la ciudad ya sea por las personas o turistas como interés cultural o por los transportes públicos, como parte de la red interurbana que conecta dicha ciudad con Manresa. El elemento más llamativo de esta imagen lo encontramos al fondo y es la iglesia de San Juan de Berga, monumento situado en el punto más alto de la ciudad, que se corresponde con el centro de la población. Es un edificio construido en el siglo XIII con varias modificaciones posteriores. Una de ellas corresponde a su nave principal, cuya reconstrucción se hizo en el siglo XV, y después fue cubierta con una bóveda del siglo XVIII. La otra nave que conforma la iglesia pertenece a un templo anterior a ésta. Posee un extraordinario capitel románico tallado con las caras de varias aves. El campanario que podemos observar es de estilo románico.

Podemos ver cómo alrededor de la vía principal, denominada Calle Mayor o Carrer Major, hay varios edificios de función comercial, ya que se trata de la calle donde se encuentran la mayoría de la tiendas. En la parte derecha de la imagen podemos ver una tienda con el toldo estirado, señal de que aún se encontraba activa en el momento en el que se realizó la pintura. Además de eso encontramos multitud de bloques de altura media, así como calles de dimensiones reducidas, como se aprecia en la parte derecha de la pintura, lo que indica que la función principal de esta zona no es residencial.

Para concluir, decir que la función principal de esta pintura al óleo de Ernst Descals es representar la función comercial y turística del casco antiguo de la ciudad de Berga en Barcelona.

Estefanía Ruiz Rodríguez

 

05/11/12

CHICAGO (Richard Estes, 1974)

Esta pintura hiperrealista es obra de Richard Estes y representa con gran nivel de detallismo una avenida de Chicago en la década de 1970. Chicago es una metrópoli norteamericana situada a orillas del Lago Michigan, en el estado de Illinois. Es la tercera ciudad más poblada de Estados Unidos, por detrás de Nueva York y Los Ángeles.

El 10 de octubre de 1871, el Gran Incendio de Chicago arrasó la mayor parte de su núcleo central. Después del incendio, la ciudad se reconstruyó sin tener en cuenta ningún antecedente histórico. La reconstrucción duró casi medio siglo, siguiendo un plano ortogonal o en cuadrícula y dio lugar a una ciudad mucho más grande y organizada que la anterior. Este modelo de urbanismo se muestra claramente en la imagen, en la que se ve una avenida ancha, larga y recta, con amplias aceras, en torno a la cuale se construyen altos rascacielos que no guardan una estética común, sino que tienen una gran variedad en cuanto a su forma y estructura.

La introducción del alcantarillado, que podemos observar en la esquina inferior izquierda, hizo que la ciudad se elevase para recoger las aguas residuales y el agua de lluvia. Los semáforos controlan el abundante tráfico de los coches, que se distinguen al final de la perspectiva. También podemos ver en la parte derecha de la imagen unas macetas, las cuales dan un efecto artificial a la ciudad. Otro elemento artificial, muy característico de las grandes ciudades, son los paneles publicitarios, muy visibles en la imagen. Estos paneles forman parte del paisaje urbano y son especialmente interesantes para la corriente artística del Pop-Art, que pretendía mostrar la cultura popular de los años 1950-1970. En relación con esta cultura pop se distingue también un cine en la parte izquierda de la imagen. Constituye un componente muy importante del ocio de masas en esta ciudad, y nos recuerda que Chicago ha sido escenario de numerosas películas.

Las principales actividades económicas de esta ciudad están vinculadas a la industria y a los servicios, especialmente dirigidos hacia empresas. Estas empresas suelen situarse en los rascacielos, elementos muy característicos del paisaje urbano de Chicago, que comenzaron a construirse gracias a la utilización de nuevos materiales constructivos, como el acero, el hormigón y el cristal.  

En definitiva, vemos cómo Chicago resurgió de sus cenizas, convirtiéndose en una de las ciudades más modernas urbanísticamente hablando y adaptándose a las nuevas corrientes artísticas que se han desarrollado en sus calles.

Nuria Ruiz Rincón
 

05/11/12

BARCELONA (Ioh Stridbeck, 1711)

En el año 201 a. C el ejército romano conquista Barcelona a los cartagineses. En aquella época parece que el nombre de la ciudad era el de Barca, en honor a la famosa dinastía cartaginesa. Los romanos la rebautizaron como Barcino y planificaron su desarrollo urbano siguiendo un trazado ortogonal, a partir de dos calles principales (cardo y decumanus) que se cruzaban perpendicularmente.

La ciudad romana, que hoy se correspondería con el Barrio Gótico, creció de forma desordenada durante la Edad Media, caracterizándose por un trazado viario irregular, donde las diversas calles no se adaptan en absoluto a ninguna directriz. En la imagen se puede observar una gran vía en la zona del Raval, que corre paralela al perímetro de la primera muralla e intenta comunicar la periferia con el casco antiguo.

Entre las edificaciones más importantes que se distinguen en el núcleo medieval de Barcelona se encuentran la Catedral, la Casa de l’Ardiaca y el Palau Episcopal. Por el otro lado de la catedral, siguiendo la calle Comtes de Barcelona, se llega al Palau del Lloctinent, de mediados del siglo XVI, tras el cual se abre la Plaza del Rei, presidida asimismo por el Palau Reial Major, antigua residencia de los Condes de Barcelona, y la Casa Clariana-Padellàs. Otra zona importante era la de la calle Montcada, lugar de residencia de la nobleza y los comerciantes adinerados del Barrio de La Ribera. Allí podemos observar varios palacios de la época, como el Palau Dalmases, residencia del mercader austracista Pau Ignasi de Dalmases i Ros.

Las principales zonas de acceso a la ciudad vieja eran la Puerta de San Daniel, la Nueva, la del Ángel, la de San Antonio y la Central. Otros edificios de carácter militar eran el Fuerte de Montaña, el Fuerte de los Judíos y el castillo, dentro de la propia ciudad. Por lo que respecta a los edificios religiosos están presentes los conventos de Bonsucces, Ángeles, Carme, Sant Josep, Trinitarios, Sant Agustí, Santa Mónica, Jerónimas.

El monasterio de Sant Pau del Camp fue el primer núcleo importante del Raval, anterior al siglo X, en torno al cual hubo una pequeña villa medieval vinculada al monasterio. El crecimiento de Barcelona configuró al Raval en el espacio que toma forma de diamante, entre el segundo cinturón de murallas, de Jaume I (1268) y la Rambla. El tercer cinturón de murallas fue iniciado por Pedro el Ceremoniós (1348), y abarca desde las rodas hasta la avenida del Parallel. En la imagen, dibujada en el contexto histórico de la Guerra de Sucesión Española, destaca especialmente esta última muralla, que fue fortificada en el siglo XVI con baluartes triangulares, dándole a la ciudad una curiosa forma estrellada.

A finales del siglo XV, a causa de las dificultades económicas provocadas por el desplazamiento del comercio marítimo hacia el Atlántico y la guerra contra Juan II, la ciudad se arruinó. Las pestes y epidemias paralizaron su crecimiento y algunas zonas como el Raval quedaron limitadas a actividades básicamente agrícolas. La ampliación urbanística posterior sobre esta zona se debió a que la ciudad se encontraba ahogada por las murallas. Esto daría lugar a la creación de los ensanches ya en el siglo XIX.

David Moreno Marín 

 

05/11/12

VENECIA (Canaletto, 1730)

Esta imagen del Gran Canal y la Iglesia de La Salud pertenece a un cuadro pintado por Canaletto en el año 1730, que actualmente se conserva en el Museo de Bellas Artes de Houston, Estados Unidos. Se trata de un óleo sobre lienzo que presenta unas dimensiones de 49,5 cm de alto y 72,5 cm de ancho.  La pintura se engloba dentro del género artístico de la veduta, que consistía en representaciones muy detalladas de vistas urbanas. Las vedutas servían en ocasiones para que las personas extranjeras que llegaban a Venecia tuvieran un recuerdo de la ciudad.

Venecia alcanzó su máximo esplendor durante la Baja Edad Media, alrededor del año 1400, gracias al control del comercio con Oriente y Europa, y a los beneficios que suponía la expansión por el Mar Adriático. Tras el descubrimiento de América, no obstante, las líneas comerciales se desplazaron a las Indias y Venecia empezó a perder el monopolio del comercio.

La ciudad presenta un trazado irregular y tiene una estructura dispersa, repartidas en varias islas conectadas por puentes. Además de la importancia religiosa de algunos espacios y edificios, la ciudad cumplía funciones portuarias, pesqueras y comerciales, ya que las actividades económicas estaban directamente relacionadas con la navegación marítima. El emplazamiento de la ciudad sirvió como mecanismo de defensa, ya que se encontraba atrincherada dentro de grandes murallas naturales. Estas murallas eran los numerosos bancos de arena que quedaban casi al descubierto en bajamar, así que para llegar al centro de la ciudad por barco era imprescindible conocer bien el camino. Normalmente se utilizaba un sistema de hileras de palos con luces para la noche. Este sistema se empezó a utilizar con la invasión de Napoleón.

El elemento en el que se desenvuelve todo el cuadro es el agua. Además, aparecen varios elementos significativos. Uno de ellos son las góndolas y las barcas. Estos elementos desarrollaban funciones de desplazamientos muy importantes debido a que Venecia  es una ciudad construida totalmente sobre el agua. Hasta  finales del siglo XVIII el medio de transporte utilizado por los habitantes era la góndola, y a principios del siglo XIX apareció la vaporetta, un barco desplazado por un motor de vapor pensado para transportar a un mayor número de habitantes.

Entre los edificios más importantes que aparecen representados en el cuadro, destaca la basílica Santa María de Salud. Está ubicada en el sur de Venecia, a la entrada del Gran Canal, en un emplazamiento privilegiado. Es estilo barroco y presenta una planta central rematada por un tambor de forma octogonal, sobre la cual se apoya una gran cúpula. Fue construida por Baldassare Longhena para conmemorar el cese de la epidemia de peste de 1631. En la actualidad, es uno de los puntos turísticos clave de la ciudad.

Las edificaciones que observamos a la derecha están construidas sobre pilotes de madera, colocados muy cerca unos de los otros para sostenerse mutuamente. Los cimientos yacen sobre los pilotes y la construcción de ladrillo o piedra se asienta sobre éstos. Todo el conjunto arquitectónico de Venecia está constantemente amenazado por las inundaciones, que son provocadas por las mareas y el empuje del mar Adriático, sobre todo durante la primavera y el otoño.

Alexandra Mesa García

05/11/12

MADRID (Lorenzo Quirós, 1760)

Este cuadro de Lorenzo de Quirós muestra el aspecto que adquirió la Calle de Platerías de Madrid (actual Calle Mayor), con motivo de la entrada de Carlos III como rey de España, en 1760. La vista está orientada desde la Puerta del Sol hacia la Casa de la Villa, la cual se distingue al fondo a la izquierda. Enfrente suyo, a la derecha se ve la torre de la Iglesia de San Salvador, que era la sede del gremio de plateros que daba nombre a la calle. Actualmente es el número 70 de la Calle Mayor.

El espacio representado es uno de los ejes más emblemáticos del llamado Madrid de los Austrias. Esta zona no tiene una morfología urbanística planificada, las calles se disponen irregularmente, de manera un tanto arbitraria. El crecimiento sin control de la población, desde que Madrid fue designada capital de la monarquía en 1561, complicó la ordenación de las calles, plazas y espacios públicos, que se acomodaron a la trama medieval preexistente. En su lugar se construyeron pequeñas plazuelas y callejones estrechos e irregulares.

La Puerta del Sol, por ejemplo, fue una construcción sin ningún tipo de planificación, resultante de la demolición de la muralla en ese punto. Sirvió para conectar el centro con vías de acceso desde la periferia, como las calles de Hortaleza y Fuencarral, pero no lo hizo de manera lineal. En cambio, la Plaza Mayor sí fue construida de forma regularizada, como un espacio rectangular diseñado sucesivamente por Juan de Herrera, Juan Gómez de Mora y Juan de Villanueva, entre los siglos XVI y XVIII. Como resultado de ello, se convirtió en un espacio público muy representativo, en el que además de celebrarse fiestas y corridas de toros constituía el centro comercial, mercantil y financiero de Madrid.

A su llegada a Madrid, Carlos III se encontró una ciudad sucia, pobre, fea, sin alumbrado y con graves problemas de salubridad. Por consiguiente, diseñó un plan de reforma urgente que en menos de treinta años cambió la imagen de Madrid para convertirla en una capital emblemática. El plan de reforma, que programó junto con el arquitecto Francisco de Sabatini, consistió en la aplicación de numerosas mejoras. Una de ellas fue la instalación de un pozo séptico en las casas, el cual se limpiaba por las noches con unos carros que el pueblo llamó las «Chocolateras de Sabatini». Otra fue la construcción de canalones para recoger las aguas de la lluvia. Las basuras se empezaron a trasladar a las afueras del casco urbano en vez de dejarlas en mitad de las calles. Se construyeron aceras, se prohibió que los animales anduvieran solos por las calles, se creó un alumbrado nocturno pagado por el pueblo.

Además de todo eso, se inició lo que podríamos considerar el primer ensanche de Madrid, trazando grandes avenidas como los paseos  de las Delicias, Acacias y Choperas. En la zona Este se organizó un gran paseo, al estilo de los «salones» franceses, sobre el Prado de los Agustinos Recoletos. El futuro Paseo del Prado cerró de esta forma el Madrid de los Austrias, sirviendo de línea de fijación que separaba el casco antiguo de la futura ampliación urbanística. La zona, conocida como el Madrid de los Borbones, se embelleció con fuentes como las de Neptuno, Apolo y Cibeles, y otros monumentos como la Puerta de Alcalá.

La capital adquirió así una imagen monumental y a la vez emblemática, modificando no sólo su aspecto urbanístico y arquitectónico, sino también sus costumbres sociales y sus hábitos culturales y de ocio, acordes con las nuevas ideas de la Ilustración. La imagen que analizamos aquí, no obstante, recoge la tradición barroca de adornar los espacios urbanos con tablados y arquitecturas efímeras de cartón-piedra para celebrar algún acontecimiento importante. En el diseño y decoración de estos elementos participaban los principales artistas de la corte y se gastaban grandes sumas de dinero, transformando la imagen de la ciudad de forma espectacular.

Ana Martín de la Sierra García 

 

05/11/12

TOLEDO (Franz Hogenberg, 1572)

La imagen está tomada del libro Civitates Orbis Terrarum, que es un gran atlas de ciudades de Europa editado por Georg Braun y grabado en gran parte por Franz Hogenberg, en 1572. Representa la ciudad de Toledo vista desde las colinas que la rodean, con el río Tajo en primer término y un grupo de personajes que la contemplan vestidos según la moda noble del siglo XVI.

La ciudad se ubica en un lugar clave en la margen derecha del río Tajo, sobre un cerro a unos 100 metros de altura sobre el mismo. Esto le da un fuerte carácter defensivo, puesto que el río actúa de foso natural y hace más impenetrable la ciudad. El Tajo rodea en tres cuartas partes la base del cerro, formando un pronunciado meandro que se conoce como “torno del Tajo”, y solo deja una zona libre. Esta zona, una amplia llanura situada en el lado norte, es la Vega Baja y constituye el único punto de entrada natural a la ciudad. En la imagen se corresponde con los campos del fondo, que eran utilizados para el cultivo agrícola. También servía como descansadero de ganado y zona de pasto. La proximidad del río además aseguraba el abastecimiento de agua tanto para los habitantes como para los cultivos y ganados.

Los primeros asentamientos en esta ciudad datan de época celtíbera, aunque su auténtico desarrollo tuvo lugar durante la romanización. De esa época se conservan numerosos restos arqueológicos, como los de un pretorium en la zona del Alcázar, unas termas y parte de un acueducto por el centro de la ciudad, y un circo en la zona de la Vega Baja. La ciudad alcanzó gran importancia con la llegada de los visigodos, quienes, en el año 418 derrotaron a los alanos y convirtieron a Toledo en la capital de su reino hasta que fue conquistada por los musulmanes en el 711.

La dominación árabe duró hasta que el rey cristiano Alfonso VI reconquistó la ciudad en 1085. Entonces Toledo se convirtió en la capital del reino de Castilla y experimentó un importante desarrollo cultural, plasmado en su Escuela de Traductores y en la construcción de numerosos edificios significativos. La convivencia pacífica en esta época, entre cristianos, judíos y musulmanes, ha llevado a denominar a Toledo la Ciudad de las Tres Culturas.

Lo cierto es que cada grupo social vivía en barrios separados y de cuando en cuando se producían conflictos. Pero el mestizaje y el intercambio cultural era frecuente, permitiendo la unión de tradiciones y costumbres. Esto se refleja en la arquitectura y el arte mudéjar, que es el estilo predominante en Toledo y se materializa por igual en iglesias cristianas, sinagogas judías y mezquitas árabes.  

La morfología urbana de Toledo se origina en la Edad Media y es de herencia musulmana. Hablamos de una ciudad con un plano irregular, lleno de calles estrechas entrecruzadas entre sí y edificaciones muy aglomeradas, que forman un entramado laberíntico de callejones, cuestas empinadas, codos y adarves sin salida, muchas veces techados con cobertizos. La Catedral de Santa María ocupa el núcleo de la ciudad, en el mismo lugar donde anteriormente se situaba la sede episcopal del reino hispano-visigodo y mas tarde  la mezquita árabe. Por consiguiente, podemos intuir que este lugar ha sido siempre el punto principal del que ha partido el desarrollo urbanístico y constructivo, fuera la religión que fuera. Lo dicho se aprecia perfectamente en la imagen de Hogenberg, en la que se ve claramente destacada la catedral en el centro.

En cuanto a su estructura, la muralla medieval dejó fuera una serie de arrabales que fueron progresivamente incorporados con la ampliación de la ciudad. El río Tajo también actúa como línea de fijación, detrás de la cual sólo se aprecian pequeños grupos de casas, ermitas y edificios aislados. Los puentes de Alcántara y San Martín permitían salvar el río para llegar a las puertas de entrada a la ciudad. Una de las más antiguas es la Puerta del Sol, obra mudéjar de época medieval, y otra más moderna es la Puerta de Bisagra Nueva, de estilo renacentista y carácter monumental. Servían para controlar las entradas y salidas de personas y animales, para el cobro de impuestos sobre manufacturas y alimentos que se introducían en la ciudad, y para honrar desfiles, procesiones y actividades festivas, protocolarias o militares.

Con la llegada de los Reyes Católicos, la ciudad se engrandeció y se construyeron nuevos edificios de carácter civil y religioso. En el siglo XVI alcanzó su mayor esplendor, destacando como cabeza política, religiosa y cultural de España, lo que llevó a formular algunos de los tópicos más reiterados de la época: Toledo como una Nueva Roma o Toledo como la Ciudad Imperial. Los Reyes Católicos mandaron construir el monasterio de San Juan de los Reyes como su futuro mausoleo, y favorecieron la fundación del Hospital de Santa Cruz, dando impulso al arte del Renacimiento, que tendría su mayor expresión unas décadas más tarde con la construcción del Hospital Tavera, en la Vega Baja, y el Alcázar Real, en el punto más alto de la ciudad.

Más o menos hasta el año en el que fue grabada esta imagen, Toledo mantuvo su esplendor e importancia, llegando a contar con una población de 70.000 habitantes. Pero en 1561 la capital de la monarquía se instaló en Madrid y Toledo limitó su importancia al ámbito religioso, como sede primada de la Iglesia española. El traslado de la corte provocó una importante recesión económica y una cierta descomposición de la industria local, que acabó especializándose en la producción de aceros. La industria metalúrgica ha sido de hecho la base económica de Toledo, con una larga tradición en la fabricación de espadas y cuchillos. Entre los siglos XV y XVII experimentó tal auge que las espadas toledanas llegaron a ser consideradas las mejores de Europa. Su producción era llevada a cabo por pequeños artesanos dispersos, que eran supervisados por el gremio de espaderos, encargado de certificar la calidad final de las piezas.

Laura Cristóbal Cantería y Rodrigo Friginal Pérez
 

05/10/12

AMSTERDAM (Gerrit A. Berckheyde, 1686)

El Nieuwezijds Voorburgswal con el mercado de flores de Amsterdam

Este cuadro fue pintado por el artista Gerrit Adriaensz Berckheyde, nacido en Haarlem en 1638. Gerrit Berckheyde se especializó en la representación de vistas urbanas. Desde 1661 hasta 1681 formó parte de la sociedad de retóricos de Haarlem, conocida como De Wijngaardranken, y entre 1691 y 1695 sirvió como oficial del gremio de San Lucas. A pesar de que no tuvo un taller formal, ni alumnos, sus obras ejercieron una enorme influencia sobre otros pintores de vistas urbanas como Timotheus de Graaf, Jan ten Compe e Isaac Ouwater.

Ámsterdam nació como un pueblo pesquero; la fecha oficial de la fundación de la ciudad es el día 27 de Octubre de 1275, pero fue a partir del siglo XIV cuando Ámsterdam empezó a florecer como ciudad comercial. El siglo XVII es considerado el Siglo de Oro en Ámsterdam por la abundancia de comercio que existía en esa época: se construyó todo el centro histórico de la ciudad, la cual poseía numerosas embarcaciones que transportaban mercancía hacia el mar Báltico, Norteamérica, África y las tierras que ahora representan Indonesia y Brasil. Se creó así una base de una red comercial mundial. Esta red comercial también se encontraba dentro de la ciudad, como se puede apreciar en la imagen. La construcción de canales interurbanos facilitó el transporte de mercancías por toda Ámsterdam, lo que hizo que el comercio tuviese más importancia. Dados estos canales, se conoce a Ámsterdam con el nombre de la Venecia del Norte.

El título completo del cuadro es El Nieuwezijds Voorburgswal con el mercado de flores de Amsterdam, en referencia al nombre de la calle que aparece en la imagen. De fondo, se puede observar la fachada posterior del Palacio Real junto con el río Singel y el Mercado de las Flores. 

El Palacio Real se encuentra situado en el centro de Ámsterdam, en el lado oeste de la Plaza Dam, frente al monumento de la guerra y al lado de la Nieuwe Kerk. El edificio tuvo la función de palacio real para el rey Luis Napoleón y más tarde perteneció a la Casa Real neerlandesa. Fue inaugurado en 1655, por lo que, si el cuadro tiene fecha de 1686, quiere decir que la construcción de dicho palacio es reciente. Sin embargo, la vista en el cuadro del Palacio Real pertenece a la parte posterior del edificio, que coincide con una parte del río Singel. Comparando la imagen del cuadro con la realidad, el curso del río no coincide con la calle Nieuwezijds Voorburgswa, sino que ahora fluye dos calles por detrás.

Además, en el cuadro aparece pintado el famoso Mercado de las Flores de Ámsterdam. Por lo que se puede apreciar, la variedad no era muy abundante en aquella época, pero se trata de un mercado permanente que comenzó a principios del siglo XVII. Antiguamente, todas las flores y plantas llegaban diariamente a este mercado en los barcos por el río Singel, procedentes de las zonas hortícolas de los alrededores de Ámsterdam.

En resumen, la ciudad estaba en pleno apogeo en el momento en el que pintó el cuadro: la construcción del Palacio Real era reciente, los canales alrededor del centro histórico eran la principal vía de comunicación y el Mercado de las Flores no era muy abundante, pero sí muy conocido. Posteriormente, Ámsterdam se ha convertido en la ciudad más grande del país, y un gran centro financiero y cultural de proyección internacional, aun cuando su inicio fue como un pequeño pueblo pesquero.

Ana Arranz Culebras

 

05/10/12

NUEVA YORK (Eduardo Úrculo, 1992)

Cuadro New York Eduardo Úrculo

En esta pintura titulada  El Nuevo Mundo,  Eduardo Úrculo nos presenta  una imagen diferente de Nueva York. En su obra utiliza las líneas de dibujo muy marcadas y unos colores muy vivos, con tonos cálidos, rompiendo con  la típica “imagen gris” de esta ciudad; ha logrado que la sensación de agobio y aglomeración que se normalmente se percibe al contemplar este tipo de paisajes urbanos sea olvidada por el espectador.

Nueva York está ubicada en la costa este de los Estados Unidos de América. Su morfología regular está determinada por un emplazamiento en el que han primado los criterios económicos. Estamos por tanto ante un modelo de ciudad industrial, un tipo de asentamiento urbano surgido con la Revolución Industrial en el siglo XIX. Además cumple todas las características del estilo de vida urbana, compuesta de gran número de habitantes y actividades enfocadas mayormente a los sectores secundario y terciario. La proximidad al mar también ha condicionado la procedencia diversa de su población, convirtiéndose en un espacio en el que conviven culturas de todo el mundo. Nueva York está considerada como una ciudad global dada su influencia a nivel mundial en los medios de comunicación, la política, la economía, la cultura, el entretenimiento y la moda.

Asentada mayoritariamente sobre tres islas, Manhattan, Staten Island y Long Island, la ciudad de New York es un ejemplo de cómo el emplazamiento original en una península puede obstaculizar la expansión de una ciudad, en este caso debido a la falta de espacio. La escasez de terreno edificable ha generado un crecimiento superlativo en vertical y una alta densidad de población. A pesar de ello, su localización marítima y el puerto natural proporcionado por el río Hudson, han ido reforzando cada vez más función mercantil de la ciudad, convirtiéndose en uno de los principales centros mundiales de comercio y finanzas, ya desde finales del siglo XIX. Actualmente se encuentra entre las aglomeraciones urbanas más grandes del mundo, con más de 20 millones de habitantes.

La imagen que analizamos, datada en 1992,  incluye el Río Este y algunos elementos urbanos que se han convertido en iconos de  la ciudad de Nueva York: el Empire State Building, las Torres  gemelas del  World Trade Center y el Puente Brooklyn.  Úrculo “sella” este cuadro con algunos detalles identificativos de su trabajo, como son el  sombrero y  las maletas, armonizándolos  perfectamente con el resto de los componentes. Éstos refuerzan algunas de las características de la urbe: su atractivo turístico y su importancia comercial para el espacio internacional. El resto de los elementos urbanos son rascacielos, construcciones propias de la época que reflejan la alta densidad poblacional.

A través de los elementos escogidos por el artista, se resalta la importancia y la complejidad urbana de Nueva York.  Eduardo Úrculo ha sabido transmitir su bullicio y su heterogeneidad demográfica mediante el colorido diverso de los edificios. Desde una perspectiva subjetiva, la calidad de vida que se percibe en este tipo de urbe es más bien estresante. Sin embargo, la visión que ofrece Eduardo Úrculo en esta obra dulcifica la percepción de la ciudad.

Ana Isabel Mercado Soriano

05/10/12

MADRID (Antonio Joli, 1753)

 

Antonio Joli pintó esta vista de Madrid en el año 1753, desde el puente de Segovia. En la pintura se puede observar el Palacio Real, la Puerta de San Vicente, la ermita de la Virgen del Puerto, el río Manzanares, el Puente de Segovia y a lo lejos varias cúpulas y torres de las numerosas iglesias y conventos de la capital. Antonio Joly era un pintor italiano que vino a Madrid en el año 1750 y durante los cuatro años que vivió en la ciudad se dedicó a pintar diferentes paisajes de la misma, como la Calle de Alcalá, la Calle de Atocha, etc.

En la primera mitad del siglo XVIII, Madrid todavía se caracterizaba por tener las calles estrechas, empinadas, con baches, mal distribuidas y aglomeradas. El viejo Alcázar de los Austrias, construido junto a la muralla medieval, era la sede de la corte y el punto estratégico más alto de la villa. Con la llegada de los Borbones, el rey Felipe V ordenó que se construyeran nuevos monumentos y espacios urbanos abiertos, con el propósito de embellecer los alrededores del Alcázar. Este edificio además fue completamente destruido en 1734, por culpa de un incendio, y después sustituido por el Palacio Real Nuevo.

Al este del Palacio se situaban las iglesias y conventos con el perfil de cúpulas que caracterizaba a la época. También se encontraban allí las casas e instalaciones artesanales dedicadas al curtido y confección de pieles. Así se observa en la imagen que hay una importante y clara diferencia entre dos zonas de arquitectura distinta, la del Palacio Real a la izquierda, y la de Madrid de los Austrias a la derecha.

Con la llegada al trono de Carlos III, las reformas urbanísticas se multiplicaron en Madrid, con la intención de embellecer la ciudad. Así se construyeron parques, plazas, paseos, puentes, fuentes, hospitales, edificios para uso científico, etc. Por eso Carlos III fue considerado el mejor alcalde de Madrid. Estas reformas se localizaron en lo que antiguamente era la periferia de la ciudad, en torno al Prado de los Agustinos Recoletos.

En esta época las actividades económicas se centraban en el comercio y en una incipiente industria. Felipe V quiso reanimar el mercado colonial y Fernando VI inauguró las Reales Fábricas, germen de la producción industrial en España. Cuando el Marqués de la ensenada fue nombrado secretario de Hacienda, se promovió un nuevo sistema social y económico, creando un impuesto único que dependía del nivel económico de cada persona, y persiguiendo el fraude fiscal con el fin de incrementar los ingresos. Con todo ello, la población de Madrid aumentó, convirtiéndose en la ciudad más habitada de la monarquía.

Para finalizar destacaremos los elementos urbanos que se muestran en la pintura. A la izquierda se encuentra el Palacio Real, que fue iniciado en 1738 por orden de Felipe V sobre el antiguo Alcázar. Para evitar incendios, el Palacio Real fue construido enteramente en piedra y ladrillo, sin utilizar nada de madera. Debajo está la Puerta de San Vicente, que fue diseñada por Pedro de Ribera a instancias del Marqués de Vadillo en 1726, como puerta de acceso a Madrid. Prácticamente en el centro de la imagen, en primer plano, se halla la ermita de la Virgen del Puerto, construida en 1716 como hito en torno al que urbanizar la gran explanada existente entre el parque del Alcázar y el Río Manzanares. Es uno de los monumentos más bonitos de Madrid pero tras los daños sufridos en la Guerra Civil ha sufrido diversas reformas. Finalmente, el Puente de Segovia, que fue construido por Juan de Herrera en 1582. Fue levantado por orden de Felipe II a consecuencia de la instalación de la corte en Madrid, para acceder a ella desde el camino de Segovia.

Paloma Gutiérrez Pecos

 

05/10/12

BARCELONA (1705)

Esta imagen extraida de la Biblioteca de Cataluña muestra la ciudad de Barcelona a principios del siglo XVIII. A pesar de la extraordinaria fortificación que la rodea, su aspecto físico y arquitectónico era muy similar al que tenía desde mediados del siglo XVI, después de las reformas promovidas por el emperador Carlos V.

Los asentamientos más antiguos se encontraban sobre la cima de Montjuic, aprovechando su situación estratégica junto al mar, pero desde época romana la ciudad fue definitivamente emplazada en mitad de una amplia llanura delimitada por el río Besós al norte y la citada montaña de Montjuic al sur. La antigua Barcino tomó la forma urbana de castrum (poblado fortificado) primero, y oppidum después. El municipio romano estaba dividido en la ciudad en sí (urbs), y el área rural que la rodeaba (territorium), donde se extendían las casas agrícolas y también los cementerios.

Este municipio fue construido siguiendo el sistema habitual de urbanización de las colonias romanas, con un plano ortogonal o en damero, en el que destacaban los habituales ejes organizadores Cardus Maximus (actualmente calle de la Llibreteria) y Decumanus Maximus (calle Bisbe y de la Ciutat). El foro romano (cerca de la actual plaza Sant Jaume), era la plaza central dedicada a la vida pública y a los negocios. Se situaba entre los dos ejes organizadores, aproximadamente en el centro del recinto amurallado. Allí se concentraban las construcciones dedicadas a los negocios, la justicia, las termas o baños públicos, etc. También era el lugar donde las autoridades se reunían en la Curia y la Basílica.

Durante la Edad Media la ciudad experimentó una fuerte transformación interna y se desarrolló de manera irregular, con calles estrechas y sinuosas, muchas de ellas sin salida, originadas por la inexistencia de planificación previa. Las manzanas de viviendas eran por tanto irregulares y compuestas por edificios estrechos en los que se hacinaba la población. Además fue rodeada por unas sólidas murallas.

La primera muralla, de origen romano, se empezó a construir en el siglo I a. C.; era de forma cuadrangular, fábrica sencilla, cuatro puertas de acceso y torres en las esquinas. Las primeras incursiones de francos y alamanes suscitaron la necesidad de reforzar las murallas entre los años 270 y 300, sucesivamente ampliadas hasta llegar a la configuración que vemos en esta imagen de principios del siglo XVIII. El último añadido había sido la Muralla de la Marina, acabada de construir en 1563. Se trataba de un lienzo de piedra que completaba el cierre de la ciudad en un imponente recinto amurallado reforzado con torres y bastiones. Su extensión intramuros alcanzó entonces un área de aproximadamente 2,5 km², superficie que apenas se amplió, exceptuando la construcción de la Ciudadela, hasta la definitiva demolición de las murallas a mediados del siglo XIX. La que apreciamos en el grabado fue la nueva muralla que se construyó sobre las bases de la primera; estaba formada por un muro doble de dos metros con espacio en medio relleno de piedra y mortero, numerosos baluartes de artillería, y 81 torres de unos 18 metros de altura media, la mayoría de base rectangular.

Otro de los elementos urbanos significativos era el puerto. Paradójicamente, durante la época de esplendor del comercio catalán en el Mediterráneo, Barcelona no contaba con un puerto preparado para el volumen de barcos que atracaban en la ciudad sino que tenían un puerto natural al pie del poblado de Montjuic.Por eso fue construido un  nuevo puerto en los siglos XV y XVI, con el fin de cubrir las necesidades de la importante flota mercante de Barcelona. Históricamente la economía de Barcelona se ha basado en el comercio que, gracias a su enclave geográfico estratégico, le ha permitido siempre una intensa actividad mercantil con Francia, el resto de España y otros puntos del Mediterráneo. De hecho, la actividad comercial y portuaria fue el principal motor de la ciudad hasta la Revolución Industrial.

Por último, fuera de la ciudad se encontraba la fortaleza de Montjuic, una construcción defensiva que constituía un punto estratégico desde el cual se podía dominar el puerto y los accesos meridionales a la ciudad. Situada en la cima del Monte de los Judíos, era además un lugar muy importante para la defensa de la ciudad. El castillo también fue utilizado numerosas veces como prisión para presos políticos y lugar donde, posteriormente, eran fusilados y enterrados en el cementerio del lado suroeste de la montaña.

La imagen analizada representa la Batalla de Montjuic, que fue un enfrentamiento armado de la Guerra de Sucesión Española, producido en 1705 entre los partidarios del candidado Borbón Felipe de Anjou y los del archiduque Carlos de Austria. La batalla fue ganada por las tropas fieles al archiduque, quienes inmediatamente después asediaron y conquistaron la ciudad de Barcelona. El 22 de agosto de 1705 una flota de la Gran Alianza formada por Austria, Inglaterra y Holanda fondeó en las aguas de Barcelona, desembarcando tropas en tierra y poniendo cerco a la ciudad. El 13 de septiembre por la noche una fuerza de 1.000 hombres escaló por sorpresa los muros del castillo de Montjuic. En el combate murió el príncipe Jorge de Darmstadt, pero al final la guarnición leal a Felipe de Anjou se rindió. Los aliados fortificaron la ciudadela y la utilizaron para bombardear la ciudad, que el 9 de octubre capituló ante el archiduque Carlos.

Alba de Miguel Martín

05/9/12

PARÍS (1888)

Esta imagen histórico-artística es un grabado de la ciudad de París. Fue realizado en Octubre de 1888, cuando había experimentado profundos cambios en su estructura y morfología urbanas, para convertirse en una ciudad moderna e industrial. A partir de 1852, el Barón Haussmann hizo varias reformas, como un gran plan urbanístico, demoliendo gran parte de la ciudad medieval. Sus objetivos eran urbanísticos, higiénicos y políticos, por ejemplo, quería resolver los problemas de suministro de agua potable, controlar las barricadas que aprovechaban las estrechas calles del centro antiguo, distribuyó parques por toda la ciudad, y lo más característico es que cambió la morfología de París, conformando amplias avenidas rectilíneas y ordenadas. Las actividades principales de esta época son comerciales y empezaban a tener una función turística.

Hay diferentes elementos que configuran el espacio urbano, las construcciones y los espacios abiertos son los más destacados en esta imagen. Refiriéndonos a las construcciones observamos unos monumentos en construcción que fueron realizados para la Exposición Universal, que tuvo lugar en 1889, un concurso en el que las mentes más brillantes aparecieron para presentar sus nuevos inventos. Destaca la Torre Eiffel, diseñada por Gustave Eiffel, también fue realizada para conmemorar el centenario de la Revolución. Se ven a su alrededor varios pabellones de los distintos países que iban a acudir a la Exposición Universal.

La Exposición Universal fue todo un éxito, donde se reunieron todas las naciones del mundo para celebrar el Centenario de la Revolución Francesa, fue fuente de inspiración para quienes siempre defienden la libertad, igualdad y fraternidad de los seres humanos. También, generó cambios urbanos en la ciudad, modernizando su perfil, gracias a la incorporación de la Torre Eiffel en el paisaje de de París.

La Torre Eiffel iba a ser sólo un edificio temporal hasta 1889, realizada únicamente con motivo de la Exposición Universal, pero la población parisina se opuso a su demolición y desde entonces, es uno de los símbolos más representativo de París y de toda Francia. Es una estructura de hierro que mide en la actualidad 324 metros de altura, consta de tres niveles y dos ascensores. Tiene un gran valor monumental, por esto su función principal es como atracción turística.

En cuanto a los espacios abiertos, se puede observar en un primer plano las fuentes y jardines del Trocadero, un gran jardín diáfano, ideado por Luis XVIII, y  llamados así, por la victoria en la batalla que tuvo lugar en Cádiz, para la búsqueda del rey Fernando VII. También aparece una escultura de bronce que representa una figura humana. Los jardines del Trocadero tienen la función de encuentro social y de ocio. En la imagen no se ven calles, pero podemos apreciar un puente que cruza el río Sena, que también sirve de conexión de dos espacios urbanos, es el puente d´Iena. En concreto, une dos parques, los jardines del Trocadero y el Campo de Marte.

En la actualidad París es la tercera ciudad más grande del continente europeo, el destino turístico más popular del mundo, ya que ha sido un centro cultural y artístico relevante en la historia occidental y además, es uno de los motores de la economía mundial.

Beatriz Galán Tabernero

05/9/12

DELFT (Johannes Vermeer, siglo XVII)

Johannes Vermeer está considerado uno de los pintores más importantes de la Edad de Oro de la pintura holandesa. Es especialista en escenas interiores cotidianas de la vida doméstica burguesa pero también tiene algunos paisajes urbanos excepcionales. La Vista de Delft es cronológicamente la última pintura de Vermeer, y en ella se recogen los principales lugares de su vida.

Este cuadro pertenece al estilo barroco holandés, en el que se aprecia el interés por el paisaje, en este caso de la ciudad de Delft, por los quehaceres de la vida ordinaria, por los pequeños detalles y por las costumbres de la vida burguesa. En la pintura se distinguen tres zonas: la orilla del canal, el canal y el conjunto urbano que contribuyen, con esa distribución por planos, a la característica profundidad barroca. Las personas, la barca de la izquierda, estáticas y como llamadas a la tranquilidad y al reposo, se reflejan como elementos característicos de esta obra de arte.

Los elementos arquitectónicos están ordenados de manera paralela, siguiendo la perspectiva ortogonal tradicional en el Renacimiento italiano. Así, tras el río, observamos los edificios que forman el cinturón defensivo de la ciudad, presididos por la puerta de Schiedam, mientras que en una segunda línea queda un grupo de edificios entre los que sobresale la elevada torre de la Nieuwe Kerk (nueva iglesia). El hecho de que sobresalga la torre de la iglesia, hace pensar a algunos expertos que nos encontramos con una clara referencia política, ya que en la Nieuwe Kerk estaba enterrado Guillermo I de Orange, gobernador holandés asesinado en 1584 en Delft, siendo considerado por la ciudad un héroe de la lucha contra los españoles.

La puerta de Schiedam, edificio situado en el centro de la obra, fue derribada en 1614 para dar paso a la Kolk, puerto triangular donde están amarrados los navíos y las embarcaciones. Todas las puertas de la ciudad de Delft fueron construidas para vigilar el tráfico de agua y, además, defender la ciudad por donde era probable que atacase el enemigo. Hasta mediados del siglo XVIII, las puertas también sirvieron para recaudar un impuesto de ciudad a la hora de acceder por tierra y agua.

Por otro lado, las barcazas y los buques de carga que pueblan la vista de Delft, delatan el tiempo específico en que Vermeer representó la obra, ya que cada año, la temporada activa de las embarcaciones fue limitada por ley desde el 1 de Junio hasta finales del mes de Diciembre. Estos barcos eran unas inversiones muy costosas, pero se utilizaban de manera óptima durante la temporada de pesca legal. Las murallas del sur de las puertas de la ciudad de Delft nos delatan que estamos en los primeros años de 1660. Aunque la representación arquitectónica es bastante exacta, no sigue la convención topográfica de destacar los hitos principales, debido a que Vermeer alteró las dimensiones de algunos edificios importantes.

La torre inclinada de la Oude Kerk (vieja iglesia), que se oculta justo por encima de la línea del horizonte, es un emblema prominente de Delft, que quiso ser remodelado por el consejo de la ciudad, a lo que los contratistas locales se opusieron, consiguiendo evitar esta decisión. El 15 de Diciembre de 1675, Vermeer fue enterrado en dicha iglesia, en una cripta familiar situada en el transepto norte.

Asimismo, la puerta de Rotterdam, situada entre los deltas de los ríos Rin y Mosa, existe desde 1328, cuando todavía era un pequeño puerto para pesca situado en el río Rotte. Sin embargo, se desarrolló extraordinariamente a partir del siglo XIX, cuando se abrió una conexión con el Mar del Norte, llamada de Nieuwe Waterweg, estableciendo un importante canal de comunicación con la pujante y potente industria alemana. Finalmente, la puerta de Rotterdam fue derribada en 1836.

Johannes Vermeer era especialista en escenas de interiores de la vida doméstica burguesa, lo cual se puede apreciar en las personas situadas en la esquina inferior izquierda, las cuales se disponen a embarcar. La presencia de una lechera, una encajera y otras doncellas hacen referencia a muchas de sus obras, donde se representa la vida de las sirvientas y la gente del pueblo.

Por último, Vermeer representa la ciudad desde el sureste, con el Canal Schie en primer plano. Las nubes se diseminan pasando alto por encima de la ciudad. Los techos un poco más lejos están encendidos por el sol, que crea una sensación de gran profundidad; ha cesado todo movimiento y una sensación de descanso se cierne sobre la escena. Una suave brisa despeina la superficie del agua. Los árboles tienen hojas, por lo que debe ser primavera o verano en algún momento de la mañana, debido a que el sol está en el Oriente. No hay muchas pinturas que reflejan la realidad en esta medida. Es como si estuviésemos mirando por la ventana en la Delft de hace 350 años.

Marta Calvo Lillo
 

05/9/12

PARÍS (José Luis Suárez, siglo XX)

La pintura elegida representa la capital de Francia en el siglo XX y lleva el título de Panorámica de París. Su autor es José Luis Suárez y muestra una imagen casi topográfica del río Sena y los principales monumentos de su entorno. Entre otros se encuentran la iglesia de los Inválidos (con los restos de Napoleón), el Panteón y la Torre Eiffel. También podemos percibir unas cuantas embarcaciones en su margen izquierdo, dando a entender la belleza y el atractivo turístico del río. La vista está plasmada con una perspectiva extraordinaria, que permite divisar toda la ciudad de París con el punto final de la Torre Eiffel.

En la imagen se aprecia claramente la estructura del urbanismo parisino de la época de Napoleón III, que decidió hacer de París la capital de las capitales mediante una política de reformas muy ambiciosa que fue encargada al barón Haussman. El resultado fue la creación de una vasta red de arterias que configuraban todo el territorio de la ciudad. Esta nueva estructura urbana, hecha de bulevares, avenidas y largas calles se impuso a la trama medieval preexistente. Esta característica aparece reflejada en nuestra imagen, en las avenidas que recorren las dos orillas a lo largo de todo el río y que en la orilla derecha se aumenta notablemente, dando lugar a Los Campos Elíseos.

El río Sena divide la ciudad en dos mitades justo desde donde el autor proyecta la perspectiva, puesto que detrás de él se situaría la Ile de la Cité. La orilla derecha ha sido tradicionalmente la zona burguesa de la capital francesa, mientras que la orilla izquierda ha sido la zona intelectual, vanguardista y más cultural de la ciudad. Es un espacio dónde se ubican las universidades, las editoriales y galerías de arte más independientes. A ambos lados del río se crearon barrios residenciales de alto nivel social, que dieron lugar a que las clases más desfavorecidas tuvieran que trasladarse a las afueras de la ciudad.

Puede parecer casualidad que todos los monumentos citados aparezcan mayoritariamente en la margen izquierda del Sena, pero en realidad tiene su explicación histórica. Cuando se fundó la ciudad de París (hacia el año 200 a. C.), la ciudad se estableció en la orilla izquierda del Sena, fundamentalmente por razones estratégicas defensivas ya que el asentamiento quedaba protegido casi en su totalidad por del río. Con el paso del tiempo la ciudad dejó su huella arquitectónica en aquella margen del río pero también se extendió por la otra. Para lograr la conexión entre los dos márgenes del río Sena (y las dos partes de la ciudad), fue necesario construir una gran sucesión de puentes, lo que terminó por imprimir una enorme importancia estética a París.

Uno de los puentes que mejor se distingue en la imagen es el Pont des Arts o Passerelle des Arts, como también se le llama. Es un puente únicamente peatonal que cruza el Río Sena a la altura del Institut de France y que une a éste con el Museo del Louvre. De este recibe el nombre, porque el Museo del Louvre antes era llamado “Palacio de las Artes”. El puente se construyó entre 1802 y 1804, en principio compuesto por una sucesión de nueve arcos que sostenían una simple y estrecha pasarela peatonal. Durante la Primera y Segunda Guerra Mundial sufrió varios bombardeos, y posteriormente fue dañado por las colisiones causadas por algunas embarcaciones al pasar entre los pilares. Así que entre los años 1981 y 1984 se reconstruyó de nuevo, con mejoras arquitectónicas y de ingeniería que no menoscabaron la estética, según los planos de Louis Arretche, ingeniero que decidió reducir el número de arcos de nueve a siete.

Finalmente, es muy significativo que el puente que dibuja el pintor sea por el que se accede al Museo del Louvre y a la Escuela Nacional Superior de Bellas Artes. Parece conectar con la propia identidad del pintor pero también refuerza las funciones turísticas y culturales de la ciudad de París. Por tanto, se trata de un cuadro que recoge una panorámica de París muy acertada y un lugar que probablemente el autor de la obra conozca bastante bien.

Laura Arce Pousa y Jesús Francisco López Olmedo
 

05/9/12

GRANADA (Joris Hoefnagel, 1563)

La ciudad de Granada está situada  en una amplia depresión intrabética  a unos 738 metros sobre el nivel del mar, formada por el río Genil y el pie de monte del macizo más alto de la Península Ibérica, Sierra Nevada. En esta imagen de mediados del siglo XVI se pueden observar algunas de las principales partes por las que está formada Granada, entre las que destacan el Albaicín, la Alhambra y el barrio del Realejo.

A finales del siglo XIV se llamó Albaicín al arrabal noroeste de la Alcazaba. Un arrabal es una agrupación irregular (sin planeamiento urbanístico previo) de viviendas y comercios, normalmente asociado a clases bajas. El término se aplica normalmente para definir los crecimientos descontrolados que tuvieron lugar en las ciudades europeas durante la Edad Media. Su morfología era de tipo orgánico, con callejuelas estrechas y viviendas intrincadas. Las murallas, que sólo protegían los palacios de los reyes así como las zonas más aledañas de las que éstos se servían se ampliaron para dejar incluidos en el recinto a los nuevos arrabales. El arrabal del Albaicín quedó incluido dentro de las murallas en 1327.

Cuando se produjo la expulsión de los moriscos, los habitantes cristianos se fueron apropiando de aquellas casas que quedaron vacías y es curioso cómo, por ejemplo, el llamado Carmen de los Mascarones se formó sobre el espacio que ocuparon cinco viviendas moriscas. Carmen es una palabra castellanizada que proviene de la palabra árabe “karm”, que significa finca rústica que contiene vivienda, jardín y huerto.

Por otro lado, descaremos el barrio del Realejo, arrabal judío de la ciudad musulmana. Aunque actualmente a esa zona se le da esta denominación, no siempre fue así.  Históricamente tiene dos partes bien diferenciadas: por un lado, la zona llana que conserva muy poco de su antiguo trazado urbano y por otro, la alta, en la ladera de la colina del Mauror, la que baja desde Torres Bermejas. En 1410 esta parte dio cobijo a los habitantes de Antequera y por eso recibió por ello el nombre de Antequeruela (se puede observar en la leyenda del dibujo). En la actualidad sigue siendo un laberinto de callejuelas estrechas tan empinadas que muchas de ellas son escalonadas.

Granada vivió su máximo esplendor durante el periodo de ocupación musulmana, que empezó en el siglo VIII. Con la dinastía Nazarí entre 1238 y 1492, se convirtió en el centro cultural y artístico de Europa. Era una ciudad, que estaba en plena ebullición y se convirtió en una aglomeración de mercaderes, eruditos, científicos, artesanos y artistas, que hicieron progresar a la ciudad en todos los sentidos. La cultura del Al-Andalus se implantó en todo su esplendor y se construyeron edificios en estilo islámico o mudéjar.

En 1492 los Reyes Católicos reconquistaron la ciudad, imponiéndose  el cristianismo como religión y haciendo que la ciudad tomase otros derroteros. Se expulsó a los moriscos de la ciudad. Los monumentos construidos tras esta época son de estilo renacentista o gótico. En el siglo XVII pasó por un periodo de decadencia del que se recuperó y en el siglo XIX, supo recuperar la admiración de músicos, arquitectos, artistas y poetas, quienes encontraban su fuente de inspiración en sus calles y en el encanto, que despierta la ciudad.

Algunos de los elementos urbanos que se destacan en la imagen son: la Catedral, la iglesia de San Cristóbal y el Carmen de los Mártires.

La Iglesia Catedral de la Anunciación de Granada es un templo católico que se erigió en el año 1505 sobre la antigua mezquita mayor de la ciudad, por decisión de la reina Isabel La Católica. Tras muchos años de trabajo, en 1704 se concluyó finalmente la construcción de esta gran catedral. Se estructura en cinco naves, doble girola, crucero y dos torres a los pies. Conserva el concepto de iglesia gótica de naves escalonadas y bóvedas de crucería, pero incluye elementos clasicistas como son las medias columnas acanaladas y con capiteles corintios adosadas a los pilares y las altas pilastras creadas para elevar la altura de las naves.

La iglesia de San Cristóbal se construyó como iglesia parroquial en el año de 1501, con feligresía de moriscos conversos junto a cristianos viejos. Dispone de una planta de una nave, Capilla Mayor y capillas laterales con las torres situadas a los pies del templo. Por último, en el Carmen de los Mártires la Reina Católica mandó edificar una ermita en la parte más alta de la colina, en conmemoración de los cristianos que sufrieron martirio durante la dominación árabe en estos lugares.

También es importante destacar de Granada su río, el Darro, célula esencial del Albaicín y sitio de enlace con el resto de la ciudad. Sobre su encanto hay que señalar las palabras de Andrea Navagiero, embajador de la república de Venecia en España, que visitó Granada en 1525 y describió el Darro con estas palabras: “Sus riberas son muy sombrías, altas y cubiertas de verdura y muy apacibles, pobladas a uno y otro lado de la multitud de casas pequeñas con sus jardincitos medio ocultos entre los árboles que forman bosques”.

Mónica Romojarro Martínez

 

05/9/12

SAGUNTO (Anton van der Wyngaerde, 1563)

 

Sagunto es una de las ciudades más antiguas de España. Está emplazada junto a la desembocadura del río Palancia, que muestra un fuerte gradiente hasta las cercanías de la misma ciudad de Sagunto. La costa baja y arenosa, cubierta de dunas. La ciudad tiene plano irregular y se divide en dos núcleos de población principales: la Ciudad Vieja  y el Puerto de Sagunto. Entre medias de ambos, como una subdivision, se encuentran los siguientes núcleos de población menores: La Almardà, el Baladre, la Partida de Gausa y la Partida de Montiver.

El pasado de Sagunto comienza en los yacimientos del Pic dels Corbs, Aixeve, Picaio y l’Albardeta, pertenecientes a la Edad del Bronce. Durante el siglo V a. C., se  construyeron murallas para protegerse de los peligros, se absorben los antiguos poblados y pasan a denominarse Arse. Se produce un gran desarrollo cultural y económico, avalado por la acuñación de moneda propia y las fructíferas relaciones comerciales con griegos y fenicios. Este importante crecimiento llega a su fin con motivo de las guerras entre Roma y Cartago. El ejército cartaginés, bajo la dirección de Aníbal, destruyó la ciudad tras 8 meses de asedio, en el año 218 a. C. Este hecho originó la Segunda Guerra Púnica. Después de la victoria romana se inició un nuevo proceso de expansión y desarrollo de la ciudad, que pasó a llamarse Saguntum.

En el siglo VIII cayó bajo la dominación musulmana. Durante esta época la ciudad pasó a denominarse Morbiter y conoció un nuevo esplendor. Como resultado de ello se construyeron baños, palacios, una mezquita y escuelas, siguiendo un trazado urbano desordenado. En 1098 fue reconquistada por el Cid Campeador, aunque la reconquista definitiva y su vuelta a la Cristiandad se produjo en 1238 con Jaime I. A partir de entonces se inició una época en la que convivieron en la misma población judíos, moros y cristianos.

Históricamente, la economía de Sagunto se ha basado en el comercio marítimo, la pesca y la agricultura de secano, esencialmente vinicola. En el siglo XIX todavía  se exportaban vinos y aguardientes a Francia pero la destrucción de los viñedos por una epidemia de filoxera, y la posterior conversión del secano en regadío, hizo que el cultivo de la vid fuera sustituida por el de los agrios (naranjos, limones, pomelos y otros arboles frutales), que junto con la siderurgia y la actividad portuaria constituyen la base de la economía actual.

Carlos Fernández Ibáñez

05/9/12

AMSTERDAM (G. A. Berckheyde, 1686)

El pintor Gerrit Adriaensz Berckheyde nació en Haarlem en 1638 y se especializó en la representación de vistas urbanas. Sus obras destacan por su carácter topográfico. Una de sus obras más representativas fue ésta y se conoce con el nombre de El Nieuwezijds Voorburgswal con el mercado de flores de Amsterdam. Esta obra se encuentra actualmente en el Museo Thyssen de Madrid.

Está realizada en 1686, en el periodo conocido como el Siglo de Oro Holandés. En ella podemos observar cómo el autor eligió un punto céntrico de la ciudad de Amsterdam. El canal que aparece es el Nieuwezijds, el cual corría por detrás del edificio más emblemático de la urbe, el ayuntamiento, que está situado a la derecha de la imagen. Este canal fue cerrado en 1884 para construir una vía pública. Amsterdam siempre ha sido una ciudad que ha presumido por sus numerosos canales y efectivamente son éstos los que han ido configurando la estructura de la ciudad.

El canal más antiguo, era el Singel, el primero que rodeó el centro histórico en tiempos medievales. Se construyó sobre el foso de la antigua muralla que rodeaba la ciudad. A partir del siglo XVI, las murallas fueron derribadas y la ciudad comenzó su expansión por una periferia pantanosa que fue habilitada para la clase trabajadora y para las fábricas, que debían instalarse lejos del centro urbano. De esta forma el Singel pasó a ser el límite entre el núcleo medieval de Amsterdam y su ampliación urbanística de la Edad Moderna. En el siglo XVII, cuando se realizó la imagen analizada, Amsterdam ya había iniciado esa expansión y su morfología se fue modificando mediante la construcción de cuatro nuevos canales concéntricos, formando el Grachtengordel (cinturón de caneles). Así se fue constituyendo una morfología radial o radiocéntrica que todavía hoy es una de las señas de identidad de la ciudad de Amsterdam.

Podemos observar en la imagen cómo estos canales, además de dar una estructura única a la ciudad, eran utilizados  para el comercio tanto interior como exterior. Apreciamos varios barcos,  los cuales utilizaban  los mercaderes de la época para el comercio. Por ejemplo en la imagen se ve como un hombre está cargando en su barca barriles, probablemente de  cerveza. Esta gran actividad comercial y financiera se desarrolló gracias a la importante infraestructura portuaria que ya entonces poseía la ciudad. A parte del comercio exterior, podemos contemplar en la esquina inferior izquierda del lienzo un comercio interior propio de la ciudad: el Mercado de las Flores. Es un reflejo de la presencia de los gremios y del amor de la cultura holandesa hacia las flores.

En cuanto a las edificaciones, podemos percibir, paralelas al canal, una aglomeración de casas típicas holandesas. Están construidas de ladrillo y se apoyan unas sobre otras por seguridad, ya que los suelos de esta ciudad son de carácter pantanoso. Las fachadas se caracterizan por sus frentes estrechos, perfiles escalonados y acusadas vertientes. Estas que vemos aquí, al estar situadas en el centro de la ciudad, eran con toda seguridad residencia de las clases burguesas.

Pero el edificio más importante que se distingue en la imagen es el ayuntamiento. Fue construido por la necesidad de dotar al gobierno local de una nueva sede, ya que antes estaba situado en un antiguo palacio gótico, falto de espacio para cubrir las necesidades administrativas de una Amsterdam en pleno desarrollo. Además de estas razones prácticas, la ciudad necesitaba mostrar al resto de Europa su confianza en sí misma, su  riqueza y poder, lo cual alentó a sus administradores a  elegir el más prestigioso de los proyectos presentados. Este nuevo edificio fue sede del ayuntamiento hasta 1806, año en el cual Luis Bonaparte lo transformó en su palacio real. Actualmente es utilizado en algunas ocasiones por la familia real y en otras está abierto al público.

Mª Cristina Castillo Redondo

05/8/12

MADRID (Pedro Teixeira, 1656)

 

Esta imagen forma parte del plano más importante y representativo de la ciudad de Madrid en el siglo XVII. Fue realizado por Pedro Teixeira, natural de una familia de cartógrafos portugueses que se trasladó a vivir a Madrid. Allí realizaró su último gran trabajo, la Topografía de la Villa (también llamado Plano de Teixeira), que es su obra más famosa, finalizada en 1651 y publicada en 1656.

El plano representa un área del Madrid de los Austrias y responde a un  trazado irregular, que se caracteriza porque no tiene una forma determinada, sino que se compone de un complejo entramado de calles estrechas y cortas. Está influido por la topografía del terreno y por la falta de planificación urbanística (crecimiento espontáneo, autoconstrucción, ausencia o laxitud de las normas, etc.). La mayor parte de los cascos antiguos de las ciudades históricas presentan este tipo de trazado.

En aquella época había en Madrid un elevado número de edificios religiosos, algunos de ellos anteriores a la llegada de la monarquía y la corte, y otros nuevos patrocinados por ellas. Llegó a haber 57 conventos de religiosos y religiosas, 18 parroquias y sus anejos, sin olvidar los 18 hospitales con sus capillas. Los conventos incorporaban, iglesia, claustro y huerta, y daban al Madrid de los Austrias el carácter de una ciudad conventual.  Pero al igual que en otras ciudades renacentistas y barrocas, el esplendor arquitectónico de estos edificios contrastaba la pobreza urbanística y social. El análisis detallado del plano de Teixeira, muestra multitud de ejemplos a este respecto.

Madrid en el siglo XVII contaba con una población aproximada de 100.000 habitantes. Era villa y corte, y por tal razón residían en ella muchos nobles, funcionarios del Estado y clérigos. Así surgió una amplia burguesía formada por artesanos y mercaderes, que prestaban sus servicios y vendían a la población de artículos de lujo, utensilios, herramientas, prendas y productos de primera necesidad. Otro grupo importante era los letrados, entre los que cabría incluir secretarios, prestamistas, médicos, abogados, escritores y artistas. Finalmente, el pueblo llano o trabajador manual, que en Madrid se dedicaba fundamentalmente a la servidumbre.

La plaza de la Cebada, representada en esta imagen, surgió en el siglo XV a extramuros de la Puerta de Moros de la muralla de Madrid. Aquí estaba uno de los mercados madrileños más importantes para la venta de cereales y legumbres. La plaza recibe este nombre porque allí se separaba la cebada destinada a los caballos del rey y los regimientos de caballería. También fue el escenario de varias ejecuciones públicas de personajes célebres, como la del General Riego en 1824, por haber liderado una revolución liberal contra Fernando VII. 

Dentro de Plaza encontramos varios edificios importantes, como el Hospital de la Latina con su iglesia, fundado por Beatriz Galindo, “La Latina”, una de las mujeres más cultas del siglo XV; en su solar se encuentra hoy el Teatro de la Latina. También la Fuente de la Abundancia, diseñada en 1617 por el arquitecto real Juan Gómez de Mora. Esta fuente estaba formada por un templete de planta cuadrangular, de estilo clasicista, coronado en cada uno de sus cuatro flancos por un frontón triangular y, en la parte superior, por una cúpula sobre la que descansaba el grupo escultórico de la Abundancia. Los frontales estaban decorados con blasones alusivos a la Villa de Madrid y a la Corona de España, y en una oquedad abierta transversalmente en mitad del cuerpo principal se alojaban cuatro osos que arrojaban agua, en clara referencia a uno de los símbolos de la capital. La fuente sería destruida en 1870 por culpa de la construcción del nuevo Mercado de la Cebada, en hierro y cristal. Otros edificios de interés eran el Humilladero de Nuestra Señora de Gracia, fundado por la cofradía de la Santa Vera Cruz hacia 1500, y varios conventos como el de la Pasión, de la Orden de Santo Domingo, y el de religiosas de San Gerónimo.

Marta Sánchez Cámara

05/8/12

TOLEDO (Alfred Guesdon, siglo XIX)

Toledo está situada en el centro de la Península Ibérica, al suroeste de Madrid y es una de las ciudades más viejas y pintorescas de España. Está emplazada sobre una colina semirrodeada por el río Tajo. Es un lugar estratégico-defensivo elegido antiguamente por los romanos que le pusieron de nombre Toletum. Desde la colina podían ver y defenderse mejor de los enemigos. Toledo también es conocida como La Ciudad de las Tres Culturas porque durante la Edad Media convivieron en ella judíos, musulmanes y cristianos. Todavía hoy es posible apreciar zonas de la ciudad fuertemente influidas por cada una de las tres religiones.

El casco antiguo es de origen prerromano y sobre él se han asentado diversas culturas. En la Edad Media fue la capital de reino visigodo, luego conquistado por los musulmanes y seguidamente reconquistada por los cristianos. El casco poseía murallas cuya finalidad era defensiva, fiscal y sanitaria, de las cuales se conservan abundantes restos en la actualidad. El plano es irregular u orgánico, las calles no siguen un orden fijo, son sinuosas y estrechas y generan una sensación laberíntica. Las casas y edificaciones se fueron construyendo sin responder a un orden preestablecido, es decir, que no existió una planificación previa. Los espacios abiertos son consecuencia de las múltiples intervenciones urbanas producidas a lo largo de la historia sobre el primitivo trazado medieval.

Por lo general, las construcciones son de baja altura pero con el transcurso de los años se puede apreciar una cierta tendencia a la construcción de viviendas de desarrollo vertical, coexistiendo con edificios significativos por su valor administrativo (ayuntamiento, sede del gobierno regional), funcional (centros de interés turístico) o cultural (catedral, conventos, monumentos).

Los elementos urbanos más representativos de esta imagen, realizada por el litógrafo francés Alfred Guesdon, son los siguientes: la Catedral, de estilo gótico de influencia francesa; el Alcázar, donde tuvo lugar el famoso asedio de la Guerra Civil Española; el Monasterio de San Juan de los Reyes, fundado por los Reyes Católicos; el Puente de San Martín, de origen medieval; y el Puente de Alcántara, de origen romano.

Hasta el siglo XIX la actividad económica giraba en torno a las instituciones eclesiásticas, la artesanía especializada (sobre todo espadera), y el comercio. Las actividades del sector industrial eran muy escasas y en el sector agrícola hubo mínimas transformaciones, además de ser poco rentable. Las consecuencias de la Guerra de la Independencia y las Desamortizaciones provocaron una etapa de decadencia que fue remediada a mediados de ese siglo. Toledo fue elegida capital provincial y recibió la llegada del ferrocarril, lo que reactivó su crecimiento demográfico, económico y urbanístico. En la actualidad, es una ciudad con funciones administrativas, culturales y turísticas.

Nerea Lozano Solano 

05/7/12

VENECIA (Francesco Guardi, 1770)

Esta imagen representa la Venecia de 1770 según la plasmó el pintor Francesco Guardi, discípulo de Canaletto. El cuadro se titula El palacio de los Dogos y es un ejemplo de vedutta o paisaje urbano típico de la pintura del siglo XVIII, que se caracterizaba por la representación de la ciudad, sus crónicas, sus costumbres y sus gentes.

La obra está estructurada en franjas horizontales: en la primera franja encontramos la desembocadura del Gran Canal de Venecia, con el Muelle de San Marcos donde se deslizan góndolas y embarcaciones que llevan a los viajeros; en la segunda franja están los paseantes de Venecia, recorriendo calles y puentes; en la tercera franja podemos ver los edificios que forman Venecia, como el Palacio Ducal y la basílica de San Marcos; por último, en la cuarta franja se abre el cielo, que ocupa la mayor parte del lienzo.

La preocupación del autor por la refracción de la luz en los edificios, las personas y el agua, es uno de los elementos que más llaman la atención desde el punto de vista artístico. Está espléndidamente iluminado, a excepción de la esquina inferior izquierda, donde encontramos el elemento más oscuro del cuadro, un barco de vela. La perspectiva también está presente en esta obra, en la que los edificios más lejanos van desapareciendo hacia el final del lienzo. Algunos elementos arquitectónicos se representan de manera indefinida, provocando una sensación de ensueño en el espectador.

La ciudad de Venecia se sitúa en el mar Adriático y está compuesta por más de 400 puentes que atraviesan más de 150 canales. Se la llama la ciudad hundida porque el mar cubre la mayoría de ella. El Gran canal atraviesa los seis barrios, que forman un plano irregular, dejando a sus orillas grandes edificios, iglesias y palacios, que hoy tienen un atractivo turístico incomparable.

En la imagen se muestra el Palacio Ducal, de estilo gótico, que fue el lugar donde se practicaba el mandato hereditario de los Dogos hasta que perdieron su poder en 1172, por abusar de él, y fueron sustituidos por el Gran Consejo. A su derecha se distinguen las cúpulas de la Basílica de San Marcos, donde yace el cuerpo del evangelista San Marcos desde el año 828. Se sitúa junto al Campanile en la Plaza de San Marcos, corazón de Venecia. El Muelle de San Marcos y el Campanile son monumentos emblemáticos que también podemos ver en esta imagen, situados frente a la Gran Laguna.

Las actividades principales de Venecia en aquella época eran la pesca, la artesanía especializada, el comercio de especias y la extracción de sal. Actualmente se dedican más al turismo gracias al rico patrimonio artístico que contiene la ciudad. Una de las mayores dificultades de Venecia era la insuficiencia de tierras para poder cultivar, de tal forma que la mayoría de los productos agrícolas como frutas o verduras, eran importados en barco, al igual que sucede en la actualidad.

Alicia Núñez Reyes

05/7/12

GUADALAJARA (Anton Van Der Wyngaerde, 1565)

 

Guadalajara se localiza en el centro de la Península Ibérica en el valle que forma el río Henares. Desde su fundación ha tenido una posición privilegiada en la orilla izquierda del río. Su emplazamiento entre dos barrancos en la parte más elevada de la meseta castellana le ha permitido gozar durante siglos de un importante valor estratégico, ya que es una zona de paso en las redes de comunicaciones entre el norte y el sur de la península.

Es una ciudad de origen medieval, como podemos advertir rápidamente en la imagen al visualizar la muralla que bordea la ciudad, las calles de trazado irregular y la poca altura de los edificios, exceptuando los religiosos y los restos del dominio árabe. Esta mofología suele identificarse con el casco histórico actual de las ciudades,  cosa que también sucede en Guadalajara.

La muralla fue construida por los árabes antes del siglo X. Formando parte de este recinto amurallado están el Alcázar Real y los torreones de El Alamín y Alvarfañez. Los tres tenían un carácter defensivo. Al Alcazar, también de origen árabe, se le atribuye una función militar y de centro de operaciones para la lucha contra los pueblos cristianos durante la Edad Media.

Tras la reconquista cristiana, la mezquita fue destruida y se construyó encima la actual Concatedral de Santa María, por aquel entonces llamada iglesia de Nuestra Señora de la Fuente. Desde entonces ha ejercido de núcleo religioso de la ciudad junto con las iglesias de la Merced, San Gil (hoy destruida) y San Esteban.

Entre los hitos urbanos que marcan la estructura de la ciudad destaca por último el puente que atraviesa el río Henares. Se considera la construcción más antigua que se conserva hoy en la ciudad, datándose entre los siglos X y XI, a pesar de que hasta fechas bien recientes se pensó que su origen era romano. En el dibujo de Wyngaerde aun se conserva la torre de cobro de impuestos en mitad del puente. A este tipo de impuesto se le conoce como impuesto de pontazgo y era habitual en la Edad Media. Los comerciantes pagaban un impuesto por entrar a la ciudad y vender sus productos. Solo estaban exentos de pagar el mismo los habitantes de la villa.

Las actividades de Guadalajara eran las propias de un burgo medieval, es decir, mayoritariamente comerciales y artesanales, pero también agrícolas. Las plantaciones que bordean la ciudad eran generalmente para el autoabastecimiento aunque también comerciales, ya que Guadalajara se sitúa en la Gran Vía Augusta que comunicaba Mérida con Zaragoza y siempre ha tenido una gran importancia en estas rutas comerciales y con el resto de municipios cercanos, como por ejemplo para el abastecimiento de la ciudad de Madrid.

La vida política de la ciudad era controlada por los duques del Infantado (de la familia Mendoza) y de ellos dependía la mayor parte de las actividades económicas que se desempeñaban en la época. Estos hicieron que la ciudad tomara un nuevo motor económico guiado por sus expectativas durante el siglo XVI. Se alojaban en el Palacio del Infantado, edificio que alcanzó tal esplendor que en 1560 acogió la boda del rey Felipe II con su tercera mujer. Al final de este siglo la ciudad vivió su mayor prosperidad, llegando a tener una población de 9.500 habitantes.

En la actualidad la ciudad se ha expandido y las tierras que en la parte inferior del paisaje están siendo cultivadas por los campesinos, se corresponden hoy con la estación de tren de cercanías.

Sergio Álvarez García

05/7/12

VENECIA (Leandro Bassano, 1595)

La imagen presentada muestra la ciudad Venecia en el año 1595. Este cuadro fue pintado por el artista Leandro Bassano. La escena se sitúa en el casco histórico de Venecia y en concreto representa el embarque en el muelle del Palacio del Dux.

Venecia está distribuida en torno a una vía acuática (el Gran Canal) con una combinación de calles y canales de anchura y longitud desiguales, así como numerosos puentes y otros espacios de formas regulares que se cruzan en ángulo recto. Existen también numerosas plazoletas que se desarrollan en torno a los pórticos de las iglesias, callejones sin salida y pequeños patios interiores. Por lo tanto, el tipo de plano que se deduce de la imagen es irregular, plasmado en un trazado tortuoso y con ciertas dificultades para la comunicación con el exterior, puesto que únicamente es posible por vía acuática.

Se trata además, de una ciudad pre-industrial que ha mantenido casi intacta su morfología medieval. Venecia fue fundada en el siglo V y comenzó a poblarse por pequeños grupos de pescadores. Durante la Edad Media prosperó gracias a las actividades típicas de las ciudades preindustriales, que eran principalmente el comercio, la pesca y en menor medida la agricultura. En la época en que se realizó esta imagen (siglo XVI), Venecia había entrado en decadencia a causa de la rivalidad con otras potencias marítimas.  

El Palacio Ducal (Palacio del Dux) fue construido en el siglo IX aunque fue sucesivamente ampliado y modificado. Su estilo es principalmente gótico, pero su interior presenta una decoración renacentista. Esta situado junto a la Basílica, en una esquina de la Plaza de San Marcos. Sus funciones principales siempre fueron la residencia del Duque, sede del gobierno de la ciudad y  palacio de justicia. En la actualidad, es utilizado como museo y espacio de interés turístico y cultural.

Al lado de este palacio, podemos apreciar el Puente de los Suspiros, cuya función era unir el Palacio Ducal con la antigua prisión de la Inquisición, junto al Gran Canal. Observamos también numerosos edificios religiosos que hoy mantienen dicha función pero también otras de carácter turístico. El turismo es en efecto una de las mayores actividades económicas de la ciudad y supone una fuente de creación de empleo, de ingresos y de crecimiento urbano. Finalmente, al fondo de la imagen se distingue la iglesia de San Giorgio Maiore. La torre que se encuentra a su lado servía como punto de vigilancia y como campanario.

Sandra Hernández García

05/6/12

NUEVA YORK (Martí Bofarull, 1997-1999)

Esta imagen pertenece a la ciudad de Nueva York y fue pintada por Martí Bofarull entre los años 1997 y 1999. Este autor se ditingue por la representación de paisajes urbanos. La zona representada corresponde al distrito de Manhattan visto desde la perspectiva del puente Brooklyn. Manhattan cuenta con una extensión de 87,5 km cuadrados y con 1.634.795 habitantes.

Nueva York posee una morfología ortogonal o en cuadrícula característica del mundo clásico, de las ciudades coloniales de la Edad Moderna y de los ensanches industriales del siglo XIX. En esta imagen se observa cómo los edificios se encuentran bien organizados y, por la falta de espacio físico, desarrollan un potente crecimiento vertical. De todas formas, la parte sur de Manhattan, que se corresponde con el núcleo más antiguo de la ciudad de Nueva York, posee un trazado más irregular y las calles no están simplemente numeradas sino que tienen nombres como Canal Street o Wall Street.

En esta imagen se destacan varios edificios representativos de la ciudad, así como el puente Brooklyn y el rio Este. Las construcciones señaladas son el One Chase Manhattan, el Trump Building, el World Trade Centre y el Puente de Brooklyn.

El One Chase Manhattan es un edificio que se empezó a construir en el año 1956 y fue terminado en 1961. Tiene como función albergar oficinas destinadas a bancos, cuenta con 60 pisos y una altura de 247,8 m. El edificio Trump, por su parte, es un rascacielos de 70 plantas y 283 m de alto construido en 1930, y fue el más alto del mundo, superando al Edificio Woolworth desde su construcción en abril del 1930 hasta el 27 de mayo del mismo año, en que fue superado por el Edificio Chrysler. El nombre de Trump corresponde al apellido del magnate Donald Trump, quien tras adquirir este edifico le cambió su nombre.

El World Trade Center es el complejo en el que se situaban las Torres Gemelas, derribadas por un atentado terrorista el 11 de Septiembre de 2001. Hasta ese momento eran los edificios más altos de Manhattan con una altura de 417 m la Torre 1 y 415 m la Torre 2. Se consolidó como uno de los mayores centros financieros los Estados Unidos. Fue, al igual que el Empire State, un atractivo turístico muy importante. En el World Trade Center se encontraban también el Hotel Marriott, WTC 4, WTC 5, WTC 6 y WTC 7, lo que hizo que fuera un complejo en el que se concentraban las principales gestiones financieras de todo el país. En la actualidad su solar se denomina Zona Cero, y está siendo reedificada con cinco rascacielos y un monumento en el que el agua reflejará sobre una pared de bronce el nombre de las casi 3.000 víctimas que murieron en el atentado del 11-S.

Por último, el puente Brooklyn constituye el nexo de unión entre la isla de Manhattan y el barrio de Brooklyn. Este puente de 1825 m de longitud que cruza el rio Este es un emblema de la ingeniería del siglo XIX por lo innovador que fue en el momento de su construcción, entre 1870 y 1883. La finalidad de este puente es unir los dos distritos antes mencionados, puesto que muchas personas de Brooklyn trabajaban en Manhattan y anteriormente sólo se podía realizar este trayecto por ferry.

Ignacio Carvajal de Juan

05/6/12

MADRID (P. Teixeira, 1656)

 

La imagen es un fragmento del plano de Madrid que realizó Pedro Teixeira, cartógrafo portugués al servicio de la monarquía española, en el año 1656. Su eje central corresponde al Prado de los Agustinos Recoletos.  Durante el reinado de Carlos III, en el siglo XVIII, toda esta zona de urbanizó dando lugar al Paseo de Recoletos, y se prolongó hacia el sur por el Prado de San Jerónimo, denominándose allí Paseo del Prado. En el cruce de este gran eje con la calle Alcalá se situó uno de los puntos emblemáticos del Madrid de los Borbones, embelleciéndose con la Fuente de la Cibeles. Otras fuentes monumentales que se ubicaron a lo largo de este paseo fueron las de Apolo y Neptuno.

En el cuadrante inferior derecho se encuentran los jardines del Palacio del Buen Retiro. En el año 1616 Felipe III adquirió estos terrenos situados en el Prado de San Jerónimo y los decoró con fuentes y jardines. En 1630 el Conde-Duque de Olivares decidió levantar un palacio de recreo para Felipe IV y eligió este lugar por ser una zona muy transitada por los madrileños y donde la nobleza poseía numerosos palacetes en los que celebraban fiestas. En la actualidad sólo se conservan los jardines convertidos en parque público, el Salón de Reinos, que era una de las estancias principales del palacio y luego fue sede del Museo del Ejército, y el Salón de Baile, conocido en la actualidad como el Casón del Buen Retiro.

En la confluencia del Paseo de Recoletos con la calle de Alcalá por la izquierda, en el Altillo de Buenavista, se ubicó el Palacio de Buenavista, construido en 1777 por la Duquesa de Alba. En 1810 este edificio se destinó a museo de pintura pero en 1847 fue cedido al Ministerio de la Guerra. Frente al Palacio de Buenavista se encontraba la vivienda de Luis de Haro, VI Marqués del Carpio y valido de Felipe IV de España. Posteriormente el Palacio fue derribado y entre 1884 y 1891 se construyó la actual sede del Banco de España.

En la esquina derecha del Paseo de los Recoletos con la calle de  Alcalá se encuentran los terrenos donde estuvieron ubicados los Molinos de Plata y el Pósito Real de Madrid, un gran almacén de cereal pensado para abastecer la ciudad en épocas de crisis, pues la villa había crecido de manera considerable desde que se convirtió en sede de la Corte. En el siglo XVII Madrid ya contaba con una población cercana a los 130.000 habitantes y unas 700 hectáreas de terreno, 300 de las cuales eran catalogados como Reales Sitios. En el solar de los mecionados Molinos y Pósito se construyó, entre 1877 y 1900, el Palacio de Linares, que actualmente es la sede de la Casa de América. Enfrente suyo se edificó, entre 1907 y 1919, uno de los ejemplos más espectaculares de la arquitectura ecléctica, el Palacio de Comunicaciones (actual sede del Ayuntamiento de Madrid).

Más a la derecha se encuentra la Puerta de Alcalá, que en la época de Teixeira contaba con un solo arco. Era una de las cinco puertas de acceso a la muralla de Madrid y su finalidad era controlar las entradas y salidas a la villa. La primitiva Puerta de Alcalá era tripartita y se llamaba Puerta de la Peste de la Calle de Alcalá; fue construida en 1580 a nivel del Camino de Alcalá esquina con la calle Barquillo, durante una pandemia de peste. Una década más tarde, se adelantó su posición y en octubre de 1599 fue utilizada como lugar de entrada de la reina Margarita de Austria, esposa de Felipe III. De esta forma, la primitiva finalidad de la Puerta de Alcalá desapareció para pasar a ser una puerta de entrada ceremonial. Posteriormente sufrió nuevas modificaciones hasta que Carlos III, en 1778, la ubicó donde se encuentra en la actualidad, y la dotó de cinco arcos. La puerta se encuentra en una cañada real, la Cañada Real Galiana, y durante siglos las ovejas han pasado por ella.

Los terrenos situados más alla de la Puerta de Alcalá corresponden al actual Barrio de Salamanca, que se construyó en el siglo XIX como parte del ensanche de Madrid.

María Josefa Machuca Martín

05/5/12

MADRID (Ruiz, 1864)

El grabado muestra la Puerta del Sol de Madrid en 1864. En el siglo XIX la ciudad de Madrid experimentaría una gran cantidad de cambios que afectarían a su fisonomía. Probablemente el mayor cambio se produjo debido a una serie de desamortizaciones realizadas por Mendizábal, Espartero y Madoz, mediante las cuales se demolieron recintos religiosos y se edificaron en su lugar viviendas y hoteles. El mejor ejemplo de ello fue la construcción del Gran hotel de Paris donde antes estaba la iglesia del Buen Suceso.

El Ministerio de la Gobernación, cuya sede se encontraba en la casa de correos desde 1847, usó el proceso de desamortizaciones como excusa para hacer una serie de reformas en la Puerta del Sol. Esta decisión se tomó para dar mayor amplitud a la plaza y aligerar así el tráfico cada vez mayor de los madrileños que pasaban cada día por ella. La Puerta del Sol paso así de ser una calle rectangular a una gran plaza de forma elíptica. A todas estas reformas hay que añadir el asfaltado de la plaza, iniciado en 1848. Las obras fueron emprendidas por el Ministerio de la Gobernación pero en 1857 su competencia pasó al Ministerio de Fomento, lo que generó un pequeño conflicto entre ambas instituciones por saber dónde debía situarse el kilómetro O. Finalmente el gobierno decidió situarlo enfrente del edificio de la Casa de Correos.

A mediados de siglo, Madrid llegó a alcanzar los 400.000 habitantes. Para albergar a los ciudadanos recién llegados, se hizo necesario crear nuevos barrios residenciales donde la creciente población de la capital pudiera hospedarse. Con ese fin se creo el ensanche de Madrid. El ensanche comenzó a construirse en la zona norte a partir de 1860, con el nombre de “Plan Castro” en honor a Carlos Maria de Castro, arquitecto que lo diseñó.

Con la creación del ensanche y su ocupación por los nuevos habitantes, también se hizo imprescindible mejorar el abastecimiento del agua para toda la población. Para ello la reina Isabel II ordenó la construcción de un canal para llevar agua del rió de Lozoya a la capital. Las obras se iniciaron en 1851 y terminaron en 1858. Una de las consecuencias más curiosas de la construcción del canal fue la inauguración de la fuente del chorro en la Puerta del Sol. Dicha fuente tenia 18 metros de diámetro y su chorro de agua alcanzaba los 30 metros de alto. Actualmente la fuente se encuentra en el Parque del Retiro, justo enfrente del Palacio de Cristal.

Todas estas reformas son un buen ejemplo de los cambios que se produjeron, no solo en la plaza sino en toda la capital en el contexto de la industrizalización y las reformas urbanísticas del siglo XIX. Otro avance significativo fue la llegada de nuevos medios de transporte como el tranvía y el metro, con los que se pretendió conectar el centro de la capital con los barrios del extrarradio.

Álvaro Roche Luengo

05/5/12

ZARAGOZA (Martínez del Mazo, 1647)

 

Esta obra representa cómo era la ciudad de Zaragoza en el año 1647, y está pintada por el autor barroco Juan Bautista Martínez del Mazo, que fue discípulo y yerno de Velázquez. Se trata de un cuadro urbano que nos muestra cómo era España en el siglo XVII, y cómo una de sus ciudades más importantes alcanzó su máximo apogeo, tanto cultural como económico. En el fondo se distingue el perfil de la ciudad aragonesa con sus principales edificios, y en el primer plano del cuadro podemos observar las diferentes actividades humanas que entonces se desarrollaban en la ciudad, como el mercado, las lavanderas y otras actividades relacionadas con la pesca.

Existe una doble teoría en lo referente al hecho histórico con que se relaciona esta obra. Una primera teoría dice que este cuadro representa la llegada de la corte desde Madrid para asistir a la jura del príncipe como heredero de la Corona de Aragón. La segunda teoría cree que muestra el momento de la salida de la comitiva real de Zaragoza, tras la muerte del príncipe heredero, con el fin de trasladarlo al Monasterio de El Escorial para enterrarlo.

En la imagen no se aprecia el trazado urbano de Zaragoza. Su origen es romano y estaba organizado en torno a dos calles principales llamadas Cardo y Decumanus. Durante la Edad Media fue amurallada y muchas de sus calles fueron modificadas con una trama irregular. Entre los elementos de comunicación de la ciudad con su entorno destacan los dos grandes puentes que cruzan el río Ebro. Uno era el Puente de Piedra, que sufrió el derrumbamiento de dos de sus arcos a consecuencia de una enorme riada que ocurrió en el año 1643, y luego fue reparado en 1649. El otro es el que se conocía como Puente de Tablas, que hoy se corresponde con el puente del Pilar. Los dos puentes son elementos claves de la fisionomía de la ciudad, ya que la comunican con los arrabales y otras posblaciones.

En cuanto a las edificaciones que aparecen en el cuadro, podemos mencionar que la mayoría son de carácter religioso y comercial. el más conocido es la Basílica del Pilar, monumento que es considerado el símbolo de la ciudad. Comparando su representación en este cuadro con su realidad actual se puede observar la gran transformación que ha experimentado, puesto que en hoy es mucho más grande y tanto su composición como su estilo artístico es diferente. Otros dos edificios fáciles de identificar en el cuadro son la Lonja de los mercaderes, edificio que se utilizaba para que los comerciantes pudieran realizar sus negocios, y la Seo, del que se distingue su torre mudéjar. Por el contrario, también aparecen otros monumentos que, por unos motivos u otros, ya no existen, como es el caso de la Torre Nueva, que servía tanto para dar las horas con sus campanas, como para vigilar la entrada de enemigos, y que fue uno de los edificios más altos de la ciudad.

Cristina Reina García

05/5/12

CÁDIZ (Anton Van der Wyngaerde, 1567)

El pintor flamenco Anton Van der Wyngaerde realizó en los años sesenta del siglo XVI una serie de dibujos de las principales ciudades de España, por encargo de Felipe II. Éste pertenece a una colección llamada “Las vistas de España ” y actualmente se encuentra en la Biblioteca Nacional de Viena (Austria).

La Bahía de Cádiz tenía un papel clave por su posición estratégica, ya desde época fenicia y romana, como atestiguan las riquezas arqueológicas de estas culturas halladas en la ciudad. Cádiz era el último puerto importante del mundo conocido durante la Antigüedad, y se convirtió en cruce de las grandes rutas de navegación. Es un puerto natural que principalmente tuvo funciones militares y comerciales y en él, se apoyaba la economía de la ciudad. Durante la Edad Moderna, adquirió tal importancia que terminó por arrebatar a Sevilla el monopolio del comercio americano, en 1717. Esta época de máximo esplendor se fundamentó también en su carácter de presidio militar, que obligó a las autoridades a cuidar permanentemente de su defensa. En estos aspectos se basan una topografía urbana peculiar y un crecimiento demográfico prácticamente continuo, que se tradujo en un aumento del espacio urbanizado más allá de los muros defensivos.

Lo primero en que debemos tener en cuenta cuando observamos la imagen de Wyngaerde, es precisamente dicha topografía. Entre Cádiz y la península hay una porción de tierra, un istmo que comunica con la Isla de León, siendo ésta la única vía de salida terrestre de la ciudad. Tras el istmo, nos encontramos con las murallas, que son el elemento urbano que convirtió a la ciudad en una fortaleza de primer orden. Ésta cuenta con una serie de puertas de acceso, como las emblemáticas Puertas de Tierra, fuera de las cuales quedaron los arrabales y la futura zona de expansión de la ciudad. En 1596 la fortaleza sufrió un saqueo e incendio por parte de las tropas anglo-holandesas del Conde de Essex pero, tras su reconstrucción a lo largo del siglo XVII, Cádiz pasó a ser inexpugnable frente a posteriores ataques.

Las funciones defensivas de Cádiz se manifiestan también en la construcción de otros castillos como los que se distinguen en la parte superior derecha de la imagen, que corresponden al Fuerte de Santa Catalina (la construcción militar más antigua de Cádiz) y al de San Sebastián (situado en uno de los extremos de la playa de la Caleta frente al anterior). Estos dos castillos servían de defensa a La Caleta, un puerto natural utilizado desde época fenicia. El tercer castillo es San Lorenzo del Puntal, que fue destruido en 1596 por los asaltantes británicos; se encuentra situado en una punta de tierra que estrecha el acceso al interior de la bahía, en el lado opuesto de ésta. Todas estas construcciones configuraron la estructura y la posterior evolución urbanística de la ciudad.

En la parte central de la imagen, nos encontramos con la zona medieval o ciudad vieja. La villa contaba con edificios de gobierno representativos de los tres poderes como eran el Castillo señorial, la Casa del Obispo y Santa María, la Iglesia Mayor. Fue edificada en tiempos de Alfonso X a partir de una fortaleza inicial musulmana y está  amurallada, existiendo una clara separación entre este núcleo medieval, que hoy se corresponde con el llamado Barrio del Populo y la población más moderna. La ciudad presenta en esta parte un trazado típicamente medieval que se caracteriza por su desorden e irregularidad, con las casas apiñadas.

A partir del siglo XVIII, la ciudad adquiere su aspecto actual, y ya en el siglo XIX abundan las calles de trazado rectilíneo y uniforme que delimitan manzanas cuadriculadas de considerable tamaño. Respecto al trazado urbanístico, hay decisiones políticas que incidirán en el desarrollo urbano de Cádiz. La más decisiva y trascendental fue fijar el centro de las relaciones comerciales de España con el Nuevo Mundo en la Baja Andalucía,  en concreto, en las ciudades de Sevilla y Cádiz. Así, el desarrollo urbanístico de la ciudad de Cádiz partió de la villa medieval, con un posterior crecimiento orientado hacia la bahía, en dirección noroeste, mientras que la zona de poniente es rural, en la que se sitúan algunas ermitas como Candelaria o Santa Catalina.

Con respecto a la urbe, se observan ciertos detalles como casas de una o dos plantas, con techos planos, sin tejas, algo característico de esta durante toda la Edad Moderna, en contraste con lo que será propio de Andalucía. A partir de 1596 siguió una gran actividad urbanizadora que consistió en sustituir caminos de tierra por calles, y huertas por manzanas de casas.

Desde el punto de vista militar, la ciudad tenía gran importancia ya que había un continuo tráfico de embarcaciones cuya principal misión era la “guarda del estrecho”, es decir, la vigilancia y protección constante del tramo costero comprendido entre la Bahía de Cádiz y Gibraltar con el fin de evitar las incursiones de corsarios y berberiscos. Este es el caso de la escuadra de las Galeras de España, que tenían su base en El Puerto de Santa María, los galeones y carabelas. Fueron utilizadas tanto para el comercio como de apoyo en la Armada. Los galeones españoles formaban el eje central de la Flota de Indias que alimentaba las arcas de la corona española con  mercancías preciosas. Los principales productos de este comercio eran los esclavos, que era el único comercio especializado, procedentes del norte de África, alimentos y especias de oriente  y mercancías preciosas (oro y plata), posteriormente artesanía y salazones.

El análisis de esta imagen nos permite, en resumen, apreciar los rasgos característicos de la ciudad de Cádiz en el siglo XVI: su emplazamiento insular y defensivo, su morfología urbana, sus funciones, sus actividades económicas, etc., que condicionaron de forma importante el urbanismo y la forma de vida de Cádiz a lo largo de su historia.

Rosa Delfín Rodríguez

05/5/12

ROMA (Rudolf Von Alt, 1835)

Se trata de una acuarela del pintor austriaco Rudolf Von Alt (1812-1905), de 18 centímetros de alto por 24,8 de ancho  realizada en el año 1935 que refleja un día cualquiera en la historia de esta plaza de la ciudad de Roma. Actualmente se encuentra junto a muchas de las obras de este pintor en el museo Albertina de la ciudad de Viena (Austria). Amante del paisajismo y de la naturaleza, Von Alt también destacó por su pintura arquitectónica y por la pintura de vistas interiores, ganando notoriedad en Viena, Roma y Nápoles donde trabajó y vivió gran parte de su vida.

Roma es una ciudad cuya morfología carece de orden o referencia geométrica clara. Las adiciones sucesivas a lo largo de su historia hacen que su urbanismo este estructurado con una gran diversificación formal y funcional. Este diseño, aparentemente desordenado, parece desarrollado sin directrices programadas a lo largo de su historia, haciendo del espacio urbano  una especie de laboratorio donde  experimentar con nuevas soluciones urbanísticas y arquitectónicas. El centro histórico de la ciudad de Roma, se sitúa en las riberas del rio Tiber, en un sistema de pequeñas colinas que se elevan sobre la llanura de este serpenteante rio. Es en este valle donde emergen los imponentes complejos arquitectónicos evidenciando los límites y los contrastes de un crecimiento urbano no programado.

El panteón de Agripa es uno de esas grandiosas construcciones. Situado entre las calles estrechas del barrio de Trevi, cerca de la Piazza Navona y no muy lejos del foro Romano,  levantada sobre los restos del panteón construido por Marco Vipsanio Agrippa como un colosal templo reflejo de la perfección técnica a la que los romanos llegaron en aquella época. En el año 608 d.C. fue donado al papa Bonifacio IV por el emperador bizantino Foca, pasando a ser  el primer templo pagano convertido al culto cristiano y motivo por el cual se ha conservado casi en perfecto estado hasta nuestros días.

El edificio se encuentra en la Piazza della rotonda, plaza construida y pavimentada tras el derribo de varias viviendas y acreciones de origen medieval por orden del papa Eugenio IV (1431-39). La plaza es más o menos rectangular, de unos 60 metros de norte a sur y unos 40 de este a oeste, con una fuente construida por Giacomo Della Porta por orden del Papa Gregorio XIII en 1575 y un obelisco en el centro añadido bajo el mandato del Papa Clemente XI en 1711. A continuación destacamos algunos  elementos mencionados con las matizaciones que nos sugiere la obra de Rudolf Von Alt:

El Panteón, sobre el que podemos ver dos campanarios atribuidos a Bernini y construidos por orden del papa Urbano VIII, que fueron causantes de muchas críticas y finalmente retirados a finales del siglo XIX.

La Fuente del Delfín, coronada con el obelisco egipcio en el centro de la plaza y que parece ser punto de encuentro y esparcimiento para los viandantes que se paran a sus pies para descansar mientras charlan despreocupadamente unos con otros.

Calles estrechas que muestran una morfología carente de orden y edificios estratificados de color ocre característico de la moda arquitectónica de la época. Suelo empedrado que facilita la circulación tanto de carruajes de uso comercial y personal como de jinetes con sus caballos que hacen de la plaza un lugar transitado y lleno de actividad.

Comerciantes que esperan sentados con el género a la vista de todos los transeúntes que frecuentan la plaza y muestran claramente una de las funciones principales de esta plaza, que durante muchos años y a pesar de las prohibiciones fue punto clave en el comercio de verduras y pescado.

Varios personajes ataviados con vestimentas de la época, los hombres luciendo sombreros de copa y chalecos de época, mientras que las mujeres aparecen con pañuelo sobre el pelo y corpiños ceñidos de clara referencia francesa. Cabe destacar la figura de un penitente en la esquina inferior izquierda que a los pies de un altar, aparece con la vista alzada poniendo en evidencia la influencia que la iglesia ejercía sobre la sociedad de la época.

Actualmente la plaza sigue siendo un punto de reunión y encuentro en sus numerosos cafés y restaurantes, a la vez que visita obligada para los turistas que viajan a Roma y quieran ver una estructura arquitectónica única en la que como valor añadido descansan los restos del pintor y arquitecto italiano Rafael, convirtiéndola así en un claro ejemplo de ciudad dedicada al sector terciario y turismo cuyos monumentos siguen impresionando hoy en día a miles de visitantes.

Juan Manuel Obispo Bustos

05/4/12

CIUDADELA (Giuseppe Chiesa, Siglo XVIII)

 

Ciudadela se encuentra situada en el extremo oeste de la isla de Menorca, prácticamente en el centro del Mediterráneo más occidental. La ciudad linda por el norte con el predio de San Antonio, al este con el de San José, al sur con Las huertas del Marqués y al oeste con el mar y el Rafal de Banel. Por el interior limita por con el término de Ferrerías mientras que el mar lo ciñe por los demás costados. Razones tanto físicas como defensivas condicionaron el levantamiento primitivo de la ciudad sobre un barranco, junto a un puerto natural.

La estructura y morfología de la ciudad son una clara imagen de su sociedad, pues se aprecian dos espacios bien diferenciados, el rural y el urbano, delimitados por una muralla. En la ciudad amurallada se encuentran los espacios administrativo (Real Alcázar), comercial (plaza des Born), residencial (palacetes y casas señoriales), militar (bastiones, Casa del Gobernador) y religioso (catedral, iglesias menores y conventos). En la zona de extramuros se hallan los espacios dedicados a la agricultura y la pesca, así como las moradas de los payeses y sus familias. El trazado de Ciudadela es irregular, con calles estrechas y laberínticas, herencia árabe medieval. Cuenta con dos ejes principales que recorren la ciudad desde el norte a la plaza Des Born y desde la puerta de Mahón hasta prácticamente el puerto.

Las fortificaciones servían de asilo a casi toda la nobleza, el clero y militares. La muralla presentaba varios bastiones y lienzos de piedra cuadrada de sillería. Dentro de la muralla, la plaza Es Born, antiguo patio de armas de la ciudadela medieval, se convirtió en la principal plaza comercial en los siglos XVII y XVIII. Ciudadela fue la capital de la isla hasta la segunda década del siglo XVIII, de modo que desde allí se distribuían los alimentos a toda la isla, tanto los producidos en el lugar como los importados, así como otros productos artesanos.

Entre los edificios más significativos destacan los religiosos, cuya función queda patente en los numerosos conventos, iglesias y por supuesto con la Catedral de la isla y el Palacio Episcopal. La iglesia principal, encargo de Alfonso III tras la conquista de Menorca en 1287, está en el centro de la ciudad. Es una gran construcción gótica y la Catedral de la isla. Está adornada con una torre cuadrada y una aguja octogonal. Los Agustinos cuentan con un convento cerca de la puerta de Mahón donde está la iglesia del Socors, de estilo renacentista. 

La función administrativa, la sanidad y la enseñanza satisfacían las necesidades de los residentes en la ciudad. Así, en la iglesia de Sant Francesc, que formaba parte del convento de los franciscanos, había un religioso que tenía escuela para la instrucción de la juventud y otro una botica para vender al pueblo las medicinas que necesitaba. La Casa de Contratación estaba en una esquina de la plaza principal y contigua a la del Gobernador, ambas de una altura considerable y bajo las cuales se llegaba hasta el muelle. El sistema de transporte principal en el siglo XVIII era el barco, aunque la tracción animal y a pie eran los principales por el interior. De hecho, el mar y la navegación han constituido el esqueleto vertebrador de la estructura urbana.

La función residencial de la nobleza, clero y militares se evidencia con las numerosas casas señoriales, palacetes y conventos. El palacio del Gobernador, por ejemplo, daba alojamiento al mismo y al oficial de mando. Muchos de estos edificios aún se mantienen en pie y con el tiempo resultarán ser de los principales atractivos turísticos que posee la ciudad.

En cuanto a la función militar, en la Esplanada contigua a la plaza principal se realizaban ejercicios militares. El bastión de Sa Font, situado en la plaza con el mismo nombre, era utilizado para defender una de las portadas de acceso a la ciudad y en sus orígenes los almacenes fueron usados para guardar trigo. El puerto se presentaba, aunque pequeño, cómodo para abrigar y recibir los barcos que traficaban en Mallorca, el continente y Marsella, así como para realizar las actividades relacionadas con la pesca de los locales.

En resumen, se puede deducir que la principal función de la ciudad para originar su emplazamiento y posterior desarrollo sería de tipo económico y militar, pero las funciones comercial e institucional también habrían contribuido considerablemente al desarrollo de la misma.

Carmen Mora Sánchez

05/4/12

SEVILLA (Franz Hogenberg, siglo XVI)

          La ciudad de Sevilla representada en este dibujo de Braun y Hogenberg del siglo XVI, se muestra desde la cornisa del Aljarafe, ya que desde ahí se podía obtener una de las mejores panorámicas de la ciudad. Sevilla está situada a las orillas del río Guadalquivir, en primer lugar como fuente de abastecimiento de agua, en segundo lugar por motivos de defensa y para mostrar el propio límite de la ciudad, y por último, como espacio favorable para las actividades económicas, ya que gracias a su puerto se permitía el intercambio de bienes con otras poblaciones y se mejoraba la economía de la ciudad constantemente. La economía de la ciudad, además de la agricultura, se basaba en el comercio con América a través del propio río Guadalquivir, lo que convirtió a Sevilla en la ciudad más importante de España y una de las más pobladas del mundo en los siglos XVI y XVII.

La ciudad poseía una morfología redondeada, cerrada en su totalidad por una muralla que la protegía de los ataques de los enemigos. Debido al auge de esta población y al limitado espacio que la muralla proporcionaba, se formaron otros barrios o viviendas aisladas extramuros, denominadas arrabales. En la imagen se puede apreciar cómo se diferencia claramente el centro de la ciudad amurallada del arrabal de Triana, en primer término, y de los campos circundantes. En cuanto al trazado urbano, es irregular, puesto que se aprecian calles asimétricas sin un plan de ordenamiento. Además hay varias calles más amplias que dan acceso a lugares importantes como la catedral, y plazas abiertas durante el Renacimiento, por donde la gente y los caballos podían transitar más cómodamente. El interior de la muralla constituye el espacio urbano construido, con funciones públicas y residenciales, dejando para el exterior otras actividades económicas como la agricultura y la ganadería. También encontramos pequeñas villas y aldeas próximas, originadas por la facilidad de aceso a los bienes y mercancías que proporcionaba la ciudad.

Los edificios más significativos son la Catedral de Santa María, que comenzó a construirse en el S.XIV, y como parte de ella la Giralda, que es uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad. Cabe resaltar, que aparte de las numerosas utilizaciones de esta torre, destaca su uso como puesto de vigilancia. A la derecha de la Catedral se distinguen los Reales Alcázares, una construcción palaciega musulmana que se remonta al año 913, y que se ha mantenido con esa función a lo largo de los siglos. Otro edificio significativo es el castillo de Triana, construido en 1171 y situado a la orilla del río Guadalquivir, para servir como elemento de defensa y vigilancia tanto de la ciudad de Sevilla como de sus arrabales. A la derecha de la imagen se aprecia otra construcción de vigilancia, la Torre del Oro, edificada a orillas del Guadalquivir por los musulmanes en el siglo XII, y que se ha mantenido a lo largo del tiempo con diversas funciones.

Rubén Torrelo del Olmo

05/3/12

MADRID (Antonio Joli, 1752)

La calle de Atocha era una de las zonas más transitadas de Madrid en el siglo XVIII, como puede apreciarse en esta imagen pintada por Antonio Joli, pintor italiano conocido por sus escenografías en Módena y Perugia. Joli viajó a Madrid llamado por el castrato Farinelli para trabajar en la corte en sustitución del fallecido Giacomo Pavia. Estuvo allí durante cuatro años, en los cuales le dio tiempo a pintar varios cuadros de la ciudad de Madrid, entre los cuales se encuentra esta vista de la calle de Atocha. En él se puede observar cómo la calle era utilizada de vía de comunicación, transporte y conexión de los distintos espacios urbanos que se interrelacionaban en este punto. El trazado urbanístico en torno a esta calle seguía un plano ortogonal, según el cual la ciudad se organiza en calles largas y rectilíneas que se cruzan entre sí formando ángulos rectos, originándose a su vez manzanas rectangulares o cuadrículas.

Esta era la primera imagen de la ciudad de Madrid que tenían todos los viajeros que llegaban a la Estación del Mediodía cuando en el siglo XIX se instaló la segunda línea de ferrocarril de España. En esa época se introdujeron las líneas ferroviarias, con una mejora de los transportes y carreteras, para comunicar la periferia con las principales ciudades, favoreciendo así, el empuje de la industrialización.

La mayoría de las construcciones que podemos observar en la pintura son barrocas del siglo XVII. Algunos edificios poseen un importante valor monumental, sobre todo las iglesias y conventos ubicados en la parte alta de la calle, visibles al final de la pintura. En la parte baja, en cambio, se construyeron hospitales, convertidos en la actualidad en conservatorios de música y museos como el Reina Sofía.

Entre los espacios abiertos, se puede apreciar una gran cantidad de espacios dedicados al intercambio comercial, que caracterizaban a una sociedad eminentemente urbana ocasionada por el éxodo rural. A pesar de ello, la actividad económica que más beneficios aportaba seguía siendo la agricultura, como bien se observa en el primer plano de la imagen. Por otro lado la gran extensión de la calle también era empleada como paseo para el comercio y ocio.

La construcción posterior de rondas y barrios más modernos, junto con los más antiguos, hizo que la glorieta de Atocha se insertara en el eje que conforma el Paseo de la Castellana, Recoletos y el Prado, atravesando la ciudad de norte a sur. Esta disposición actual es debida a que en el sur de Madrid se construyó el acceso que comunicaba con el nuevo Puente de Toledo en 1732, remodelándose en torno a la puerta de Atocha con una red caminera en forma de tridente. Esto dio lugar a la formación de los paseos de Atocha en 1736 y de las Delicias en 1754, integrando en el trazado viario el Santuario de Santa María de la Cabeza. Queda mencionar que a finales de siglo XVIII Carlos III realizaría las reformas urbanas más importantes hechas hasta entonces en la capital, siguiendo las directrices ilustradas del Conde de Aranda y del de Floridablanca.

Sandra Polo Soria

05/3/12

VITORIA-GASTEIZ (Benito Casas, 1838)

 

Esta imagen pertenece al casco histórico de Vitoria-Gasteiz. La morfología de la parte izquierda de la foto, correspondiente a la ciudad medieval, tiene forma radiocéntrica elipsodial adaptada a la colina.  La población se concentra en viviendas apiñadas y calles estrechas. La ciudad se encuentra toda amurallada a orillas del rio Zapardiel. Su función principalmente es defensiva aunque también fiscal para controlar el paso de mercancías y el pago de impuestos. A finales del siglo XVIII se inicia la expansión hacia el sur de la ciudad, que se corresponde con la zona derecha de la imagen.

Las calles del casco histórico se encuentran ordenadas por gremios: Cuchillería, Pintorería, Zapatería, Herrería, etc. Estas calles disponían de unos cantones o calles estrechas que cortan las calles principales, para unir la parte superior con la inferior de la colina. Aún se mantienen así en la actualidad.

En la imagen destacan las cuatro torres de las iglesias más antiguas de la ciudad: San Pedro, San Miguel, San Vicente y la catedral de Santa María. Ejercían funciones religiosas pero también defensivas para los habitantes de la villa.  Dos de ellas servían de lugar de reunión para dos clases sociales enfrentadas: los artesanos y comerciantes liderados por la familia Ayala, en la iglesia de San Miguel, contra los nobles liderados por la familia Calleja, en la iglesia de San Pedro. Otro rasgo característico es que el hospital se encuentra en los alrededores de la plaza, como el Hospital Santiago que está dentro de la Plaza Mayor. Esta Plaza Mayor, actual Plaza de la Virgen Blanca, era el lugar donde se celebraba el mercado. También se realizaban allí representaciones, espectáculos populares y corridas de toros. Este es un rasgo típico de las ciudades medievales y modernas, que utilizaban estos espacios públicos significativos para celebrar este tipo de actividades.

La economía de la ciudad de Vitoria durante la etapa preindustrial se basaba en la artesanía y en los pequeños comercios.  Sus viviendas constaban de varias plantas en las que la baja se destinaba a negocio, la primera el taller y la última, a vivienda familiar. Un menor porcentaje de la población se dedicaba a la agricultura, disponiendo sus plantaciones fuera de la muralla.

 Paula Pérez de Eulate.