Este grabado nos muestra la ciudad de Bilbao a mediados del siglo XIX. Bilbao es la capital de la provincia de Bizkaia en el País Vasco. El autor del grabado, P.Skelton, nos da una perspectiva de Bilbao desde la estación de ferrocarril de Abando, desde la cual tenemos una vista panorámica de esa parte de la ciudad. Muchos de los elementos que vemos en la imagen perduran hoy en día. Podemos encontrar este grabado en el Museo Naval de San Sebastián (Gipuzkoa). La imagen está disponible también en la siguiente página web: http://www.albumsiglo19mendea.net
Bilbao fue fundada el 15 de junio del año 1300 por Don Diego López de Haro, señor de Bizkaia. Su fundador le otorgó la carta puebla con privilegios comerciales. La villa se situaba en el margen derecho de la ría, donde en 1860, época representada en el grabado, la población de Bilbao ascendía a unos 18.000 habitantes. El núcleo urbano estuvo, en un principio, formado por tres calles: Somera, Artecalle y Tendería. Durante los siglos XIV y XV se añadieron otras cuatro calles: Belosticalle, Carnicería Vieja, Barrencalle la primera y Barrencalle la segunda, que conformaron el núcleo urbano más antiguo de la ciudad denominado las Siete Calles. Algunos de los nombres de las siete calles hacen referencia a los oficios que tenían lugar en ellas, son denominaciones gremiales o toponímicas, con mezcla, en algunos casos, de términos castellanos y euskéricos. Este núcleo urbano se iría expandiendo poco a poco hasta conformar lo que hoy en día conocemos como Casco Viejo. Originalmente una muralla rodeaba las Siete Calles, a las que se podía acceder por distintos portales. Sin embargo en 1571, tras un incendio, la muralla fue derribada.
La iglesia de San Antón y el puente de San Antón eran y son un referente de la ciudad y son parte del escudo de Bilbao. El puente de San Antón se cree que es anterior a la fundación de Bilbao. Durante siglos fue el único puente que comunicaba las dos orillas de la ría. Era un puente de piedra de estilo gótico. También se le llamó “la puente vieja” y fue muy importante para el comercio de Bilbao, puesto que era paso obligado del comercio de Vizcaya con Castilla. Debido a los “aguaduchus” o riadas tuvo que ser reconstruido en numerosas ocasiones. La iglesia de San Antón fue construida sobre las ruinas de un castillo- alcázar que mandó construir en 1312 Alfonso XI, rey de Castilla y León. La inauguración de la iglesia tuvo lugar el 5 de agosto de 1433, convirtiéndose en la segunda parroquia de Bilbao. Por problemas de construcción la iglesia tuvo que ser reconstruida en 1478 con estilo gótico.
Tal y como hemos comentado anteriormente, tanto la iglesia de San Antón, como el puente de San Antón, forman parte del escudo de Bilbao. Junto a estos dos elementos aparecen también la ría y dos lobos. La ría era el principal eje comercial en el siglo XIX. En el puerto interior de Bilbao se embarcaban las mercancías más importantes provenientes de Castilla, como la lana, el trigo, el vino, o los frutos secos. Al mismo tiempo, entraban las manufacturas del norte de Europa para las ferias y mercados de la Corona de Castilla, como telas y paños, la mercería, maderas, salazones y papel.
En el escudo nos encontramos también con dos lobos, en honor al fundador de la villa, Don Diego López de Haro, puesto que en su escudo de armas campean los lobos en referencia a su apellido (‘lupus’ en latín significa lobo, de donde procede ‘lope’ y el patronímico ‘lópez’, hijo de Lope). Estos lobos se colocaron encima del puente, uno sobre el otro, estampados sobre el cielo y campo de plata. En un principio, en vez de la iglesia de San Antón, en el escudo aparecía el castillo, pero al ser derribado éste en 1366, y al comenzar la construcción de la iglesia, el castillo desapareció del escudo de Bilbao.
En el grabado podemos observar también la catedral de Santiago. Esta catedral fue levantada en honor al Apóstol Santiago en la última década del siglo XIV. En 1880 se reconstruyó la fachada y la torre, con estilo neogótico. En el grabado podemos observar la catedral antes de esta reconstrucción. El 11 de junio de 1819, concedido por Roma, la iglesia obtuvo el rango de basílica menor, la primera del País Vasco. En 1949 la basílica adquirió la dignidad catedralicia al establecerse la Diócesis de Bilbao. Es un monumento Histórico- Artístico Nacional desde el 3 de junio de 1931.
La plaza de San Antón fue muy importante para Bilbao. Bilbao era una villa con una gran tradición negociadora de efectos mercantiles. Los mercaderes estaban habituados por un lado, al cambio y al intercambio de mercaderías, y por otro lado, a manejar la documentación correspondiente como recibos, facturas, pólizas de seguro, etc. También estaban habituados al giro cambiario de letras, equiparación de patrones monetarios, etc. Todo esto configuró la contratación bilbaína que se realizaba en la plaza del Mercado, en sus muelles y en las lonjas, que eran lugares de contratación. La palabra ‘lonja’ ha llegado hasta nuestros días. En Bilbao las lonjas particulares formaron una gran lonja pública en la plaza de San Antón, el lugar de encuentro entre los negociadores mercantiles. Este sería el embrión de la Bolsa de Bilbao, debido también a la influencia de las villas de Brujas o Amberes, con las que el puerto de Bilbao mantenía estrechas relaciones y que eran a su vez sedes de las más antiguas bolsas. En 1889, particulares fundaron una sociedad anónima encaminada a la creación de la Bolsa de Bilbao.
Al otro lado de la ría, podemos observar el Convento de San Francisco que poseía la iglesia más grande del País Vasco y el primer cementerio al aire libre de Bilbao. Este convento gótico y renacentista se empezó a construir a finales del siglo XV. En 1511, diez años después de su inauguración, una Ejecutoria Real les dio permiso a los frailes para levantar un puente que facilitase la afluencia de los fieles al convento. El puente de San Francisco de la Ribera tuvo problemas en su construcción debido a las riadas, con lo que no fue hasta principios del siglo XIX que se levantó finalmente el puente colgante. Este sería destruido muy probablemente como consecuencia de los bombardeos que tuvieron lugar en Bilbao en la segunda guerra carlista, en 1874. En 1881 un nuevo puente de hierro, fijo, fue construido. Con este puente se comunicó la zona central del Bilbao de entonces con el barrio de San Francisco y las Minas de Mena y de Miribilla, impulsando la industria de la metalurgia que tanta importancia tuvo para Bilbao. El ocaso del convento tuvo lugar durante la primera Guerra Carlista, cuando fue desalojado y convertido en cuartel.
Fue durante las Guerras Carlistas en los años 1833 y 1872, donde los carlistas (foralistas), apostados en las laderas de las colinas que rodeaban a Bilbao (liberales), llevaron a cabo numerosos sitios, que no obstante no cumplieron con su objetivo de vencer a la villa. En estas laderas también se acercaban numerosos curiosos de las zonas rurales y alrededores que tomaban cada “sitio” como un entretenimiento.
Agate de Blas Granja