CARTAGENA DE INDIAS (Jean Beaurian, 1741)

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El plano de la ciudad   escogido para el estudio data del  año 1741 y fue realizado por el cartógrafo francés Jean Beaurian. El interés de algunos países europeos en invadir, saquear y conquistar tierras en el nuevo continente motivaron a fracases, holandeses e ingleses en hacer de Cartagena una de las ciudades más cartografiadas para conocer mejor su infraestructura y vías de acceso tanto marítimo como terrestre.

La representación gráfica del territorio que ocupa la ciudad nos ofrece una lectura de elementos informativos de la Bahía de Cartagena que fue descubierta en el  año 1501, por  el sevillano Rodrigo de Bastidas. Esta  ciudad  despertó gran interés por su ubicación geográfica ya que está situada en la costa norte de Colombia, conectando de alguna manera el continente Sur Americano con el Mar Caribe. Se encuentra en las coordenadas de latitud a 10º 23’ norte y longitud 75º 32’ oeste, en el centro de una bahía que sirve como refugio natural.

Cartagena parte de un asentamiento de dos islas bajas  que posteriormente fueron unidas y por ende rodeadas por el mar Caribe, además de importantes cuerpos de agua que se convierten en elementos dominantes de su estructura morfológica. Estos cuerpos de agua la recorren en su interior formando un área insular y un área continental. Por su ubicación estratégica, la ciudad se convirtió en un centro logístico y comercial, además de puerto de enlace con otras ciudades. Esto permitió que su actividad económica se consolidase  específicamente en el comercio, o sea, venta, compra, almacenamiento y canje de productos de toda índole desde la venta de esclavos, mercancías de oro, piedras preciosas, etc. La ciudad se convirtió por lo tanto en objetivo de poder político y administrativo de primer orden.

Cartagena de Indias fue llamada así por su supuesto parecido en cuanto a su emplazamiento geo-topográfico, a la Cartagena del Levante español. Fue fundada el 1 de Junio de 1533 por el conquistador español Don Pedro de Heredia en el sitio que los aborígenes llamaban “Calamarí” (cangrejos). Estuvo habitada por un pueblo indígena, los Calamarí, de la tribu de los Mocanaes, que se organizaron en grupos y construyeron un  conjunto de chozas agrupadas y encerradas por una empalizada. En un principio la escasez de agua de calidad para abastecer la ciudad y el difícil acceso a terrenos hábiles para el cultivo y ganadería retrasó su colonización, pero  con el tiempo estos inconvenientes se fueron solucionando lentamente a través de la explotación de pozos de agua, además de la creación de extensas caravanas de exploradores españoles acompañados de soldados y nativos de la región quienes se internaban en tierra firme buscando terrenos aptos para la agricultura y la ganadería.

Después de su fundación, la ciudad de Cartagena cambió de imagen lentamente, desde un poblado primitivo a una ciudad de estructura española. Siguiendo en un principio las pautas marcadas por el poblado indígena, el emplazamiento de la ciudad dio lugar a un esquema de organización territorial, en el que los trazos de los caminos partían desde el punto de origen del poblado, desde la plaza central o “Plaza Real de la mar” hacia la periferia en forma radial, como incipiente transformación. A comienzos del siglo XVI se dio un proceso de expansión y crecimiento en el  área urbana promoviendo el trazado de  las primeras calles  a cargo del Lic. Juan de Vadillo, hecho que contribuyó y facilitó la morfología del asentamiento, ubicación y delimitación de parcelas y solares. La infraestructura de la ciudad aportó elementos determinantes en la forma y en la construcción.

Ya desde el siglo XVI se habían empezado las construcciones de los fuertes de defensa protegidos por militares españoles. El primero fue el Fuerte del Boquerón “Fuerte de San Sebastián del Pastelillo” que tenía por objeto proteger la entrada a la ciudad desde la bahía de las Ánimas y otros fuertes ubicados estratégicamente como el de la cima del cerro de la Galera (cerro de la Popa), y el del cerro  de San Lorenzo como el Castillo de San Felipe de Barajas cuya construcción se inició en 1536 y fue expandida significativamente en 1657. Esta importante construcción sería el escenario donde se libró la batalla el 13 de marzo de 1741 contra el corsario inglés Edward Vernon, dando inicio al famoso sitio de Cartagena de Indias. Como estrategia de defensa militar, también se contó con la construcción de  otros Fuertes en las islas que conforman la bahía.

Bajo la gobernación de Fernández de Busto se impulsaron las obras públicas a finales del siglo XVI y la mayoría de los bohíos se habían reemplazado por casas de piedra. También se rellenó parte de la ciénaga de San Anastasio y el área del puente de San Francisco logrando una comunicación por tierra entre las dos  islas que conformarían la ciudad antigua y que posterior mente en una de ellas se asentó el arrabal. En el siglo XVII se continuaron las construcciones para la defensa de la ciudad  contra los piratas y corsarios provenientes de Europa: Ingleses como Francis Drake en 1586, y franceses y holandeses. Por esta razón el Rey Felipe II encomendó la misión de construir las murallas para el resto de la ciudad, que sirvieron de fuertes  de defensa, como también protección  de fenómenos meteorológicos. Otra misión del Rey fue la de nombrar el cabildo y dar trazas para el urbanismo de la ciudad.

Cartagena de Indias pasó por varios procesos de reconstrucción después de que la azotara y destruyera en muchas ocasiones incendios, ataques de piratas y mercenarios, hasta los fenómenos naturales, vendavales, huracanes etc. Una de las tareas de reconstrucción y mejoramiento fueron ejecutadas a cargo de Vadillo, como la construcción de puentes y vías de conexión con la isla de Getsemaní. En este siglo se genera el primer ensanche de la ciudad, dando lugar al arrabal de Getsemaní. De igual manera se abrieron nuevos caminos para el ganado por la  puerta de la Media Luna que conecta con tierra firme.

La ciudad de Cartagena fue sometida a una estructura generada por el circuito de murallas y baluartes que enceraba a la ciudad entera, que condicionó la estructura de las calles por las puertas que se abrieron en las  murallas. Todo el entramado de calles se comunicaba con todas las puertas y con la puerta principal la que da salida y conexión con el puente de San Francisco que lleva al arrabal de Getsemaní. Las calles con sentido norte-sur, las de sentido oriente se crean sombras donde la orientación de las casas por su doble altura y el ancho de las calles, generando un micro clima de confort.

La importancia militar de Cartagena de Indias motivó que las obras de rehabilitación se centraran en los fuertes de defensa y en la construcción de  muelles, y menos en la infraestructura urbana. Durante los siglos XVII y XVIII se trabajó la infraestructura militar con los proyectos de defensa con murallas y baluartes que acondicionaron y transformaron la ciudad en un núcleo cerrado con proyección hacia su interior, que siglos mas tardes se abrirá al extramuros, expandiéndose la ciudad.

La ciudad fue asentándose desde el siglo XVI, creciendo en torno a iglesias, monasterios y conventos, este equipamiento religioso que se vio aumentado  en el siglo XVII,  esto se debió a que se velaba por la fe católica de sus habitantes ya que por las costumbres de nativos y esclavos se realizaban cultos paganos. Estos cultos incluían formas de hechicería, lo que resultó en la necesidad de implantar la Inquisición en 1610 para asegurar y velar la  espiritualidad cristiana de los habitantes.

Entres las principales edificaciones encontramos muchos monasterios e iglesias, como Iglesia de la Santísima Trinidad, edificada hacia el año 1716, que es un templo de tres naves, el techo y el presbiterio están ornamentados  al  estilo mudéjar; el Convento de San Diego, construido en 1608; el Claustro de la Merced, comenzado en 1619; el Convento de Santa Clara, construido en el año de 1621 por el español  Simón González para la Orden de Las Clarisas; el Convento de San Isidoro, construido en 1850; la parroquia adyacente de Santo Domingo, construida en 1690 por las calles de la ciudad de los marrajos; la Catedral, construida entre los años 1577 y 1612, una de las primeras construcciones de la ciudad que marcó el punto de partida para el primer trazado  de calles; el Claustro de la Iglesia de San Juan de Dios, de 1580-1654, perteneciente a la comunidad religiosa de los jesuitasy luego denominada Iglesia de San Ignacio de Loyola, primero, y San Pedro Claver, después, por el misionero y sacerdote que dio refugio y acogida a los negros esclavos en ese sitio; finalmente, el Convento de Santa Teresa, de 1609, que fue el primer monasterio de descalzas femenino de la ciudad gracias a la generosidad de las damas de la alta sociedad.

Otro elemento urbanístico es el compuesto por plazas que se encuentran al pie de cada construcción eclesiástica y administrativa. Entre las más importantes destaca el Palacio de la Inquisición, de estilo barroco, situado en la actual plaza de Bolívar, el Real Consulado de Cartagena, que se creó para facilitar y fomentar la labor de agricultores, comerciantes e industriales, la apertura de vías de comunicación y todo lo relacionado con el desarrollo económico de la ciudad, la Antigua Real Contaduría, actualmente  Plaza de la  Aduana, la «Plaza del Juez», actualmente Plaza de los coches, la plaza de la catedral actualmente plaza de la Proclamación, y la Plaza-parque  Fernández de  Madrid en segundo rango de importancia.

El plano reproducido aquí data del siglo XVIII, período en que se mantuvo una cierta calma en el desarrollo urbanístico de la ciudad. En cuanto a las nuevas construcciones especialmente las religiosas crearon ambientes en el interior de los edificios con jardines, huertos en sus patios interiores, procurando de esta manera una disposición urbanística sólida. Este proceso de transformación urbano ayudado por los avances en la utilización de material como la mampostería de piedra que sustituyó a la madera y al bahareque permitiendo así nuevos diseños en la construcción. Una ciudad conformada por dos islas, de calles estrechas  con ejes Norte-sur, Oriente –poniente conformando un estructura reticular irregular, reforzada y cerrada por murallas cada isla, de aspecto significativo.

La Cartagena actual,  fue proclamada como  Patrimonio Histórico de la Humanidad por la UNESCO en el año 1984,  y hoy por hoy,  se levanta  en el  desarrollo turístico debido a sus playas y su patrimonio cultural. Actualmente cuenta con 978.600 habitantes aproximadamente, siendo la quinta ciudad  más poblada del país. La dinámica económica de esta ciudad ha cambiado por supuesto desde sus inicios, pero de alguna forma conserva ese espíritu comercial que la identificó y caracterizó desde sus inicios. Cartagena es actualmente el lugar de encuentro de un gran número de inmigrantes colombianos provenientes del  interior y sur del país los cuales vienen huyendo de la violencia civil que ha estado enfrentando Colombia desde varias décadas atrás. Esto la ha convertido en centro turístico, cultural y comercial de la parte norte del continente suramericano.

Rosemary Méndez Roca

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