La imagen elegida es una representación histórico-artística en forma de grabado de la ciudad de Nápoles en el suroeste de Italia del año 1550. Este grabado ha sido obtenido en la web Historic cities (http://historic-cities.huji.ac.il), originalmente extraída del libro Cosmographei: “Representaciones del mundo” de Sebastian Munster, que realizó una descripción de todos los países en el año 1550 y en la página CCLXX de dicho libro, describe el país de Italia y en concreto la ciudad de Nápoles. Dicho libro se encuentra en la biblioteca de Landes- Und Stadt Bibliothek Dusseldorf.
El autor, Sebastian Munster (1488-1552), fue un geógrafo de origen alemán. Estudió arte y teología y cuando entró en la orden de los franciscanos en 1505 en Heidelberg, aumentó sus conocimientos en matemáticas, geografía y cartografía. En 1529 dejó la orden de los franciscanos y se mudó a la ciudad de Basel, donde se casó con Adam Petri que le dio la seguridad económica que necesitaba para imprimir sus obras y trabajos.
Nápoles es una ciudad costera con puerto, en torno al cual gira la actividad económica y social de la época representada en el grabado. La estructura urbana y su morfología, la cual podemos contemplar en el grabado, vienen condicionadas por dos factores fundamentales y vinculados entre sí: las características topográficas / geográficas, y la riqueza histórica y cultural de la ciudad de Nápoles.
Respecto a la primera característica decir que desde tiempos muy remotos a Nápoles ya le era atribuido el nombre de “Campania Felix”; que significa campaña afortunada debido a la fertilidad de sus tierras. Esta fertilidad de debe a la riqueza que le aportan sus terrenos volcánicos y por la benignidad de un clima suave y mediterráneo. Topográficamente, Nápoles se encuentra ubicada en torno al propio Golfo de Nápoles; que le confiere la forma de anfiteatro entre los Campos Felegreos y el volcán del Vesuvio. Así mismo alrededor de la ciudad se encuentran una serie de colinas, como la del Vómero, que la rodean y donde se ubican los edificios estratégicos. Sus grandes valores naturales, la riqueza de su territorio y su ubicación estratégica en el golfo de Nápoles, en el mar Mediterráneo; hacen que haya sido habitada por diversas poblaciones a lo largo de la historia y esto se refleja en su estructura urbana y se puede observar en el grabado.
En este punto enlazamos con la importancia de la segunda característica que es la gran riqueza cultural e histórica de la ciudad de Nápoles. El origen y la evolución histórica de la ciudad son fundamentales para analizar la estructura y morfología de la ciudad. El Golfo de Nápoles fue el núcleo en torno al cual surgió Nápoles, cuyo origen se remonta a la colonia denominada Paleopolis (la ciudad vieja) y que posteriormente se fundaría como ciudad de Cumas en el s IX a.C. y ya en el s V a.C. surgiría la conocida como la Neapolis (la “ciudad nueva”) fundada por los colonos griegos provenientes de Eubea; nombre al cual hace referencia el grabado.
Posteriormente Nápoles pasaría a ser dominada por los romanos y tras la disgregación del Imperio Romano fue conquistada por los godos en el s V, a los que les siguieron los bizantinos. En la segunda mitad del s VIII consiguió ser independiente por un breve periodo de tiempo y posteriormente paso a ser conquistada por la invasión normanda en el año 1.139. En el s. XIV Nápoles pasó por una época de dominación Angevina hasta que en el año 1442, entró el rey aragonés, Alfonso I. En los años sucesivos y como resultado de las disputas entre españoles y franceses; Nápoles pasó a ser dominio español desde finales del s XV hasta principios del s XVIII; caracterizándose por ser una etapa de miseria y penurias. La imagen del grabado pertenece a la época del año 1550, cuando Nápoles pertenecía al Reino Español y el rey era Carlos I; que se caracteriza por ser una etapa difícil y de muchas necesidades económicas y sociales.
Nápoles es una de las ciudades más antiguas de Europa y como resultado de estas idas y venidas; la estructura y morfología urbana se ha visto enriquecida, quedando reflejado este hecho en el grabado objeto de estudio y del que a continuación citaremos algunas características. En primer lugar destacamos el hecho de que la ciudad esté integrada totalmente dentro de la muralla; que según diversas fuentes revisadas, sería de origen clásico y posteriormente ampliada en la época de Carlos I de Anjou y después sería remodelada y reconstruida en la época de la dinastía aragonesa. Las calles de la ciudad reflejan la influencia grecorromana, se puede apreciar un trazado urbanístico hipodámico en sus calles; que se caracteriza por ser muchas de sus calles diseñadas en ángulos rectos y por ser sus barrios o manzanas de poblamiento rectangulares.
Sus barrios se crearon en primer lugar en las proximidades de la zona marítima y el puerto, llamados barrios marítimos. Posteriormente la ciudad irá creciendo hacia el interior; dividiéndose la población conforme a las diferentes nacionalidades y profesiones. Esta característica se observa perfectamente en la imagen donde se pueden contemplar diferentes barrios o manzanas separados por calles amplias y con iglesias cercanas. Siempre estos barrios y asentamientos se ubican dentro de la muralla, que marca el crecimiento de la ciudad hasta el periodo normando- suabo (mitad del s. XII). Con la llegada de los reyes angevinos (s. XIV) comenzó a expandirse y absorber los suburbios y los pueblos colindantes, ya que fue una época de resurgimiento en Nápoles.
Finalmente en la imagen también se contemplan multitud de construcciones y edificios importantes. Algunas Iglesias como San Gennaro, Moenia, San Giorgio Maggiore y San G. Maggiore de los s. IV y V y otros de la época angevina: Las estructuras religiosas como la nueva catedral, las iglesias de San Lorenzo Maggiore, San D. Maggiore y San Chiara y edificios como el Castel Nuovo, el Castel Capuano y el Palacio del Príncipe de Tarento. Algunos de estos elementos arquitectónicos reflejan como la ciudad está protegida tanto en las colinas como en el mar por los castillos:
El Castillo del Huevo/ dell’Ovo. Surge en un islote, residuo de una antigua caldera volcánica. Es de época normanda y fue reconstruido a finales del s. XVII. En la imagen se ve como se encuentra defendiendo el puerto de Nápoles.
Castillo de San Elmo. Es el castillo más panorámico de Nápoles. Castillo angevino que se asienta sobre la colina del Vómero y protege la Cartuja de San Martín (segunda mitad del s.XIV) que se ubica justo debajo y protege a la ciudad de Nápoles, que queda a sus pies.
Castillo Nuevo/Castillo Angevino. Castillo en el que se apoyan las murallas clásicas. Se construyó en la segunda mitad del s. XIII por deseo de Carlos I de Anjou. Es una demostración de poder y función de defensa al encontrarse en el Golfo de Nápoles.
Beatriz de la Puebla Gutiérrez