05/9/13

AVIGNON (Franz Hogenberg, 1575)

Avignon

La imagen está tomada del libro Civitates Orbis Terrarum, tomo II que es un gran atlas de ciudades de Europa editado por Georg Braun y grabado en gran parte por Franz Hogenberg, en 1572. Se trata de la ciudad y comuna francesa de Aviñón (Avignon en francés) que está situada al sureste de Francia, en la orilla izquierda del rio Ródano, y es la capital del departamento de Vaucluse, en la región de Provenza-Alpes-Costa Azul, a unos 653 km al sureste de París y 80 km al noroeste de Marsella. Fue clasificada como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1995.

Aviñón presenta una morfología urbana medieval, de plano irregular con calles sinuosas que se fueron extendiendo desde la ladera del peñasco de Doms, un promontorio refugio natural por encima del Ródano, de origen calcáreo a 60 metros de altitud. En la época del papado, la ciudad tenía una clara función religiosa y administrativa por un lado y de defensa militar y fiscal por otro, lo que hizo que en pocos años  la población aumentara considerablemente bajo la protección de las murallas, de seis mil a casi treinta mil personas. Hoy en día la población sobrepasa las noventa mil personas y a nivel urbanístico hay dos vías principales que cruzan la ciudad de manera oblicua y confluyen en la plaza Carnot: la Rue Carnot y la Rue Thiers y otras dos de manera vertical: La Rue Joseph Vernet y la Rue de la Republique. Al sur de la plaza Carnot la ciudad ha habilitado una zona peatonal donde actualmente se sitúan grandes zonas de ocio y compras.

La ciudad ocupa una posición estratégica desde la prehistoria. Gracias a sus poderosas fortificaciones construidas por los romanos, Aviñón resistió a los Vándalos y a los Godos. En el siglo VIII los árabes invaden la Provenza y Aviñón se convierte en una de sus plazas fuertes. En 737 Charles Martel libera la ciudad después de un asedio memorable. Después de varias destrucciones y reconstrucciones sucesivas durante el siglo XII, la ciudad se ha protegido detrás de las murallas actuales, que comenzaron a ser construidas en el siglo XIII por el Papa Inocencio VI para proteger la ciudad de los asaltantes y liberados de la guerra de los cien años.  Las mismas miden 4.330 metros de largo y poseen 35 torres defensivas que dominan en esa época el agua de las fosas de más de ocho metros, hoy tapadas. De ellas sólo tres son originales del siglo XIV. En el grabado podemos ver veintidós puertas de acceso a la ciudad, aunque sólo había siete puertas de acceso obligatorio a la ciudad. Las murallas fueron varias veces reconstruidas y reforzadas en los siglos posteriores, habiéndose restaurado en el siglo XIX bajo la dirección de Viollet-le-Duc.

Fue en la edad media cuando la ciudad tuvo su mayor esplendor, siendo una plaza importante ya desde el siglo XII por su puente, que tuvo mucha relevancia, ya que era el único puente fijo que cruzaba el Ródano entre Lyon y el mar Mediterráneo. También era la única manera de cruzar por río entre el condado Venasiano, controlado por el Papa, y la propia Francia. Estuvo muy custodiado en ambos lados del río y es probable que peregrinos y mercaderes pagaran por pasar al otro lado del rio. La orilla izquierda, que era controlada por la corona francesa, estaba dominada por una formidable fortaleza de la Tour Philippe le Bel y la ciudadela de Villeneuve-les-Avignon. En el lado de Aviñón, el puente pasaba a través de una gran puerta erigida en el siglo XIV, con grandes modificaciones en el siglo XV (la Torre du Chatelet), pasando a través y por encima de la muralla de la ciudad y saliendo a través de una rampa, hoy destruida, que llevaba hacia la ciudad.

Curiosamente, la palabra pontífice, viene del latín pontifex y significa el que hace el puente. Es una palabra que ya utilizaban los romanos, pero que cobra sentido al ser la ciudad en la que habita el dueño del puente, el sumo pontífice, ya que Aviñón bajo el gobierno de Clemente V, desde 1309 fue residencia de los papas. El papado ya poseía el condado Venasiano desde esa fecha, y desde 1348 también la ciudad, por la venta de parte de Juana I de Nápoles a Clemente VI, mediante la suma de 80.000 florines. Con el restablecimiento de la paz de la iglesia en 1417, después del cisma, no residieron en la ciudad más que legados papales. En 1797 se ratificó la anexión de Aviñón y el condado Venasiano a Francia con la paz de Tolentino. Durante la época del papado

Del puente de Bénezet, actualmente quedan en pie cuatro de los veintidós arcos que tuvo. Según la leyenda, la construcción del puente fue inspirada por san Bénezet, un niño pastor local proveniente de Ardeche, región al sur de Lyon, al que los ángeles mandaron construir un puente sobre el río. Aunque al principio fue ridiculizado, él dio cuenta de su inspiración divina alzando milagrosamente un pesado bloque de piedra y lanzándolo al rio, la cual sería a la postre la primera piedra del puente que llevaría su nombre. Obtuvo el apoyo para su proyecto de gente influyente y mecenas que formaron una “Hermandad del Puente” para permitir mediante donaciones la construcción del puente. Cuando falleció, el niño pastor fue enterrado en el propio puente, en una capilla que permanece en una de las pilastras supervivientes del puente, en el lado de Aviñón.

El puente en un principio cruzaba el río Ródano entre Aviñón y  Villeneuve-les-Aviñón en la orilla izquierda. Fue construido entre 1171 y 1185, con una longitud original de unos 900 metros. Sobre las pilastras de piedra de un puente romano ya derruido, se tendió primero un puente de madera, que fue destruido en el año 1226 por su asedio francés durante la cruzada albigense. Después, varias veces se reconstruyó, ya en piedra, sufriendo varios derrumbamientos durante las crecidas del Ródano.

En 1644 perdió cuatro arcos, como se puede apreciar en otro mapa de Aviñón aparecido en el Atlas de Italia en 1663,  y finalmente, una inundación catastrófica en 1669 arrasó gran parte de la estructura y el puente quedó en las condiciones que presenta actualmente, fuera de uso, pues la inundación se llevó gran parte de la estructura. Fue posteriormente abandonado y no se hicieron más intentos de repararlo. Desde entonces, los arcos supervivientes se han ido desplomando sucesivamente o han sido demolidos. Actualmente, existen dos puentes más al sur que cruzan la Isla de la Barthelasse, el puente de Edouard Ladandier con dirección a Villeneuve-les-Aviñón, y la isla de Piot, con el puente de Europa y dirección a Nimes.

Mención especial para el Palacio de los papas, al sur del peñasco de Doms, edificado a partir de 1335 en menos de veinte años, se trata sobre todo, de la obra de dos Papas fundadores, Benedicto XII y su sucesor, Clemente VI. El monumento es el palacio gótico más importante del mundo (15.000 m2 de base, es decir, el volumen de 4 catedrales góticas), donde se pueden contemplar los apartamentos privados del Papa y sus fabulosas decoraciones de frescos realizadas por el artista italiano Matteo Giovannetti. Con el paso del tiempo, el interior se ha ido deteriorando y transformando: durante los años de la Revolución francesa los muebles fueron destruidos y las estatuas y esculturas quemadas. En 1,810 fue transformado en cuartel y muchos frescos fueron desprendidos, mutilados o vendidos a anticuarios de Aviñón.

Santiago Martín Calvist