05/6/12

MADRID (P. Teixeira, 1656)

 

La imagen es un fragmento del plano de Madrid que realizó Pedro Teixeira, cartógrafo portugués al servicio de la monarquía española, en el año 1656. Su eje central corresponde al Prado de los Agustinos Recoletos.  Durante el reinado de Carlos III, en el siglo XVIII, toda esta zona de urbanizó dando lugar al Paseo de Recoletos, y se prolongó hacia el sur por el Prado de San Jerónimo, denominándose allí Paseo del Prado. En el cruce de este gran eje con la calle Alcalá se situó uno de los puntos emblemáticos del Madrid de los Borbones, embelleciéndose con la Fuente de la Cibeles. Otras fuentes monumentales que se ubicaron a lo largo de este paseo fueron las de Apolo y Neptuno.

En el cuadrante inferior derecho se encuentran los jardines del Palacio del Buen Retiro. En el año 1616 Felipe III adquirió estos terrenos situados en el Prado de San Jerónimo y los decoró con fuentes y jardines. En 1630 el Conde-Duque de Olivares decidió levantar un palacio de recreo para Felipe IV y eligió este lugar por ser una zona muy transitada por los madrileños y donde la nobleza poseía numerosos palacetes en los que celebraban fiestas. En la actualidad sólo se conservan los jardines convertidos en parque público, el Salón de Reinos, que era una de las estancias principales del palacio y luego fue sede del Museo del Ejército, y el Salón de Baile, conocido en la actualidad como el Casón del Buen Retiro.

En la confluencia del Paseo de Recoletos con la calle de Alcalá por la izquierda, en el Altillo de Buenavista, se ubicó el Palacio de Buenavista, construido en 1777 por la Duquesa de Alba. En 1810 este edificio se destinó a museo de pintura pero en 1847 fue cedido al Ministerio de la Guerra. Frente al Palacio de Buenavista se encontraba la vivienda de Luis de Haro, VI Marqués del Carpio y valido de Felipe IV de España. Posteriormente el Palacio fue derribado y entre 1884 y 1891 se construyó la actual sede del Banco de España.

En la esquina derecha del Paseo de los Recoletos con la calle de  Alcalá se encuentran los terrenos donde estuvieron ubicados los Molinos de Plata y el Pósito Real de Madrid, un gran almacén de cereal pensado para abastecer la ciudad en épocas de crisis, pues la villa había crecido de manera considerable desde que se convirtió en sede de la Corte. En el siglo XVII Madrid ya contaba con una población cercana a los 130.000 habitantes y unas 700 hectáreas de terreno, 300 de las cuales eran catalogados como Reales Sitios. En el solar de los mecionados Molinos y Pósito se construyó, entre 1877 y 1900, el Palacio de Linares, que actualmente es la sede de la Casa de América. Enfrente suyo se edificó, entre 1907 y 1919, uno de los ejemplos más espectaculares de la arquitectura ecléctica, el Palacio de Comunicaciones (actual sede del Ayuntamiento de Madrid).

Más a la derecha se encuentra la Puerta de Alcalá, que en la época de Teixeira contaba con un solo arco. Era una de las cinco puertas de acceso a la muralla de Madrid y su finalidad era controlar las entradas y salidas a la villa. La primitiva Puerta de Alcalá era tripartita y se llamaba Puerta de la Peste de la Calle de Alcalá; fue construida en 1580 a nivel del Camino de Alcalá esquina con la calle Barquillo, durante una pandemia de peste. Una década más tarde, se adelantó su posición y en octubre de 1599 fue utilizada como lugar de entrada de la reina Margarita de Austria, esposa de Felipe III. De esta forma, la primitiva finalidad de la Puerta de Alcalá desapareció para pasar a ser una puerta de entrada ceremonial. Posteriormente sufrió nuevas modificaciones hasta que Carlos III, en 1778, la ubicó donde se encuentra en la actualidad, y la dotó de cinco arcos. La puerta se encuentra en una cañada real, la Cañada Real Galiana, y durante siglos las ovejas han pasado por ella.

Los terrenos situados más alla de la Puerta de Alcalá corresponden al actual Barrio de Salamanca, que se construyó en el siglo XIX como parte del ensanche de Madrid.

María Josefa Machuca Martín