Esta imagen se encuentra en el libro Las Crónicas de Núremberg y representa la ciudad de Florencia en 1493. La ciudad, está situada al norte de la región central de Italia, capital y ciudad más poblada de la provincia homónima y de la región de Toscana, de la que es su centro histórico, artístico, económico y administrativo. Florencia fue la capital de Italia entre 1865 y 1871 durante la Unificación italiana, en la edad media fue un importante centro cultural, económico y financiero. Conoció su época de mayor esplendor tras la instauración del Gran Ducado de Toscana bajo el dominio de la dinastía Médici (1434).
La cuna del Renacimiento era en 1490 un espacio fruto de su herencia romana y medieval. Se estructuraba siguiendo un plano ortogonal de la antigua ciudad fundada por los romanos pero, a partir del siglo XII, se formarían una maraña de callejuelas que rompían ese orden original. Por su parte, durante la Edad Media, también hubo remodelaciones de barrios que mejoraron.
A fines del siglo XIV, la familia dirigente de Florencia eran los Albizzi. Sus principales oponentes eran los Médicis, primero con Juan de Médicis, y luego su hijo Cosme. Los Médicis controlaban el mayor banco de Europa, y un amplio rango de negocios en Florencia y otros lugares. En 1433, los Albizzi manipularon el exilio de Cosme[1]. Al año siguiente, sin embargo, se eligió una Signoria[2] favorable a los Médicis y Cosme pudo retornar. Los Médicis pasaron a ser la familia gobernante, posición que mantendrían por los siguientes tres siglos. La ciudad era una república hasta 1537, fecha que tradicionalmente marca el fin del alto renacimiento en Florencia.
Esta ciudad se encuentra situada en el centro de una cuenca y está rodeada por varias colinas; Fiesole al noreste, Setignano al este y Arcetri al sur. En las zonas llanas de su área metropolitana, los espacios que la constituyen fueron construidos por el ser humano y desempeñaban trabajos propios de los sectores industriales y comerciales. En las zonas de las colinas, se realizan trabajos agrícolas y pueden ser habitacionales.
La ciudad de Florencia es atravesada por el rio Arno, que divide la ciudad en dos partes, donde se puede apreciar que la parte izquierda de la imagen se encuentra más poblada con respecto a la parte derecha. Ambas partes se comunicaban por medio de sus puentes. El puente más importante es el Ponte Vecchio (Puente Viejo). Es el más antiguo de Europa y está construido totalmente de piedra, aunque se cree que inicialmente fue construido de madera por los romanos. Este puente tiene gran actividad comercial. Según cuenta la leyenda, porque estaba exento de tasas e impuestos. La ciudad estaba rodeada por una muralla para asegurarse de los ataques, y así, poder defenderla. Las puertas que proporcionaban el acceso a la ciudad, vigilaban la entrada y salida de los mercaderes y, además, cobraban impuestos. Hoy en día, en la zona sur, aún quedan partes de la muralla bien conservadas y visibles.
En cuanto a los edificios más importantes, destacamos la Basílica de Santa María de Fiore. Es una catedral de arte gótico y del primer Renacimiento Italiano, uno de los edificios más grandes de la cristiandad. También destacan varias iglesias como la de Sta. María Novella, Santa Trinità, etc. Además, hay una serie de Palacios importantes como el Palacio Barguello, el Palacio Pitti y el de los Uffizi entre ellos. El Palacio Barguello (citado en la imagen) fue construido en 1255 para albergar el consultorio de Florencia, hoy en día es un museo.
En conclusión, Florencia es una ciudad rica en arquitectura y escultura, ya que podemos ver rasgos de arte gótico además de rasgos renacentistas. La ciudad, con el paso del tiempo, se ha ido desarrollando dejando atrás el sector agrícola y se ha producido un auge en la industria. En diferentes tierras agrícolas que rodeaban la ciudad se implantaron numerosas infraestructuras que modernizaron la región. Hoy en día, Florencia es una ciudad con gran importancia comercial y turística.
Esther Jiménez
[2] Signoria: órgano de gobierno de Florencia durante la Edad Media y el Renacimiento.