Este óleo sobre lienzo lleva por título La plaza de San Marcos hacia el este y fue realizado en el año 1722 (siglo XVIII) por el pintor italiano Luca Carvelavarijs. Esta obra pertenece a una colección particular aunque ha sido expuesta en el Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid en la exposición de 2001, Canaletto una Venecia Imaginaria, dedicada a su homólogo vedutista y en la National Gallery en Londres en la exposición Venice: Canaletto and his rivals (Venecia: Canaletto y sus rivales) en 2011.
Luca Carvelavarijs se inició en las vedutes en el año 1703 con las Fábricas y Vistas de Venecia, un conjunto de grabados al aguafuerte donde se aprecia su mentalidad científica caracterizada por los conceptos de perspectiva y equilibrio. Sus últimos años como artista se vieron eclipsados por la grandeza de las luminosas vistas del también pintor italiano Canaletto.
Esta espectacular vista desde el este de la plaza de San Marcos es un claro ejemplo del género pictórico denominado vedutismo, que se desarrolló principalmente en Venecia durante el Settecento italiano (s.XVIII). Las vedutes son vistas generalmente urbanas y en perspectiva con cierto tinte cartográfico, que intentan reproducir imágenes panorámicas de la ciudad. En ellas se describen con gran detalle los canales, los monumentos y lugares más típicos de Venecia acompañados por lo general de la presencia de la figura humana en un tamaño menor y en grandes grupos de gente.
Como podemos apreciar en la escena urbana de Carvelavarijs, la plaza de San Marcos era el núcleo de la actividad social, política, comercial y religiosa de Venecia. Su grandiosidad reside en la ordenación de los edificios tomando como construcción de referencia la Basílica de San Marcos ofreciendo un espacio amplio para cualquier tipo de intercambio socio-económico. Su trazado urbano rectangular flanqueado a ambos lados por las Procuradurías Vieja y Nueva construidas en el siglo XII le otorga cierta regularidad. La espléndida fachada de la Basílica con mosaicos y gabletes bizantinos aparece como elemento principal acompañada por el Campanario, con una altura de 98,5m, que imprime la verticalidad al conjunto y contrasta con el resto de edificios: las Procadurías Viejas y Nuevas iconos de la justicia y; el Palacio Ducal edificio de gran belleza y sede del Gobierno de la Serenísima República. Uno de los accesos más concurridos a esta plaza lo forma la Mercerie, principal arteria comercial de la ciudad donde sus establecimientos ofrecían todo tipo de artículos de calidad y lujo.
La ciudad de Venecia es la capital de la región del Veneto. Está situada sobre conjunto de islas unidas entre sí por puente que se extiende en una laguna pantanosa en el mar Adriático, entre las desembocaduras de los ríos Po y Piave al nordeste de Italia. El trazado urbano presenta el modelo típico de ciudad de la Edad Media, en el que la Basílica se presenta como el núcleo central en torno al cual se van sucediendo de forma irregular sus callejuelas y edificios con pequeñas inclinaciones mostrando los signos de la pavimentación sobre los canales. Otra característica propia de sus edificaciones son las pequeñas inclinaciones que muestran sus edificios debido a su pavimentación sobre los canales.
El Gran Canal divide a la ciudad en dos y muestra su presencia en los seis barrios en los que se divide la ciudad: San Marco, el centro de la ciudad, Castello, Cannareggio, Dorsoduro que incluye la isla de la Giudecca y toda la parte sur de Venecia, y San Polo y Santa Croce. La plaza de San Marcos se caracteriza por ser el punto más bajo de la ciudad de Venecia de ahí que sufra el fenómeno del acqua alta (agua alta) que provoca que el nivel del agua suba y que brote por las alcantarillas inundándola. Fue descrita por Napoleón como “El salón más bonito de Europa”.
A esta emblemática plaza veneciana se abren la Basílica de San Marcos, obra maestra del arte bizantino de Occidente que presenta planta de cruz griega, circundados tres de sus lados por un nártex sobre el que se levanta un balcón que recorre las fachadas. El Campanario, que servía a modo de faro a cuyos sus pies se construyó la Loggetta diseñada por Sansovino, para acoger las asambleas de nobles. Las Procuradurías, que albergaban a los magistrados de la ciudad. En el lado derecho de la plaza de San Marcos se levantan las Procuradurías Viejas, realizadas por Mauro Codussi y Pietro Lombardo entre los siglos XV y XVI. En esta centuria se construyeron las Procuradurías Nuevas, obra de Vincenzo Scamozzi y las Mercerie, núcleo de los negocios de la ciudad de la laguna, desde los primeros días de la República de Venecia, cuando se compraban objetos de valor llegados al puerto desde lejanos mercados.
Esta ciudad ha vivido épocas de esplendor y de decadencia a lo largo de sus más de tres mil años de historia. El emplazamiento de esta ciudad tiene una clara funcionalidad como enclave del comercio entre Occidente y Oriente. La llegada del siglo XVIII distanciará a la ciudad de la grandeza y esplendor de épocas anteriores debido a la extinción paulatina de la República de Venecia. Sin embargo, la vida de los venecianos mostrará otra cara muy distinta llena de alegría gracias a su famoso carnaval y a los casinos clandestinos llamados ridotti. La vida diaria de los ciudadanos ricos se basaba en su pasión por el juego sin importar si se ganaba o se perdía. Esta exuberancia enmascara la sensación generalizada de una población que presiente el agotamiento de su sistema. La conquista por Napoleón marca el fin de la independencia de Venecia. La constitución de la Serenísima queda abolida el 12 de mayo de 1797 y el último dogo, Ludovico Manin es destituido.
En la actualidad, la plaza de San Marcos se ha convertido en una parada obligatoria para los miles de turistas que llegan a la ciudad. Resulta curioso que en las Procuradurías que antaño albergaron a los miembros de la judicatura de la ciudad, hoy se encuentre uno de las cafeterías más emblemáticas y lujosas de Venecia, el Caffè Florian.
Elena Ramírez García