ARANDA DE DUERO (Fernando Gamarra, 1503)

En sus orígenes, en el siglo IX, desde que comenzara la repoblación cristiana de la cuenca del Duero, esta villa tenía como función proteger el único puente que cruzaba el río en toda la región. Por ello se empezó a construir una fortificación en el mismo puente que se terminó en el siglo X, a cuya base se situaban edificaciones muy modestas de los campesinos que trabajaban estas tierras. Para remarcar el carácter cristiano de la ciudad, desde sus orígenes destacó la presencia de la iglesia de San Juan Bautista, cuya construcción se situó en un pequeño promontorio hacia el Este, cerca de la Puerta de San Juan.

La parte más antigua de la villa de Aranda de Duero es la que está más cerca de la puerta sobre el puente y la de la izquierda del mapa, ya que esta parte estaba bordeada por el río Bañuelos (afluente del Duero), además de por la muralla, lo cual otorgaba una mayor protección frente a los ataques de los musulmanes.

A partir del siglo XIV las murallas se quedaron pequeñas para albergar a la creciente población de Aranda, que en el siglo XV ya era  mayor de 6.000 habitantes. Como consecuencia de ello se demolió parte de la muralla oriental y se amplió hasta las dimensiones que figuran en este mapa. Este dato se puede observar en cómo se divide la ciudad de Norte a Sur por una calle central, en medio de la cual se sitúa la iglesia de Santa María, construida sobre una iglesia anterior del siglo XIII, de la que sólo queda la torre, y que formaba parte del antiguo muro defensivo de Aranda de Duero.

Cabe destacar que la forma original de la ciudad era más bien circular, tanto la ciudad vieja como la ampliación de los siglos XIV y XV. Esta morfología le otorgaba una mayor facilidad de defensa. Asimismo, contaba con puertas en las murallas que daban acceso a las seis calles principales de la villa, lo cual facilitaba el tránsito de viajeros y el trasiego de mercancías en sentido radial. Aunque la estructura interna de la villa se organizaba en barrios separados por estas calles principales, el trazado de cada uno de ellos es claramente irregular, como se aprecia en la aglomeración de casas.

Entre el siglo XIV y el XVI, Aranda vive una época de gran esplendor. La ciudad, que ya había sido nombrada villa de realengo, pasa a ser un punto estratégico para la comunicación entre las dos Castillas, Aragón y Francia, lo cual favoreció su desarrollo económico, político y social. Aranda mantuvo una dedicación agrícola, ganadera y vitivinícola al tiempo que ejercía funciones y oficios propios de carácter urbano. Esta combinación de actividades propició una marcada diferencia social: por un lado labradores y los pastores, y por otro los comerciantes, burgueses y administradores.

Aranda es históricamente es conocida por haberse celebrado en 1473 el Concilio de Aranda, con presencia de la princesa Isabel I de Castilla. También por poseer el plano urbano más antiguo de España, el de esta imagen, que es también el documento cartográfico más antiguo del Archivo General de Simancas. En este plano se basaron los conquistadores españoles para la construcción de las nuevas ciudades coloniales en el Nuevo Mundo recién descubierto por la Corona de Castilla.

Actualmente Aranda de Duero es uno de los puntos industriales y de población más importantes de la provincia de Burgos. La actividad agraria, ganadera y vitivinícola sigue muy presente, aunque durante los siglos XIX y XX han ido apareciendo nuevas actividades industriales, que han favorecido su crecimiento demográfico y urbanístico.

Diego Díez Alonso
 

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