La imagen que hemos escogido data de 1572 fecha en la que se llevó a cabo el proyecto Civitates Orbis Terrarum. Este proyecto fue concebido como un complemento a los atlas que había en esa época tratando de dar una visión más completa a través de vistas panorámicas, planos y comentarios sobre las ciudades más importantes de la Edad Moderna. En este caso, nuestra obra fue realizada por el grabador Franz Hogenberg (1535-1590) y coordinada por el cartógrafo Georg Braun (1541-1622).
A primera vista, vemos que la ciudad está situada en lo alto de una de las colinas extendiéndose junto a la orilla del Río Tajo. Fijándonos más en la ciudad, podemos deducir que es medieval debido a que tiene un castillo en el punto más alto de la ciudad. Este castillo fue construido por los musulmanes procedentes del norte de África que ocuparon la zona oeste de la península ibérica en 711 DC. Este castillo cumplía una función defensiva con el fin de proteger la ciudad pero en el año 1147, Alfonso Henriques le arrebató la ciudad los musulmanes quedando así en manos cristianas. Además, también podemos encontrar una muralla que rodea toda la ciudad también con fines defensivos. Esta muralla se reformó construyendo partes nueva entre 1373 y 1375 ya que la antigua muralla árabe dejaba algunas de las partes de la ciudad desprotegidas.
En cuanto al plan urbanístico, vemos que todas las viviendas están muy agrupadas y de poca altura, haciendo que se creen estrechas calles y que en conjunto formen un trazado irregular. A su vez, vemos como la ciudad parece estar dividida en dos grandes focos, esto es debido a que la ciudad estaba creciendo y se fueron creando arrabales a las afueras de la muralla. Podemos ver a las afueras de nuestra ciudad algunas parcelas que poseen terrenos para cultivar, esto también es típico de las ciudades medievales puesto que eran en estas casas en las que vivían los señores feudales. Además, podemos ver una construcción de gran altura, lo que nos indica que podría ser una catedral, símbolo de la victoria de la religión cristiana. A su vez, vemos que la gran mayoría de las calles desembocan a una gran plaza muy cercana al río y al muelle en el que atracan los barcos. Esto nos hace suponer que en esa plaza se practicaban actividades de intercambio de productos que llegaban desde los barcos o productos que se exportaban hacia el destino de cada uno de ellos.
Lo que más nos llama la atención nada más ver la imagen es la cantidad de barcos que hay sobre el río. Esto nos da indicios de que en Lisboa por esta época se llevaban a cabo actividades de intercambio de productos. Por lo que nos hemos podido documentar, Portugal fue un reino clave para llevar a cabo las primeras expediciones marítimas fuera de Europa con el fin de encontrar rutas diferentes a las terrestres que les llevaran menos tiempo de viaje y además con fines económicos, tratando de encontrar mejores tierras con materias primas y esclavos. Es por esto que Lisboa jugó un papel fundamental para esta expansión, al encontrarse tan cerca de la desembocadura del Río Tajo en el océano Atlántico. Los conquistadores portugueses junto con los conquistadores de Castilla, fueron pioneros en la construcción de barcos y la elaboración de rutas de navegación. Entre los marineros más famosos de esta época podemos destacar a Vasco de Gama que inició una salida a la India en 1497 y a Pedro Álvares Cabral que en abril de 1500 llegó a las costas de lo que Brasil.
Los productos que en su mayoría se importaban desde estos lugares eran azúcar, oro y esclavos de Brasil y especias desde la India. Los esclavos que llegaban a las costas portuguesas eran vendidos por toda Europa.
Todo este conjunto de elementos hizo que durante el siglo XVI, Portugal se convirtiera en una de las mayores potencias del mundo y más en concreto, Lisboa como punto de referencia en cuanto a expediciones marítimas y a mercado europeo con el resto del mundo conocido.
Carlota Moreno Marcos de León