KIOTO (1600-1615)
Esta pintura pertenece al Museo del Arte de Shimane (Shimane Art Museum), en la región de Chūgoku sobre la isla Honshū de Japón, y representa los alrededores de Kioto, antigua capital de Japón, hacia 1600. El nombre del autor es desconocido, pero debió ser uno de los maestros pintores que trabajaban para Ieyasu Tokugawa, primer shōgun Tokugawa de Japón. Se trata de una pintura de pantalla distribuida en seis paneles de un biombo, que escenifica los alrededores de Kioto desde una vista de pájaro. De esta forma, la imagen resalta el urbanismo y las actividades sociales cotidianas del Japón feudal.
La ciudad pintada se encuentra ubicada en un valle por el cual pasa el río Kamo. La población de la zona se sitúa a los dos lados del río, estando conectada mediante la acción de puentes. La proximidad del río hace propicia el cultivo de plantaciones de arroz y las dimensiones que tiene también propician el transporte fluvial.
La pintura muestra cómo era el urbanismo de la época con gran precisión, las calles principales se encontraban construidas de forma lineal a lo largo del río. Las residencias de las clases bajas y medias estaban en el centro del valle, en esa zona el trazado fue más irregular, dado que las calles se formaban conforme se construían las nuevas viviendas. Por otro lado las casas de los nobles estaban en las zonas más elevadas y alejadas del río con la finalidad de protegerse de las posibles inundaciones. La calle comercial era un auténtico hervidero de actividad y representaba la principal fuente económica de la zona. A lo largo de toda la ciudad se encontraban establecidos los principales edificios: los templos, las casas de samuráis, etc.
Kioto ha tenido siempre una gran importancia en Japón, puesto que históricamente fue su capital desde los años 794 hasta 1868, año en el que el emperador Meiji decidió trasladar la sede de la corte a Tokio. Además, fue en Kioto entre el 1600 y el 1615 (periodo al que pertenece la pintura) cuando el noble Tokugawa Ieyasu terminó con las guerras civiles logrando unificar el país, instaurando un nuevo Shogunato en el Periodo Edo.
La imagen poética que Kioto ofrece a las personas, y sobre todo a los extranjeros, es la de una ciudad bella y equilibrada que se encuentra en sintonía con la naturaleza por la cantidad de vegetación de la zona y la presencia del río Kamo. En la actualidad el centro de Kioto ha sufrido muy pocos cambios tanto a nivel urbanístico como social, esto es debido a que la sociedad japonesa se ha preocupado por cuidar su patrimonio histórico y mantener las antiguas costumbres. Por esta razón, hoy en día sigue siendo posible ver por las calles las tradicionales casas de té y a las geishas, mujeres instruidas en el dominio de las artes. No es extraño, por tanto, que Kioto se haya convertido en la actualidad en un punto de interés turístico muy importante tanto a nivel nacional como internacional.
Aroa Bernet