AMSTERDAM (G. A. Berckheyde, 1686)
El pintor Gerrit Adriaensz Berckheyde nació en Haarlem en 1638 y se especializó en la representación de vistas urbanas. Sus obras destacan por su carácter topográfico. Una de sus obras más representativas fue ésta y se conoce con el nombre de El Nieuwezijds Voorburgswal con el mercado de flores de Amsterdam. Esta obra se encuentra actualmente en el Museo Thyssen de Madrid.
Está realizada en 1686, en el periodo conocido como el Siglo de Oro Holandés. En ella podemos observar cómo el autor eligió un punto céntrico de la ciudad de Amsterdam. El canal que aparece es el Nieuwezijds, el cual corría por detrás del edificio más emblemático de la urbe, el ayuntamiento, que está situado a la derecha de la imagen. Este canal fue cerrado en 1884 para construir una vía pública. Amsterdam siempre ha sido una ciudad que ha presumido por sus numerosos canales y efectivamente son éstos los que han ido configurando la estructura de la ciudad.
El canal más antiguo, era el Singel, el primero que rodeó el centro histórico en tiempos medievales. Se construyó sobre el foso de la antigua muralla que rodeaba la ciudad. A partir del siglo XVI, las murallas fueron derribadas y la ciudad comenzó su expansión por una periferia pantanosa que fue habilitada para la clase trabajadora y para las fábricas, que debían instalarse lejos del centro urbano. De esta forma el Singel pasó a ser el límite entre el núcleo medieval de Amsterdam y su ampliación urbanística de la Edad Moderna. En el siglo XVII, cuando se realizó la imagen analizada, Amsterdam ya había iniciado esa expansión y su morfología se fue modificando mediante la construcción de cuatro nuevos canales concéntricos, formando el Grachtengordel (cinturón de caneles). Así se fue constituyendo una morfología radial o radiocéntrica que todavía hoy es una de las señas de identidad de la ciudad de Amsterdam.
Podemos observar en la imagen cómo estos canales, además de dar una estructura única a la ciudad, eran utilizados para el comercio tanto interior como exterior. Apreciamos varios barcos, los cuales utilizaban los mercaderes de la época para el comercio. Por ejemplo en la imagen se ve como un hombre está cargando en su barca barriles, probablemente de cerveza. Esta gran actividad comercial y financiera se desarrolló gracias a la importante infraestructura portuaria que ya entonces poseía la ciudad. A parte del comercio exterior, podemos contemplar en la esquina inferior izquierda del lienzo un comercio interior propio de la ciudad: el Mercado de las Flores. Es un reflejo de la presencia de los gremios y del amor de la cultura holandesa hacia las flores.
En cuanto a las edificaciones, podemos percibir, paralelas al canal, una aglomeración de casas típicas holandesas. Están construidas de ladrillo y se apoyan unas sobre otras por seguridad, ya que los suelos de esta ciudad son de carácter pantanoso. Las fachadas se caracterizan por sus frentes estrechos, perfiles escalonados y acusadas vertientes. Estas que vemos aquí, al estar situadas en el centro de la ciudad, eran con toda seguridad residencia de las clases burguesas.
Pero el edificio más importante que se distingue en la imagen es el ayuntamiento. Fue construido por la necesidad de dotar al gobierno local de una nueva sede, ya que antes estaba situado en un antiguo palacio gótico, falto de espacio para cubrir las necesidades administrativas de una Amsterdam en pleno desarrollo. Además de estas razones prácticas, la ciudad necesitaba mostrar al resto de Europa su confianza en sí misma, su riqueza y poder, lo cual alentó a sus administradores a elegir el más prestigioso de los proyectos presentados. Este nuevo edificio fue sede del ayuntamiento hasta 1806, año en el cual Luis Bonaparte lo transformó en su palacio real. Actualmente es utilizado en algunas ocasiones por la familia real y en otras está abierto al público.
Mª Cristina Castillo Redondo