GENOVA (Sebastian Münster, 1600)
Definida por el gran autor italiano Petrarca como “La Señora del Mar”, la ciudad de Génova es conocida por su gran puerto en el golfo del mismo nombre. Esta ciudad ha vivido siempre de su actividad marítima y ha incrementado la importancia de su puerto con el desarrollo paulatino del Norte de Italia. Sebastian Münster la retrató en su obra Cosmographia a finales del siglo XVI. Esta obra maestra nos muestra los mapas de ciudades de los cuatro continentes conocidos entonces (Europa, Asia, África y América). En la imagen se puede observar cómo era Génova hacia el año 1600, edificada sobre una topografía muy abrupta, casi colgando sobre el mar.
Su origen se remonta a una factoría comercial fenicia o griega. Durante la época en que los romanos la administraron, no fue un puerto destacado aunque sí que satisfacía las necesidades de las tierras de Liguria. Luego fue conquistada por los Lombardos (641 a.C.), que la convirtieron en cabeza de puente para la lucha contra los sarracenos de Cerdeña y Córcega. Su participación en la primera cruzada impulsó su desarrollo comercial, gracias al cual se constituiría en república en el año 1100. Durante los siglos XII y siguientes, rivalizó tanto con la corona catalano-aragonesa por el control del Mediterráneo (sobre todo de Cerdeña), como con Venecia por el dominio de Chipre, las costas de Asia Menor y el Mar Negro. En la Baja Edad Media, los comerciantes genoveses estaban afincados en todos los puertos del Mediterráneo y tenían factorías en diversos territorios musulmanes. Los genoveses crearon entonces las primeras compañías de seguros marítimos y sociedades en comandita. Pero el individualismo mercantil y las luchas entre las grandes familias llevaron a la anarquía política y a la quiebra del estado, que pasó sucesivamente a manos extranjeras. El almirante Andrea Doria pactó con Carlos V en 1528, y de esta forma aseguró a marinos y banqueros genoveses inagotables ganancias como aliados del Imperio.
Después de haber contextualizado la imagen en los acontecimientos históricos, vamos a describir varios de sus elementos urbanos (emplazamiento, morfología y estructura). El emplazamiento o lugar donde está asentada la ciudad es el cerro de Sarzano, sobre el Mar de Liguria, que es una subdivisión del Mar Mediterráneo. La ciudad está arrinconada entre el puerto y los montes, de forma que y las casas se van apilando a lo largo de las laderas. En cuanto a la estructura de la ciudad, podemos diferenciar un casco histórico o antiguo que en esa época se extendía desde el puerto hasta las colinas, una muralla que la aislaba del exterior en caso de ataque y, por supuesto, el puerto.
El casco antiguo está caracterizado por un trazado de calles irregular, algunas de ellas con pendientes y escalinatas, con un crecimiento desordenado. Las calles estrechas son los denominados caruggi o vicolo (callejón). Los caruggi con las construcciones muy juntas tenían una función defensiva sobre todo contra las incursiones de los piratas. Buena parte de los caruggi tienen el nombre de un gremio artesanal, debido a que en la época medieval las distintas actividades se concentraban en determinados callejones de los distintos sestiere, que son cada una de las seis fracciones en las que una ciudad podía ser subdividida. Los sestiere de Génova son Prè, Portoria, Molo, Magdalena, San Vicenzo y San Teodoro. Un ejemplo de caruggi con el nombre de una actividad sería Via Orefici (la Calle de los Orfebres). Otro elemento es la creuza, que son caminos o escalinatas que descienden rápidamente desde las colinas hasta el valle. Si se sitúan cerca del mar, la creuza se convierte en una Creuza de Mâ o Escalinata del Mar.
La Muralla medieval, construida en el siglo XIV, se fue expandiendo hacia el Este y el Oeste del centro de la ciudad, incluyendo la colina de Carignano. En la imagen se puede observar dicha muralla y diferentes puertas de acceso, como la Puerta Soprana, reconstruida entre los años 1154-64, y la Puerta de Santo Tomás, muy cerca del puerto, que en la actualidad no se conserva. El Puerto Antiguo es una zona rica en elementos de identidad ligados al pasado comercial y manufacturero de la ciudad. En él, aparte de La Lanterna, que es al antiguo faro convertido en símbolo de la ciudad, podemos observar el antiguo arsenal, el muelle (il Molo) y algunos galeones de la época, que se convirtieron en los barcos más importantes para el comercio y la guerra en la Europa de los siglos XVI-XVII. También se aprecia la catedral, que es actualmente la sede episcopal católica de la ciudad de Génova. Fue consagrada por el Papa Gelasio II en 1118 y está dedicada a San Lorenzo. Es un edificio medieval, con una fachada de franjas de mármol blancas y negras, considerada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
El barrio Strade Nuove (hoy vía Garibaldi) fue un proyecto urbanístico que comenzó a finales del siglo XVI, por lo que en la imagen de Sebastián Münster ya empieza a vislumbrarse. El lugar incluye un conjunto de palacios renacentistas y barrocos junto con las llamadas “calles nuevas” (Strade Nuove). También forma parte de la declaración de la UNESCO desde el año 2006, y en él se incluyen los palacios de los “Rolli”, que impresionan por su belleza arquitectónica y el valor de los materiales utilizados en su construcción. Entre ellos están el Palacio Rosso, Palacio Bianco, Palacio San Giorgio. Es característico de los edificios de la Strade Nuove, los edificios pintados, “un museo cívico para el regalo de la vista” según algunos autores.
En resumen, Genova conserva espléndidas muestras de su época medieval (catedral e iglesias), grandes mansiones señoriales renacentistas y lujosos palacios del siglo XVI. Pero ante todo, Génova es, como hemos dicho al comienzo, una ciudad íntimamente ligada al mar, con el puerto marítimo más grande de Italia y con uno de los centros históricos más grandes de Europa.
Eva García Pulido