LYON (Crónicas de Núremberg, 1493)
Esta obra representa la ciudad de Lyon. Lyon es la tercera ciudad más poblada de Francia y fue antigua capital de la Galia bajo el Imperio Romano. Durante la Edad Media, Lyon se convirtió en una ciudad comercial y adoptó su nombre en referencia a «lion» por ser la primera ciudad donde se registraron trabajos textiles para fabricar disfraces de leones, que alcanzaron gran popularidad. Más tarde, en el siglo XIX se transformó en una plaza industrial y financiera de primer orden.
Esta imagen la podemos encontrar dentro del libro Las crónicas de Núremberg. Es un libro impreso en 1493, que fue editado en dos versiones, una latina y otra alemana. Este hecho hizo que se difundiera rápidamente por toda Europa. Narra la historia universal basándose en el relato de la Biblia, y es conocido por sus numerosos grabados de ciudades de la época y por contener el primer mapa de Alemania.
Lyon aparece representada desde su acceso por el río Saona. Es un río del este de Francia y el principal afluente del río Ródano. Servía de medio no solo para el transporte de personas sino también para el comercio. En la imagen podemos observar varios barcos comerciales que aparecen al lado del puerto. También se puede apreciar un gran número de barriles alusivos a ese comercio. La ciudad de Lyon floreció especialmente en el siglo XI, gracias a su función religiosa, ya que fue nombrada «Primada de las Galias» en el año 1079 bajo el reinado del papa Gregorio VII. En este período es cuando se construye la Catedral de Saint Jean.
Al fondo de la imagen podemos apreciar como Lyon está asentada sobre dos colinas. En el Oeste, la colina de Fourvière, una de las últimas alturas del Macizo Central. Al Norte, la colina de la Croix Rousse, prolongación de la meseta de la Dombes. Lyon se fundó en la colina de Fourvière como colonia romana en el 43 a. C. por Munacio Planco, lugarteniente de César. Podemos ver algunos de estos restos romanos en el Teatro romano que se encuentra localizado al pie de la colina de Fourviére. En la Croix- Rouge “la colina que trabaja” podemos ver muchos talleres de confección de telas de seda. Esta es la zona de la ciudad en la que vivían los canuts, los trabajadores de la seda, hacinados en viviendas-taller en las que trabajaban hasta 16 horas diarias delante del taller durante 6 días a la semana.
Entre los elementos urbanos más importantes destaca en la imagen es el Vieux Lyon. En el Vieux Lyon nos encontramos con tesoros arquitectónicos y sus famosas «traboules», pasajes cubiertos que permiten pasar de una calle a otra vía en una sucesión de patios interiores. Este barrio fue clasificado patrimonio de la UNESCO en 1998. Otro elemento urbano que resulta espectacular en la imagen es la Basílica Notre-Dame de Fourviére. Esta basílica que se construye en el siglo XIX gracias a la evolución arquitectónica que tuvo lugar en Lyon.
En cuanto a la estructura y morfología urbanas, Lyon está limitada por las características geográficas. Lyon se fue expandiendo desde las colinas Fourvèire y Croix-Rouge a lo largo de las veredas de los ríos. Esta estructura geográfica de colinas ha limitado la expansión de la ciudad. También se puede observar como esta delimitación de la ciudad hizo que se fuera expandiendo en dos barrios bien diferenciados. Por un lado vemos como empezó a expandirse por la colina Fourvére dando lugar a la creación del Vieux Lyon. Posteriormente empezó a expandirse por la colina de Croix Rouge dando lugar al barrio de la seda, donde se podían encontrar los canuts.
El trazado urbano de la imagen es irregular, ya que se observan inclinaciones, distanciamientos urbanísticos, y distribución irregular de los elementos. Debido a estas irregularidades podemos observar diferencias entre sus barrios, por ejemplo, vemos como en el barrio del Vieux Lyon, las casas están más agrupadas, con mayor altura y con importantes monumentos. Sin embargo en el barrio de Croix-Rousse las casas se aprecian a mayor distancia y de estilo obrero al ser viviendas taller.
En los aspectos sociales y culturales habría que durante el comienzo del renacimiento, hacia el 1420, Lyon se convierte en foco de atracción para comerciantes italianos, alemanes, suizos y españoles. Todo ello gracias a un privilegio real que permitía a Lyon celebrar dos ferias anuales en la plaza de Saint-Jean que tras su rotundo éxito aumentó su frecuencia a cuatro por año. Lyon se convirtió en el tercer lugar en Europa para el mercado del libro, después de Venecia y Amberes (el primer libro impreso en francés se editó en Lyon), lo que a su vez condujo a la fundación de la primera bolsa financiera de Francia, con la ayuda a banqueros genoveses.
Hoy en día, Lyon es una ciudad internacionalmente conocida y elogiada por su gastronomía, artes, artesanías, cultura, pero sobre todo por la calidad de vida que ofrece a sus habitantes.
Raquel Monterrubio