ROMA (Bernardo Bellotto, 1743 – 1744)
Esta imagen representa la Plaza de San Giovanni en Laterano entre 1743 – 1744, situada en la ciudad de Roma. Es un óleo sobre lienzo con unas dimensiones de 63 cm x 99 cm de ancho, que en la actualidad forma parte de una colección privada. Su autor es Bernardo Bellotto, nacido en Venecia el 30 de enero de 1721 y conocido como “Canaletto El Joven”. Sobrino de Giovanni Antonio Canal “Canaletto”, en cuyo taller se formó, adoptó su estilo y su temática, el vedutismo. El Vedutismo es un género pictórico muy típico del Settecento italiano (siglo XVIII) enmarcado dentro del paisajismo. Las vedute son vistas generalmente urbanas, en perspectiva, que llegan a adquirir a veces a un estilo casi cartográfico, donde se reproducen imágenes panorámicas de la ciudad, describiendo con minuciosidad los detalles, monumentos y lugares más típicos, solos o con la presencia de la figura humana, generalmente de pequeño tamaño. Esta imagen se adscribe claramente a dicho género, tal y como podemos apreciar al observar la perspectiva urbana y los principales monumentos de la Piazza di San Giovanni como son el Palacio de Letrán, la Logia de las Bendiciones, el edificio de la Santa Escalera y el obelisco.
El complejo de Letrán constituye uno de los lugares más importantes y fundamentales en la historia de Roma y la Iglesia Católica. La plaza en la Edad Media se llamó «Campus Lateranensis». En ella se encuentra el Palacio de Letrán, que data del pontificado del Papa Sixto V (1585-1590), y fue anexada a la Basílica. Para su construcción, fue demolido el edificio anterior llamada Patriarcado, que se remontaba a la Edad Media, por Domenico Fontana. El Papa Sixto V construyó el nuevo palacio, que se convirtió en la sede del Papa, y el punto de partida para la renovación urbanística de Roma. El complejo fue también lugar de residencia de los canónigos de la basílica de Letrán y cuarteles militares con el hospital adjunto, que más tarde se convirtió en un hospicio para huérfanos.
Enfrente de la fachada norte del Palacio de Letrán, al fondo izquierda de la imagen, vemos el edificio de la Escalera Santa, también conocido como Sancta Sanctorum, consta de 28 escalones de mármol que los fieles por devoción suben de rodillas, ya que la tradición considera que es la que Jesús subió en el Pretorio de Pilatos en Jerusalén. Y en el centro de la imagen vemos al imponente obelisco lateranense, el más antiguo y alto de Roma, fue realizado en un solo bloque de pórfido por voluntad del faraón Tutmosis III (siglo XV a. C.) y debe su actual ubicación a Sixto V.
En la imagen se muestra un espacio abierto de gran importancia urbana, aunque originalmente se encontraba en la perfiferia de Roma. Después de la intervención urbanística mencionada, la Plaza de San Giovanni tiene forma rectangular y el trazado de las calles cinrcundantes sigue la forma de amplias venidas. En la cara posterior del Palacio de Letrán se encuentra la plaza de Porta San Giovanni. Las actividades relacionadas con estos edificios eran principalmente celebraciones religiosas, reunía a los representantes del clero y del pueblo. Desde 1967 alberga al Vicariato de Roma y en la actualidad aún están todavía bajo la jurisdicción de la Santa Sede.
La zona urbana de Roma es de las más extensas de Italia, y la ciudad está solo a 20 kilómetros del mar. La división geográfica de la ciudad de Roma está realizada en 22 Distritos, 32 Barrios Urbanos, 3 Barrios Marinos, 6 Suburbios y un área agraria romana, es decir, la zona rural que hay alrededor de Roma. Desde el punto de vista administrativo a partir de 2001 la ciudad está dividida en 19 Municipios. El barrio de Letrán hoy día la zona está dividida en dos grandes plazas: la primera es la de San Giovanni in Laterano y la segunda es la plaza de Porta San Giovanni. En la actualidad este lugar tan lleno de presencias sagradas se ha convertido en una especie de «polo laico» en la ciudad y donde tienen lugar regularmente los discursos de los representantes de los principales sindicatos nacionales y los conciertos de 1de mayo que reúnen a verdaderas multitudes. El Letrán, por lo tanto, es el espejo de una ciudad que durante su historia sagrada y profana ha cambiado mil veces de cara, sin jamás olvidar su historia.
Pilar Candelas