GUADALUPE (Anton van den Wyngaerde, 1565)
Este dibujo pertenece al año 1567 y su autor es el flamenco Anton van den Wyngaerde. Representa a Guadalupe, cuyo famoso monasterio fue declarado Patrimonio de la Humanidad en 1993, no sólo por su importancia artística sino también por su riqueza cultural y religiosa. El pueblo se encuentra situado en la parte más oriental de la provincia de Cáceres, rodeado por la Sierra de las Villuercas, los Montes de Toledo y por el río Guadalupejo (que significa en árabe “río de los lobos”). Esta situación entre montes y el río, daba al pueblo una ventaja en defensa contra posibles ataques. Su población actual es de 2.100 habitantes aproximadamente, siendo la década de 1960 la de mayor población de su historia, con 4.000 habitantes.
La imagen nos muestra el pueblo todavía en sus inicios, cuyo núcleo central giraba en torno al monasterio. La estructura presenta un trazado irregular, con calles estrechas y cortas. La parte alta del pueblo era conocida como Barrio Alto, donde se asentaban las personas con más poder y dinero (clérigos, aristócratas) y donde tenían sus fincas y olivares. En el Barrio Alto se situaban los hospitales, plazoletas, balcones, las mejores redes de abastecimiento de agua.., y ahora está ocupado por algunos lugares de ocio y hoteles para hospedarse. En el Barrio Bajo se asentaba el resto del pueblo, y por tanto, los no ricos (comerciantes, artesanos) aprovechando la ubicación de sus casas junto al río.
Guadalupe nació en el siglo XIII, cuando un campesino encontró una estatua de la Virgen María en el campo. Esta estatua llevaba allí desde el año 711, cuando fue escondida por unos monjes sevillanos que huían al Norte para refugiarse de la invasión musulmana y decidieron que lo mejor era dejar la estatua allí. Debido a este hecho, se creó una ermita como centro de peregrinación, que posteriormente los monjes Jerónimos transformarían en el monasterio que hoy perdura. Ellos mismos se hicieron cargo de él hasta la Desamortización de 1835. Con posterioridad, el monasterio pasó a ser regentado por la Orden Franciscana. El monasterio consta de cuatro partes: el Templo-Basílica, el Auditorium, un Claustro Mudéjar y un Claustro Gótico. Estuvo protegido por una muralla en parte desaparecida, que aún conserva sus puestas de acceso.
En el centro del pueblo se situaba la Plaza Santa María, la cual separaba el Barrio Bajo del Barrio Alto y era lugar de encuentro entre peregrinos. También la Ermita del Humilladero, donde los peregrinos rezaban y buscaban la salud, el perdón, la indulgencia, los favores y los milagros de la Virgen. En la periferia podemos observar que la gente vivía de la agricultura, con huertos, viñas, olivos y otros tipos de plantaciones típicas de las tierras Cacereñas, y aquí es donde encontramos el Almudí, un edificio árabe donde los frailes guardaban comida para el pueblo o para los peregrinos que venían de recorrer largos caminos. Finalmente, se distingue el antiguo cementerio, construido para acoger los cadáveres de los numerosos fallecidos por la epidemia de peste.
Carlos Bazaga Díaz