Este grabado es obra de Johann Stridbeck der Jüngere (1665-1714), y en él se muestra una imagen de la ciudad de Múnich en el año 1700. El autor plasmó diferentes monumentos simbólicos de la ciudad bávara como los dos bulbos de la Catedral, la Torre hermosa o la Iglesia Agustina. Stridbeck fue, junto con su padre, uno de los primeros editores de atlas más importante en lengua alemana en aquella época.
Múnich, se está emplazada sobre el río Isar y al norte de los Alpes Bávaros. Es la capital y ciudad más importante de Baviera, además de la tercera ciudad de Alemania por número de habitantes, después de Berlín y Hamburgo. La ciudad fue fundada en el año 1158 por el Duque Enrique el León. Por aquel entonces el terreno era propiedad de unos monjes, lo cual sirvió de inspiración para el nombre de la ciudad. Múnich posee diferentes influencias, como barrocas y rococós, en sus construcciones históricas del siglo XVIII, que con frecuencia se inspiraron en modelos italianos.
La ciudad presenta un trazado irregular en sus calles, con una estructura urbanística dispersa. El centro lo vemos rodeado por dos cinturones de murallas que fueron creadas para la protección de la población. Asimismo, el hecho de crear dos murallas fue determinante para la estructura urbanística de Múnich. La primera muralla se finalizó en el año 1175, con una longitud de 1,4 kilómetros, 2 metros de anchura y 5 metros de alto. Esta poseía 5 puertas principales, una de ellas, Das Kaufingertor, apreciable en el grabado. En la actualidad podemos admirar una pequeña estatua en su recuerdo, además de un centro comercial que lleva su nombre. Posteriormente en el año 1328, tuvieron que crear otra muralla ya que consideraron que la primera se quedaba pequeña por el crecimiento de la población. Esta contaba con una longitud de 4 kilómetros, una anchura de 2 metros y altura de 9 metros. Hoy en día, no se conserva en su estado original nada del primer cinturón de la muralla, pero sí que se ha respetado el antiguo trazado de las calles.
En la imagen se pueden apreciar diferentes elementos significativos para la ciudad alemana. Los más representativos serían la Iglesia Agustina (Agustinerkirche) construida a finales del siglo XIII, que tuvo que reconstruirse en diferentes ocasiones, convirtiéndose en el primer edificio barroco de la ciudad. Hoy en día podemos encontrar allí el Museo de Caza y Pesca donde hay una recopilación de armas de caza, animales disecados y trofeos, entre otros. Otra construcción emblemática que se puede apreciar es la Catedral de Nuestra Señora de Múnich (Dom zu Unserer Lieben Frau); es la catedral gótica más grande del sur de Alemania, con una estructura con ladrillo rojo y estilo gótico tardío. Esta edificación comenzó en 1468, y finalizó con la construcción de sus dos torres en el año 1488; dichas torres acaban en dos bulbos sobre los cuales tuvo gran influencia el arte bizantino. Su altura es de 109 metros y 40 de ancho. Destaca también el altar Memminger, construido en 1994, que incorpora los relieves y una Virgen de estilo rococó, además de la Chorhauptkapelle. Actualmente, es una de las edificaciones con más importancia turística de la ciudad.
Por otro lado, en el grabado podemos apreciar una gran afluencia de personas sobre la recta empedrada. Este movimiento en la imagen se puede achacar a la importancia de la ruta Salzburgo – Augsburgo, donde gran cantidad de comerciantes de sal circulaban a diario. Para lucrarse de ello el Duque Enrique el León comenzó a cobrar peajes por el paso del puente sobre el río Isar (construido en 1158), gracias a lo cual la ciudad comenzó a crecer de manera considerable. Asimismo, en la imagen se aprecian los carruajes y caballos que se utilizaban en la época como forma de transporte. También alcanzamos a observar las vestimentas del grabado, que por la elegancia de los vestidos se considera que el autor quiere brindar importancia a una clase social alta.
Natalia Díaz García