La imagen corresponde a Guadalajara en el año 1849 y representa un plano histórico de la ciudad de Guadalajara y sus Arrabales. Nos la podemos encontrar en el Archivo Municipal de Guadalajara y su autor fue el ingeniero general del Cuerpo de Ingenieros de la Brigada Topográfica. El destinatario de este documento fue el Ayuntamiento, donde se utilizó para ubicar o tener una visión global de la ciudad. Posee una escala de 1:2.000 y presenta una breve “Esplicación” a modo de leyenda en los bordes. En el plano se localizan los principales edificios, iglesias, conventos o puertas más representativas que de la época, así como la localización de los arrabales y el nombre de algunas calles y plazoletas. Por su interés urbanístico ya ha sido publicada en varias ocasiones, como en el manual de García Ballesteros, A. (1978) Geografía Urbana de Guadalajara. Madrid: Fundación Universitaria Española.
La ciudad de Guadalajara se encuentra situada en la comunidad autónoma de Castilla- La Mancha, en el valle del río Henares, entre dos barrancos. El plano muestra la morfología urbana, es decir, el aspecto externo que presenta la ciudad influida por el emplazamiento y la situación. Posee una localización estratégica para las redes de comunicación por su situación central en la Península Ibérica y su proximidad a la capital de España, Madrid, favoreciendo las relaciones comerciales.
Se trata de un entramado de calles estrechas y cortas, de trazado irregular y con gran variedad de plazoletas. El caso del casco urbano posee una fisionomía característica de una ciudad andalusí, de origen árabe con influencia de arte mudéjar, renacentista y barroco, como se puede apreciar en sus principales monumentos. A las afueras de la ciudad nos encontramos con sus arrabales que representan el ensanche de la ciudad por motivos de escasez del territorio, ya que la zona que delimitaba muralla resultará insuficiente para el crecimiento de la ciudad.
La muralla original de la ciudad fue construida por los árabes y tiene un carácter defensivo. Ha sido respetada como componente arquitectónico característico de la ciudad hasta el siglo XIX, cuando fue derruida en su mayor parte por la necesidad de expansión y la pérdida de su utilidad práctica, manteniéndose en la actualidad muy pocos restos (los barrancos del Alamín como el Alcázar Real y San Antonio, los torreones del Alamín y de Alvar Fañez y la puerta de Bejanque).
Algunos de los monumentos más representativos de la ciudad son la Concatedral de Santa María la Mayor, construida sobre la antigua mezquita musulmana en el siglo XIV con claras influencias mudéjar, renacentista y barroca. Constituye una de las sedes episcopales de la Diócesis de Sigüenza, y actualmente funciona como parroquia. La actividad religiosa fue clave en el siglo XVII para la ciudad de Guadalajara, presentando una decadencia a partir de la desamortización. Por ello, en 1842, el Ayuntamiento ordenó la venta de todos los conventos y la reducción de las cinco parroquias a sólo Santa María y San Nicolás.
Entre los monumentos, destacan el Palacio Antonio de Mendoza y Antiguo Convento de la Piedad del siglo XVI, caracterizados por su estilo renacentista y elementos neoclásicos. Algunas de sus funciones han sido convento, diputación provincial de Guadalajara o cárcel, actualmente es un Instituto de educación secundaria. El palacio del Infantado, ocupado en el siglo XIV por los Mendoza, que proporcionaron a la ciudad historia del arte español y occidental. Controlaban la vida política de la ciudad, ya que de ellos dependían las actividades comerciales que se llevaban a cabo como talleres artesanales, y comerciales. En la actualidad es un lugar turístico utilizado hasta hace poco, como biblioteca y archivo.
Durante el siglo XVIII se produce un aumento de la superficie cultivada, propiciado por un crecimiento demográfico y la subida de precios de los productos. Esto promovió la aparición de huertas en la periferia que aprovechaban el agua del río Henares para riego, lo que dio lugar a la aparición de barrios, situándose en la periferia las familias con menos poder adquisitivo, y por el contrario en el casco antiguo los eclesiásticos en conventos y parroquias.
La función primordial que tenía la ciudad era el político- administrativo al haber sido proclamada en el siglo XVIII capital con independencia. Industrialmente, en la ciudad únicamente se encontraba la Real Fábrica de paños que estuvo en funcionamiento hasta principios del siglo XIX, por tanto, había un predominio de la agricultura. Actualmente las zonas de los arrabales se han urbanizado, con la creación de polígonos industriales (Henares o Balconcillo) como consecuencia del aumento desmesurado de la población que ha modificado notablemente la estructura de la ciudad dejando el casco urbano, que antes era el centro de la ciudad, desplazado. Por lo que se prevé que el centro de Guadalajara que actualmente es el Ayuntamiento, pase a ser la plaza de Santo Domingo. La imagen subjetiva del espacio percibido que posee la ciudad hace que se pensara en ella como una ciudad defensiva y, actualmente, como una ciudad dormitorio o residencia de estudiantes.
Alba Blázquez